martes, 4 de julio de 2017

Validez de las Ordenaciones Catolicas no romanas

Con frecuencia, las Iglesias Católicas Apostólicas no romanas, sean Nacionales, Tridentinas, Ortodoxas Occidentales,  o Sedevacantistas son blanco de críticas por algunas jerarquías romanistas, tras considerarlas irregulares. Argumentan que tanto sus obispos como sus sacramentos no son reconocidos como Catolicos, pero los siguientes documentos históricos irrebatibles no dicen lo mismo.

El primer Concilio Niceno (a 325) se expresó claramente a este respecto hablando de los novacianos“Sobre los que se llaman Catharos (esto es, limpios) si vinieren a la Iglesia Católica, agradó al Santo y al Gran Concilio que, recibiendo la imposición de manos en penitencia, permanezcan como están en el clero. Conviene que, sobre todo, profesen por escrito que reciben y siguen todos los dogmas de la Iglesia Católica y Apostólica”.

Los Santos Padres pensaron que la imposición de manos o la Ordenación produce sus efectos aunque proceda de un ministro indigno. Es un sacramento y una acción de Cristo, que no queda desvirtuada por la iniquidad del instrumento. Este principio general de Teología Sacramental Patrística tiene ahora su manifestación concreta en el Sacramento del Orden.
San Jerónimo dice igualmente: si el que bautiza en su fe herética no puede dañar al bautizado, tampoco el que en su propia fe herética hace la ordenación del sacerdote le mancho”.
San Agustín (354-430): “no hay ninguna razón porque quien no puede perder el bautismo pueda perder el derecho a darlo, porque uno y aún los mismo propósitos que venían de un cisma han sido recibidos, aún cuando pareciese ser necesario que desempeñasen los mismos oficios que antes desempeñaban, o han sido ordenados de nuevo, sino que, lo mismo que el bautismo, la ordenación permaneció íntegra, puesto que en la separación o cisma hubo un vicio, pero no en los sacramentos, que son los mismos dondequiera que estén... Si nosotros procedemos mal, que expliquen ellos como no pueda perderse el sacramento del bautizado, y pueda perderse el sacramento del ordenado, que dicen: “al apartarse de la Iglesia no perdió el bautismo pero sí el derecho a darlo”. Porque si uno y otro es sacramento, de lo cual nadie duda, ¿por qué aquel no se pierde y este sí se pierde? Ni a uno ni a otro sacramento hay que hacer injuria”.

Una de las razones de esta aceptación de los Sacramentos conferidos por herejes, cismáticos y pecadores la daba San Agustín: “una cosa es no tener algo, y otra cosa es tenerlo ilegítimamente o usurparlo ilícitamente. Los sacramentos hay que reconocerlos y venerarlos”. Otras razones era la “Costumbre” o Tradición de la Iglesia y la consideración de que los Sacramentos eran “acciones de Cristo”, cualquiera que fuese el instrumento humano.

Más adelante (440-461), San León Magno no rechazará de la dignidad de Obispo a un cierto Máximo, que se había ordenado en el cisma Donatista.

Anastasio II (a. 496) no dejó de admitir la validez de las ordenaciones en el cisma de Acasio; porque Cristo es el que hace los sacramentos, ni queda limitada su virtud fecunda, aunque pase por lugares inmundos.

San Gregorio Magno (a. 601) admitirá las ordenaciones conferidas por nestorianos como válidas, escribiendo a los Obispos de Iberia (Giorgia): “...sin ninguna duda, vuestra Santidad los reciba (a aquellos nestorianos convertidos) en su propio grupo, guardándoles sus propias órdenes, para que, procediendo con mansedumbre y no haciéndoles contradicción o dificultad por sus propias órdenes, los arranquéis de la boca del antiguo enemigo”.

Y León XIII (a. 1896), sí decretó inválidas las ordenaciones anglicanas, no fue razón de haber sido conferidas por quienes estaban fuera de la Iglesia Católica Romana, sino solamente por vicio de forma e intención.

