“…un CORDERO sin mancha y sin
contaminación, ya destinado desde ANTES de la fundación del mundo,
pero manifestado en los postreros tiempos por Amor de vosotros…”
1° Pedro 1:19/20.
Narra la Biblia, que allí, en la
región de Belén, pastores velaban y guardaban las vigilias de la
noche sobre su rebaño, cuando un Ángel del Señor se presentó ante
ellos, la Gloria del Señor los rodeó de resplandor y tuvieron gran
temor. El Ángel les dijo que no teman pues venía a darles Nuevas de
gran Gozo:
“Que OS ha nacido hoy, en la ciudad
de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”
Les dio una señal para
encontrarlo: lo hallarían envuelto en pañales acostado en un
pesebre.
Repentinamente, una multitud de
huestes celestiales apareció con el Ángel, que alababan a Dios y
decían:
¡Gloria a Dios en las alturas y en la
tierra PAZ, buena voluntad para con los hombres!
Te invito a retroceder en el
tiempo para ser parte de ese acto de adoración junto a los reyes
magos y a los sencillos pastores y que, ya en el lugar, hagamos
MEMORIA. Gozamos de ese privilegio, porque seremos visitantes del futuro, del
año 2018, tenemos la Biblia y conocemos cómo transcurrió la
historia a partir del nacimiento del Señor Jesús y antes también.
Reflexionemos en la Buena Noticia:
“NOS ha nacido hoy un Salvador que es Cristo el Señor.”
¿Quién es este niño?
¿Qué ocurre cuando una persona
decide postrarse ante Él para adorarle?
Pablo, en Filipenses 2, responde
a la pregunta de: ¿Quién es este niño?
"Cristo Jesús, siendo en forma de
Dios, se despojó a sí mismo y tomó la forma de SIERVO, hecho
semejante a los hombres y en la condición de hombre se humilló a
sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de Cruz. Por
lo cual Dios le exaltó y le dio un Nombre que es sobre todo Nombre,
para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos y en la tierra y debajo de la tierra y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre."
En Hebreos 2, también encontramos
respuesta a la pregunta: ¿Quién es este Niño?
"Jesús coronado de Gloria y de
Honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la Gracia
de Dios, gustase la muerte POR TODOS… Él participó de CARNE y
SANGRE PARA DESTRUIR por medio de la muerte al que tenía el Imperio
de la muerte, esto es, el diablo y LIBRAR a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a
servidumbre…"
Nos ha nacido un Salvador.
Postrados ante Él y habiendo invocado su Nombre para Salvación,
reflexionemos:
¿Quiénes éramos nosotros? Y
¿Quiénes somos luego de haber creído e invocado el Nombre del
Señor Jesús para Salvación y de postrarnos a sus pies?
Pablo responde de una manera tan
sencilla y clara en Efesios 2:
"Y Él les dio VIDA a ustedes
cuando estaban MUERTOS en sus delitos y pecados, en los cuales
ANDABAN EN OTRO TIEMPO. SIGUIENDO la corriente de este mundo,
CONFORME al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que
AHORA OPERA EN LOS HIJOS DE DESOBEDIENCIA, entre los cuales, todos
nosotros vivimos en otro tiempo, en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos y ÉRAMOS por
naturaleza, HIJOS DE IRA, los mismo que los demás."
Sí, YO, Elena, ANTES de aceptar
al Señor Jesús como mi Salvador Personal y Señor de mi vida y de
recibir el perdón de mis pecados en Su Nombre, estaba MUERTA en mis
delitos y pecados, seguía la corriente del mundo y hacía la
voluntad de mi carne y de mis pensamientos, el príncipe de la
potestad del aire operaba en mí, pues era HIJA de DESOBEDIENCIA y
por naturaleza HIJA de IRA.
Pero… Vayamos a Juan 1:12, ¡aquí
está la Buena Noticia!
"Mas a todos los que LE RECIBIERON,
a los que CREEN en su Nombre, les dio potestad de ser hechos HIJOS de
DIOS, los cuales no son engendrados de sangre ni de voluntad de carne
ni de voluntad de varón, sino de Dios."
Yo, Elena, al recibir, el
24/3/1985, al Señor Jesús como mi Salvador Personal y Señor de mi
vida y de ejercer fe en su Nombre y habiendo experimentado el Nuevo
Nacimiento por el Poder del Espíritu Santo, ¡fui adoptada como HIJA
DE DIOS!
