Lectura:
Marcos 10: 46-52
Bartimeo
era ciego. No podía hacer otra cosa que mendigar para
sobrevivir...¿Qué papel cumplía en la sociedad? ¿Quién era? No
era nadie, no existía. Era sólo un ciego. Como “discapacitado”
no gozaba de derechos ni había leyes que lo protegían, tampoco una
fundación a la cual acudir a pedir socorro. Pero, a pesar de sufrir
este desamparo, mantenía encendida dentro de él, la llama de la
esperanza. No sabía cómo, pero tenía la certeza que un día iba a
recobrar la vista y que su vida cambiaría definitivamente. Cada día
soñaba con ese momento. Lo esperaba. Anhelaba llevar una vida
normal, dejar de ser diferente, y, como todos, tener una familia,
amar y ser amado,trabajar, ¡dejar de mendigar al fin!.
Un
día, mientras estaba en el costado del camino mendigando, oyó que se
acercaba una multitud. ¿Qué pasaría? Al enterarse que la gente
seguía a Jesús con sus discípulos, de inmediato comenzó a gritar
muy fuerte: -”¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!”
No hacía caso a las personas que lo reprendían para que callase...
Ya estaba acostumbrado. Siempre había sido un estorbo para los
demás. Tampoco se detuvo a pensar en quién era él para que Jesús
lo atendiera. Continuaba llamando y clamando... Aún creía en un
milagro para su vida.
De
pronto, escuchó una voz que le decía: -”Ten confianza, levántate.
Jesús te llama!”.
¡Sí!. Jesús lo había escuchado y lo llamaba. ¡Estaba interesado en él!.
¡Sí!. Jesús lo había escuchado y lo llamaba. ¡Estaba interesado en él!.
DECISIONES
DE FE
La
primera decisión de Fe de Bartimeo fue ESPERAR el milagro de parte
de Jesús, de sanidad de sus ojos. La segunda fue CLAMAR pidiéndole
misericordia. La tercera fue decirle SI al LLAMADO de JESUS. La
cuarta decisión fue ARROJAR su capa al recibir la invitación de
Jesús. Estaba seguro de que ya no la necesitaba, porque su vida
había cambiado con el llamado de Jesús. La arrojó al costado del
camino, renunció a ella, ya no volvería a buscarla, formaba parte de
su vida pasada, de ciego mendigo. No quería nada de esta triste
vida, la arrojó antes del encuentro con Jesús. Quería comenar una
Nueva Vida sin “recuerdos” de la anterior. Su decisión fue
terminante. No se dejó llevar por el sentimentalismo, pensando, por
ejemplo: Que esta capa lo había protegido, cubierto del frío, de la
lluvia, del calor... Que ella escuchaba en silencio sus lamentos, sus
temores, “su cansancio existencial”, que era testigo de su dolor
agudo, de su soledad y que conocía sus más profundos deseos,
temores...
¿Cómo
no iba a amar a esta “capa guardadora de secretos”? Si formaba
parte de su vida íntima, más que cualquier otra persona conocida o
familiar. ¿Qué hubiera sido de él sin ella? Le debía tanto. ¿Cómo
no llevarla con él siempre para agradecerle por el resto de sus
días? ¿Cómo no ser él el que ahora la cuide? Hasta la guardaría
en una cajita a la vista para recordarla siempre! ¡Qué momentos
inolvidables pasaron juntos! Y así, comenzaría a encontrar lo
“positivo” de esta oscura etapa de su vida. Después de todo...
¡No fue tan mala!
¡No,no
y no! Cuando Bartimeo clamó: -¡Jesús, Hijo de David, ten
misericordia de mí!, Jesús lo escuchó y lo mandó a buscar para
liberarlo completamente, darle “Nueva Vida”, las cosas viejas
pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. De la vieja manera de
vivir no debe quedar ningún “recuerdo”, porque pasaría a ser un
lazo que lo ataría a la antigua vida. No la va a necesitar más.