La validez de las órdenes conferidas por herejes o cismáticos, de suyo siempre la ha reconocido la Iglesia.

“Los sacerdotes dan su bendición no por propia virtud -escribe Hestiquio de Jerusalén- sino que, porque llevan la imagen de Cristo, pueden por Aquél que está en ellos dar la plenitud de la bendición”.
No se puede pues, absolutamente pensar en las cristiandades separadas como en comunidades absolutamente extrañas, separadas de la Iglesia, donde se conserva el carácter sacramental se conserva también un vínculo con la Iglesia única. Todos los cismas contra la unidad de la Iglesia no pueden consumar completamente la división en tanto la parte que se ha separado no haya repudiado también el Sacramento del Bautismo y destruido con ello todo vínculo de carácter sacramental. Es oportuno recordar que un niño bautizado no es, con el bautismo, incorporado al cisma, sino a la iglesia Una, aún cuando aquel que administra este sacramento no conozca a la Iglesia, aún cuando intente explícitamente excluirla con tal que su primera intención sea la de querer hacerle cristiano.

La voluntad de los hombres no puede destrozar ni modificar una decisión divina: También los cismáticos en la medida que son cristianos, pertenecen siempre a la iglesia que es Una en la unidad de su sacerdote.

Hoy día ya no se duda de consagraciones episcopales verificadas hasta en sujetos que no habían recibido previamente el presbiterado u orden sacerdotal. Al recibir la Consagración de Obispo, quedaban ordenados con la plenitud del Sacerdocio y poseyendo las capacidades sacramentales del Presbiterado.

De San Ambrosio de Milán, elegido Obispo siendo catecúmeno, se vino creyendo hasta ahora que pasó por todos los grados del clericato; pero ciertamente no aconteció así con otro catecúmeno que, como refiere San Gregorio Nacianceno, elegido también, fue bautizado y, de simple laico fue ordenado. Otro laico que, estando casado y siendo abogado, de laico recibió la Consagración Episcopal, es San Filogonio, cuyo ministerio ensalza San Juan Crisóstomo.

Por San Agustín sabemos de la Consagración para Obispo de un simple lector. Estaban preparadas todas las cosas para consagrar a uno de los sacerdotes y había un Obispo de fuera de Hipona para intervenir en la ceremonia; pero ésta no podía realizarse como se había pensado, porque el candidato se había retirado. Entonces San Agustín, Doctor y Padre de la Iglesia: para que no fuera inútil la vanidad del otro Obispo, sustituyó al presbítero por un lector.

Se cuentan treinta y cuatro diáconos romanos que antes de acabar el siglo IX, en aquella Iglesia fueron consagrados Obispos de Roma o Papas, directamente sin pasar por el Presbiterado u Ordenación Sacerdotal. Respecto del Papa Juan XIII (965-972), cuya carrera eclesial se conoce por la lista de órdenes que había recibido, se ha podido constatar que el diácono pasó directamente al Episcopado.                                                                                                                    
                    RESUMIENDO                                                                                                                                           
El Obispo tiene en virtud de la Consagración Episcopal, una potestad de Confirmar y Ordenar, que no se le puede quitar, porque si la Iglesia pudiera anular esta potestad, es lógico creer que lo hubiera hecho en caso de cisma, herejía, etc,; y sin embargo nunca lo ha hecho. Al contrario, es un principio reconocido en teología sacramentaria la validez de las ordenaciones conferidas por Obispos cismáticos y herejes. Todo lo cual es indicio cierto de que la potestad Episcopal viene de un sacramento y de un carácter impreso en el alma; no de un mero mandato, o de misión externa o jurisdicción comunicada por la Iglesia en la persona del Papa.

(Biblioteca de Autores Cristianos: Ministros de Cristo, Sacerdocio y Sacramento del Orden, Enciclopedia del Sacerdocio, dirigida por el R. Prof. José Cacciatore, C.SS.R. Con 120 páginas de Bibliografía)

 (Estudios sobre la vocación por el centro diocesano de Lille C. Spicq, R. Izard, G. M. Garrone, G. Leclerq, M. De la Broye.)