El diablo y su imperio de la
muerte ya nada tienen que ver conmigo, ¡gracias a que un Niño nos
es nacido! Jesús vino a librarme, ya no estoy sujeta a servidumbre…
el diablo ya no tiene poder ni autoridad sobre mí. ¡Jesús lo
venció! Pablo escribe a los Colosenses 1:13: ”… el cual nos ha
librado de la potestad de las tinieblas y TRASLADADO al REINO de su
Amado HIJO, en quien tenemos REDENCIÓN por su Sangre, el PERDÓN de
pecados.”
"El que en Él cree, no es
condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha
creído en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios." Juan 3:18.
Pablo dice que somos miembros de
la FAMILIA de DIOS, (Efesios 2:19). ¿Cómo es esto?
Sí, Hijos de Dios que PARTICIPAN de
CARNE y SANGRE, (Hebreos 2:14). En Lucas 22:7 escuchamos a Jesús decir:
“…esto es mi Cuerpo que por
vosotros es dado…” “Esta Copa es el Nuevo Pacto en mi Sangre,
que por vosotros se derrama”.
Y en consecuencia, Hermanos de Jesús.
Leemos en Hebreos 2:17:
“Por lo cual debía ser en todo
semejante a sus Hermanos…”
“…por lo cual, NO SE AVERGÜENZA de
llamarlos HERMANOS”.
El Rey de Reyes, el Todopoderoso,
el Rey de la Creación, mi Salvador, mi Señor… no se avergüenza
de llamarme, a mí, a Elena: “su Hermana”.
Leemos en Hebreos 4:15: “Porque
no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, PERO SIN PECADO.”
Pero hay más aún, como Hermanos
estamos sentados con Él. Efesios 2 dice que Dios, que es rico en
Misericordia, por su gran Amor con que nos amó, aún estando
nosotros muertos en pecados, nos DIO VIDA juntamente con Cristo y
juntamente con Él NOS RESUCITÓ y asi mismo NOS HIZO SENTAR en
Lugares Celestiales CON Cristo Jesús…
Y todo esto… ¿por qué?
"Porque por GRACIA son salvos por
medio de la Fe y esto no de ustedes, porque es DON de Dios."
Regresemos al principio. La Buena
Noticia continúa vigente:
“Nos ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”
Isaías 9:6 describe su nacimiento
así:
“Porque un Niño nos es nacido, Hijo
nos es dado, y el Principado sobre su hombro y se llamará su Nombre:
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno. Príncipe de Paz.”
La Biblia describe este nacimiento
así:
Un niño acostado en un pesebre
cuidado por María y José, algunos sencillos pastores y tres reyes
magos adorando junto a multitud de huestes celestiales alabando a
Dios… y algunos animales.
¿Por qué? Si era el Salvador
quien estaba naciendo, ¿qué estaba pasando en realidad?
Juan 3:16/19, lo explica muy
clarito:
“Porque de tal manera amó Dios
al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en
Él crea, no se pierda mas tenga Vida Eterna.”
Pero el nacimiento de este Niño
trae al mundo Salvación por un lado y Condenación por otro. Y ésta
ES la Condenación: “que la LUZ VINO al mundo y los hombres amaron
más las tinieblas que la LUZ, porque sus obras eran malas.”
Desde el principio, el diablo
buscó matar a Jesús actuando en la mente de reyes, líderes
políticos-religiosos, familiares, amigos, etc. María y José
debieron huir abandonando todo, para preservar la vida del niño,
muchos inocentes fueron asesinados por causa de él. Años más
tarde, el diablo optó por tentar a Jesús, lo llevó a un monte muy
alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos y
le dijo: “Todo esto te daré si postrado me adorares”. También
intentó apartar a Jesús del Ministerio que su Padre le había
encomendado, pero fue èl quien debió apartarse y dejarlo ante la negativa del
Señor: “Vete satanás, porque escrito está…”
Finalmente creyó que había
logrado su objetivo, cuando durante la última Cena entró en Judas y
lo instó a traicionar a Jesús, quien fue crucificado y muerto.
Jamás pensó que Jesús iba a RESUCITAR, vencerlo a él y a su
imperio de la muerte No sólo eso, Jesús resucitado descendió a los
infiernos a proclamar su Victoria.
“YO SOY el Primero y el Último y el
que VIVO y estuve muerto, mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las LLAVES de la muerte y del Hades." Apocalipsis 1.
Un día, el diablo menospreciando
lo ocurrido durante el bautismo de Jesús, inicio de su Ministerio,
se atrevió a tentarlo diciendo: “Todo esto te daré si postrado me
adoras”.
Jesús RESUCITADO declara: “Toda
POTESTAD me es dada en el Cielo y en la Tierra… He aquí Yo estoy
con Ustedes todos los días hasta el fin del mundo”. Mateo 28:18.
Elena Sanfilippo Ceraso
10 de diciembre del 2018
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