Jesús lo hizo libre por completo. Bartimeo no dudó ni tuvo temor al
ridículo al arrojarla, ya no iba a regresar a buscarla. ¡Le creía
a Jesús!.
La
quinta decisión de Fe fue LEVANTARSE e IR AL ENCUENTRO de Jesús. Un
discípulo lo acompañaba hacia Él.
Estas
DECISIONES DE FE : Creer y esperar, clamar, arrojar, ir al encuentro,
le permitieron responder a la pregunta clave, directa, sin rodeos de
Jesús: -”¿Qué quieres que te haga?”.
Ya
libre de la capa que lo ayudaba antes a sobrellevar su ceguera, pudo
responder:
Sexta
decisión de Fe: -“Maestro, que recobre la vista”.
Jesús le dijo:
- "Vete, tu fe te ha salvado." Y enseguida recobró la vista.
Jesús le dijo:
- "Vete, tu fe te ha salvado." Y enseguida recobró la vista.
Todo
pasó rápidamente en el Encuentro con Jesús.
Bartimeo
había creído en Él, clamó a Él, estaba dispuesto a presentarse
delante de Jesús sin muletas o falsos apoyos, a depender de Él
totalmente y que Jesús fuera ahora “su capa”.
Y
así ocurrió el milagro de liberación, de salvación, de sanidad.
Había sido libre de su ceguera física y espiritual. Podemos
comprender ahora la respuesta de Jesús: -”Vete. Tu fe te ha
salvado”. Gran parte de su vida como mendigo, en un breve momento,
con sólo seis palabras dichas por Jesús, le cambiaron la vida .
Bartimeo comenzó una “Nueva Vida” en Cristo Jesús. Sí, Jesús
no sólo le había devuelto la vista, sino que la dio la Salvación.
Séptima
decisión de FE: En ese mismo momento, tomó otra decisión
fundamental. Comenzaba para él una nueva vida, ya no iba a cumplir
con sus viejos sueños, no... No deseaba alejarse de su Salvador. Su
único deseo ahora era vivir la Nueva Vida, pero, en El Camino, ser
su discípulo.
MEDITACION
Un 24/03/1985 Jesús envió a alguien para acompañarme ante El. Y en ese
Precioso Encuentro cambió mi vida,la transformó completamente y me
dio el “Nuevo Nacimiento”. Comencé a andar en El Camino que es
Jesús y continúo, ¡gracias a Dios!.
El
relato nos cuenta cómo Jesús conociendo las limitaciones de
Bartimeo, envió a un discípulo para llevarlo ante su presencia.
INVITACIÓN
Si
deseas ir al encuentro de Jesús, pero no puedes, clama a EL y te
dará las fuerzas para emprender el camino. Te invito a que
identifiques cuál es tu “capa”, que ya forma parte de tu
vida, que te da seguridad, de manera que dependes totalmente de ella
cada día, para sobrellevar una discapacidad, un problema, una
dependencia.... Ella es un obstáculo para acercarte a Jesús. Pídele
fuerzas a Él, para arrojarla lejos de tí, ¡ahora! Y corre a su
encuentro para recibir Salvación, Sanidad, Liberación, ¡Nueva Vida
en Cristo Jesús!
Vè
a Jesús. El te está esperando con la pregunta. “¿Qué quieres
que te haga?”
Sí, Jesús
vino por tí, te ama. Quiere sanar ahora mismo tus heridas físicas,
emocionales, espirituales. No temas, cree solamente. Pídele
específicamente lo que quieres: -” Señor Jesús, quiero...”
Luego
escucharás su respuesta: -”Vete, tu fe te ha salvado!”
¡Ya
eres libre completamente!
DECISIÓN
PERSONAL
Estoy
orando por tí para que tomes la decisión de recibir la Nueva Vida
que Jesús te da y seguir sus Pasos, siendo su discípulo.
PROMESA:”De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas
viejas pasaron, todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17).
(Elena Sanfilippo Ceraso
sábado 18/04/2015)
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