Este fue el destino de los 12 Apóstoles después de Jesucristo



























Muchas veces nos preguntamos sobre el destino de los apóstoles, así que nos dimos a la tarea de compilar algunas cosas sobre sus vidas. El orden de los apóstoles no tiene que ver con su importancia, más bien es en orden de aparición.
  1. Santiago, el mayor

Santiago, el mayor, Boanerges, hijo de Zebedeo y Salomé, hermano de Juan el Apóstol; un pescador que vivió en Betsaida, Capernaúm y Jerusalén. Predicó en Jerusalén y Judea y fue decapitado por Herodes, en el año 44.
Era hermano de San Juan evangelista. Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres Zebedeo y Salomé vivía en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea, donde tenían una pequeña empresa de pesca. Tenían obreros a su servicio, y su situación económica era bastante buena pues podían ausentarse del trabajo por varias semanas, como lo hizo su hermano Juan cuando se fue a estarse una temporada en el Jordán escuchando a Juan Bautista. Fue el primero de los doce en convertirse en mártir. Se dice que fue decapitado por una espada. (Hechos 12, 1- 2).
El nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: “Sant Iacob, ayúdenos”. Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago.
Griego: Gyánkos (Γιάγκος)
Arameo: Ya’akov
Significado: Sostenido por el talón
  1. Andrés

Andrés era el hermano de Pedro, e hijo de Jonás. Vivió en Betsaida y Capernaúm y era pescador antes de que Jesús lo llamara. Tuvo el honor y el privilegio de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús, junto con san Juan el evangelista. Los dos eran discípulos de Juan Bautista (Marcos 1, 16-18). Andrés trajo a su hermano Pedro a Jesús (Juan 1,40). Él es el primero en tener el título de Misionero en Casa y en el Extranjero.
De acuerdo con la tradición, Andrés murió como mártir en Acaya, Grecia, en el pueblo de Patra. Cuando la esposa del Gobernador Aepeas fue sanada y convertida a la fe cristiana, y poco después de que el hermano del Gobernador se volviera cristiano, Aepeas se enojó mucho. Él arrestó a Andrés y lo condenó a morir en la cruz. Andrés, sintiéndose indigno de ser crucificado en una cruz en la misma forma que su Maestro, suplicó que la suya sea diferente. Así que fue crucificado en una cruz con forma de X, la cual hasta el día de hoy es llamada la cruz de San Andrés y es uno de sus símbolos apostólicos. La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.
Griego: Andreas (Ανδρεας)
Arameo: Anes
Significado: Hombre fuerte, viril
  1. Bartolomé

Bartolomé o Natanael, hijo de Talmai, vivió en Caná de Galilea.
La tradición dice que fue misionero en Armenia. Un número de estudiosos cree que fue el único discípulo que provino de sangre real, o de una familia noble. Su nombre significa Hijo de Tolmai o Talmai
El nombre de Bartolomé aparece en cada lista de los discípulos (Mateo 10,3; Marcos 3,18; Lucas 6,14; Hechos 1,13). Este no era el primer nombre, no obstante, fue su segundo nombre. Su primer nombre probablemente era Natanael, a quién Jesús llamó “un verdadero Israelita, en quien no hay engaño.” (Juan 1,47)
Se transformó en un uno de los misioneros más aventureros de la Iglesia. Se dice de él que predicó con Felipe en Phrygia y Hierápolis; también en Armenia.
La tradición dice que él predicó en India, y su muerte parece haber tenido lugar ahí. Murió como un mártir por su Señor. Fue despellejado vivo con cuchillos.
A este santo (que fue uno de los doce apóstoles de Jesús) lo pintaban los antiguos con la piel en sus brazos como quien lleva un abrigo, porque la tradición cuenta que su martirio consistió en que le arrancaron la piel de su cuerpo, estando él aún vivo.
Griego: Bartholomaios (Βαρθολομαιος)
Arameo: bar-Tôlmay
Significado: Hijo de Ptolomeo
  1. Santiago, el Menor (o Más Joven)

