Serie: ¿A quién amas?
El
Mensaje a Filadelfia.
¿Quieres
ser Columna inscripta por el Señor Jesús, en el Templo de Dios?
Lee
atentamente el siguiente Mensaje.
El
Señor se presenta como el Santo, el Verdadero, el que tiene la Llave
de David, el que abre y ninguno cierra y cierra y ninguno abre.
Le
escribe al Ángel de la Iglesia en Filadelfia:
Yo
conozco tus obras, he puesto delante de ti una PUERTA ABIERTA la cual
nadie puede cerrar.
¿Qué es esta Puerta abierta que nadie puede
cerrar?
Jesús
refiere a que abrió la Puerta del Evangelismo porque aunque este
Ángel con la Iglesia tienen POCA FUERZA HAN GUARDADO SU PALABRA y NO
HAN NEGADO SU NOMBRE.
Para
el Señor Jesús la DEBILIDAD en sus Discípulos no es un obstáculo.
Leemos en 2° Corintios 12:10, las palabras de Pablo, que se
considera ¡débil!:
“…de
mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades”
“Por
lo cual, por Amor a cristo, me gozo en las DEBILIDADES, en afrentas,
en necesidades, en persecuciones, en angustias, PORQUE cuando SOY
DÉBIL ENTONCES SOY FUERTE.”
El
mismo Señor le dijo:
“Bástate mi Gracia, porque MI PODER se
perfecciona en la DEBILIDAD”
¿Y
quién no recuerda de memoria Filipenses 4:13? “TODO LO PUEDO EN
CRISTO QUE ME FORTALECE”
Jesús le anuncia al Ángel de esta Iglesia su pronto regreso y una
buena noticia:
“Por
cuanto has guardado la Palabra de mi paciencia, Yo también te
GUARDARÉ de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo
entero, para probar a los que moran en la Tierra.”
Exhortación:
RETÉN lo que tienes para que ninguno tome tu Corona.
PROMESA
para EL que venciere:
“Yo
lo haré COLUMNA en el Templo de mi Dios, e inscribiré en ella el
Nombre de Dios, el Nombre de la Ciudad Celestial y mi Nombre Nuevo”.
Pablo
dice en Gálatas 2:9, que Jacobo, Cefas y Juan eran considerados como
COLUMNAS de la Iglesia.
Las
columnas sostienen, impiden la caída, están firmes, bien paradas.
A TÌ, Hermano FIEL, que has guardado la Palabra de Dios, no has negado su Nombre y has retenido todo lo que te ha dado gratuitamente, por GRACIA,, pero te sientes tan débil y sin fuerzas... Eso no es problema para el Señor Jesús, su Poder se perfecciona en tu debilidad.
Eleva tus ojos al Señor Jesús y no los bajes por nada. Él es tu guardador y el que te fortalece. El Santo, el Verdadero, te necesita a tí, para que testifiques al mundo. Hay una corona esperándote.
Y no sólo eso... ¡Tú puedes ser COLUMNA inscripta en el Templo de Dios!
Elena
Sanfilippo Ceraso
20
de julio del 2018
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