Santiago, el menor o más joven, hijo de Alfeo, o Cleofás y María, vivió en Galilea. Fue el hermano del Apóstol Judas.
La tradición siempre lo ha identificado con el “hermano del Señor”, pariente cercano. (Mc 6,3). Es mencionado por San Pablo en su carta a los Gálatas (Gal 1, 19). Se le identifica también con aquél Santiago a quien se le aparece el Señor resucitado (1 Cor 15, 7). Es el autor de la carta del Nuevo Testamento que lleva su nombre. Predicó en Palestina y Egipto y fue crucificado en Egipto.
La tradición dice sobre su muerte que el sumo sacerdote Anás II le ordenó renegar de Jesús, pero Santiago, que estaba en lo alto del templo, aprovechando la concurrencia se puso a predicar el Evangelio. Al escuchar esto los fariseos y escribas se llenaron de furor y uno de ellos lo empujó desde lo alto. Santiago no muere de golpe, sino que es apedreado mientras rogaba a Dios de rodillas por sus asesinos. Como tardaba en morir, es golpeado en la cabeza con una maza por un batanero.
Griego: Gyánkos (Γιάγκος)
Arameo: Ya’akov
Significado: Sostenido por el talón
  1. Juan

Juan Boanerges, hijo de Zebedeo y Salomé, hermano de Santiago, el apóstol. Fue conocido como el discípulo amado.
Él escribió el Evangelio según San Juan, 1º de Juan, 2º de Juan, 3º de Juan y Apocalipsis. Predicó entre las iglesias de Asia Menor. Desterrado en la Isla de Patmos, fue más tarde liberado y murió de muerte natural en el año 100.
Fue un hombre de acción; era muy ambicioso; y un hombre con un temperamento explosivo y un corazón intolerante. Su segundo nombre fue Boanerges, el cual significa Hijo del Trueno. Él y su hermano Santiago vinieron de una familia de mejor posición que el resto de los apóstoles.
Juan maduró con el tiempo. En la etapa posterior de su vida, se había olvidado de todo, incluso de su ambición y temperamento explosivo, excepto de su compromiso de amor para con el Señor.
Se dice que un atentado fue realizado contra su vida mediante un cáliz de veneno del cual Dios lo salvó. Murió de causas naturales.
Griego: Ioannes (Ιωαννης)
Arameo: Yohanan
Significado: El Señor es misericordioso
  1. Judas Iscariote

Judas Iscariote, el traidor, fue el hijo de Simón quien vivió en Kerioth de Judá. Él traicionó a Jesús por treinta piezas de plata y luego se ahorcó (Mateo 26: 14,16).
Se dice que Judas vino de Judá, cerca de Jericó. Él era un judío y el resto de los discípulos eran Galileos. Era el tesorero del grupo y estaba entre los que lideraban conversaciones.
Iscariote en una primera acepción del término derivada del hebreo “seqarya”, podría significar “el mentiroso”, “el hipócrita”, lo cual no es contradictorio con la participación que los textos canónicos le reservan en el final de Jesús.
En una segunda acepción del término, por otro lado la más generalmente aceptada, “Iscariote” querría decir “natural de Keriot”, ciudad de Judea en la frontera con Edom citada en el Libro de Josué (Jos. 15, 25), lo que constituiría una vez más un dato, el de su origen, que no poseemos de casi ninguno otro de los Doce, y que convertiría a Judas en el único apóstol de Judea, y en consecuencia, no galileo.
Existe una tercera acepción, según la cual, el apelativo “Iscariote” haría referencia a una posible adscripción de Judas al grupo de los celotes, también llamados, como se sabe, sicarios, notablemente similar a Iscariote.
Vacante como queda el puesto de Judas en el colegio de apóstoles, éstos se plantean reemplazarlo, presentándose dos candidatos con parecidos méritos, José Barsabás y Matías.Y los apóstoles, echándolo a suertes, eligen a Matías. Hech. 1, 15-26
Griego: Ioudas (Ιουδας)
Arameo: Yehudah
Significado: Alabado
  1. Judas Tadeo

Judas Tadeo, o Lebeo, hijo de Alfeo o Cleofás y María. Hay quienes afirman que San Judas Tadeo era hermano del Apóstol Santiago, el hijo de Alfeo (Cleofás), quien era hermano del justo San José. Según sostiene un documento publicado por la Congregación para el Clero, Cleofás se casó con María de Cleofás, después de enviudar de su primer matrimonio del que nació San Judas Tadeo. Por lo tanto, Santiago el Menor y Judas serían primos de Jesús y sobrinos de San José y la Santísima Virgen. Tadeo se considera que viene del arameo “taddà’”, que quiere decir “pecho” y por lo tanto significaría “magnánimo”. Judas significa “alabanzas sean dadas a Dios”. Fue hermano de Santiago el más joven. Fue uno de los apóstoles de los que se sabe poco y vivió en Galilea. La tradición dice que predicó en Asiria y Persia y murió como mártir en Persia.
San Jerónimo lo llamó “Trinomios” lo cual significa “un hombre con tres nombres”. En Marcos 3,18 es llamado Tadeo. En Mateo 10,3 es llamado Lebeo. Su apellido era Tadeo. En Lucas 6,16 y Hechos 1,13 es llamado Judas el hermano de Santiago. Judas. La Epístola o Carta de Judas forma parte del Nuevo Testamento y es atribuida a San Judas Tadeo.
Se ha dicho que Judas fue a predicar el Evangelio en Edesa cerca del Río Éufrates. Allí sanó a varios y muchos creyeron en el nombre del Maestro. Judas fue desde allí a predicar el Evangelio en otros lugares. Según la tradición le cortaron la cabeza con un hacha en el Ararat.
Griego: Ioudas (Ιουδας)
Arameo: Yehudah
Significado: Alabado
  1. Mateo

Dos de los cuatro evangelistas dan a San Mateo el nombre de Leví, mientras que San Marcos lo llama, “hijo de Alfeo”. Posiblemente Leví era su nombre original y adoptó el mismo el nombre de Mateo cuando se convirtió en seguidor de Jesús. Fue un publicano o cobrador de impuestos. Él escribió el evangelio que lleva su nombre. Murió como mártir en Etiopía.
El hecho sobresaliente sobre él es que fue un recaudador de impuestos. El cobrador de impuestos era odiado no sólo sobre el terreno religioso sino también porque la mayoría eran notablemente injustos.
En las mentes de varios hombres Judíos honestos, estos cobradores de impuestos eran considerados como criminales. Aun así, Jesús eligió un hombre a quien todos los hombres odiaban y lo hizo uno de los suyos. El hombre promedio habría pensado que era imposible reformar a Mateo, pero para Dios todas las cosas son posibles. Fue martirizado por oponerse al matrimonio del rey Hirciaco con su sobrina Ifigenia, la cual se había convertido al cristianismo por la predicación del Apóstol. Se dice que murió decapitado con una espada.
Griego: Matthaios (Ματθαιος)
Arameo: Mattityahu
Significado: Regalo de Dios
  1. Pedro

Simón Pedro, hijo de Jonás, era un pescador que vivió en Betsaida y Capernaúm. El nombre verdadero y originario de San Pedro era Simón, que aparece a veces como Simeón. Hizo trabajo evangelístico y misionero entre los judíos, yendo tan lejos como a Babilonia. En cada lista apostólica, el nombre Pedro es mencionado en primer lugar. Fue nombrado piedra
Su nombre griego fue Simón. Su nombre hebreo fue Cefas. El significado griego de Simón es roca. El significado árabe de Cefas también es roca. Pedro era galileo también como lo fueron varios de los otros discípulos. Cristo resucitado es el fundamento de la Iglesia: “porque nadie puede poner otro fundamento que el que está ya puesto, que es Jesucristo” -1 Cor 3,10. Sin embargo, el mismo Jesús quiso que su Iglesia tuviese un fundamento visible que serán Pedro y sus sucesores. Jesús presenta la vocación singular de Pedro en la imagen de roca firme. Pedro= Petros= Quefá= Piedra= Roca. Es el primero que Jesús llama y lo nombra roca sobre la cual construirá su Iglesia. Pedro es el primer Papa ya que recibió la suprema potestad pontificia del mismo Jesucristo.
Es verdad, Pedro cometió muchos errores, pero tuvo siempre la gracia salvadora del corazón amante. No importa cuántas veces se hubo caído y fallado, siempre recuperó su coraje e integridad.
La tradición dice que fue crucificado en Roma con la cabeza hacia abajo. Pedro solicitó que lo crucificaran cabeza abajo porque no era digno de morir como su Señor había muerto.
Griego: Petros (πέτρος)
Arameo: Kephas
Significado: Piedra
  1. Felipe

San Felipe era originario de Betsadia, (Galilea) y de profesión pescador. Junto con Andrés, son los únicos que tienen nombres griegos entre los apóstoles. San Felipe es quien invita a Natanael a conocer al Señor (Jn 1, 45). La tradición dice que Felipe predicó en las regiones de Frigia, actualmente Turquía, y Escitia, actualmente Moldavia, Ucrania, Hungría y el este de Rusia y murió como mártir en Hierapolis. El Evangelio de Juan muestra a Felipe como uno de los primeros entre tantos a quienes Jesús les dirigió la palabra “Sígueme.” Escritores de la Iglesia primitiva y Eusebio, historiador de la Iglesia, afirman que San Felipe predicó el Evangelio en Frigia y murió en Hierápolis. Papías, obispo de este lugar, supo por las hijas del apóstol, que a Felipe se le atribuía el milagro de la resurrección de un muerto.
Fue martirizado y muerto en Hierápolis. Su martirio consistió en ser crucificado y apedreado.
Griego: Philippos (Φιλιππος)
Arameo: פליפה
Significado: Amigo de los caballos
  1. Simón

Simón, el Zelote, uno de los apenas conocidos seguidores llamado Cananeo o Zelote para distinguirlo de Pedro, vivió en Galilea. El nombre no significa que haya formado parte de los Zelotes, sino que él era muy celoso a la ley Judía, la cual el practicaba antes de ser llamado por el Señor. San Jerónimo y otros asumen incorrectamente que Cana fue su lugar de nacimiento; y entonces, por eso era llamado Cananeo.
Los Avecínanos relatan que sufrió la crucifixión como obispo de Jerusalén, luego de haber predicado el Evangelio en Samaria. No se sabe con certeza en que lugar predicó el evangelio. Se habla de casi todos los lugares conocidos de ese entonces, incluso se han mencionado que llego hasta Gran Bretaña; según los Griegos, predico en el Mar Negro, en Egipto, el Norte de África, y Gran Bretaña. Todo esto según la tradición.
Griego: Simon (Σιμων)
Arameo: Shim’on
Significado: El que ha escuchado a Dios
  1. Tomás

Tomás Dídimos vivió en Galilea. La tradición dice que Tomás predicó el Evangelio a los partos, medos, persas e hircanios, y que después pasó a la India. Se cree que Santo Tomás sufrió el martirio en la costa de Coromandel, India, donde su cuerpo fue descubierto, con ciertas marcas de que fue muerto con lanzas y ese tipo de muerte es tradición en los países del Este. Se sabe que su cuerpo fue trasladado a Edessa, donde fue enterrado en los grandes sepulcros donde también se hallaban San Pedro, San Pablo y San Juan.
Tomás fue su nombre hebreo y Dídimos su nombre griego. En Juan 20, 25 lo vemos diciendo que a menos que vea las marcas en las manos de Jesús y en su costado, él no iba a creer. Por esto Tomás llegó a ser conocido como Tomás el incrédulo.
Se dice que él fue encargado para construir un palacio para el rey de India, y fue muerto con una lanza como mártir por su Señor.
Griego: Thomás (Θωμάς)
Arameo: Tau’ma
Significado: Gemelo