“Y
Jehová tu Dios te convirtió la maldición en Bendición porque
Jehová tu Dios te amaba”. Deuteronomio 23:5.
Según
el diccionario:
Cansado:
Que se debilita o decae. Falto de fuerzas. Agotado, fatigado.
Fatiga:
Deterioro interno por estar sometido a esfuerzos repetidos superiores
al límite de resistencia e inferiores al límite de elasticidad.
Te
pregunto nuevamente: ¿Estás cansado? No te pregunto si te “sentís”
cansado, es decir, si te sentís cansado por problemas de índole
familiar, laboral, etc. Te pregunto si “estás” cansado por
exceso de trabajo físico o intelectual que puede desembocar en
problema físico, psicológico o psiquiátrico si no te detienes un momento a
meditar en ello.
¿Qué consecuencias puede traer para tu vida el
exceso de trabajo?
Pero
mejor, vayamos a las fuentes. ¿Qué nos dice la Biblia acerca del
trabajo excesivo?
Génesis
3 nos cuenta que vio Dios todo lo que había hecho y era bueno en
gran manera. Y bendijo a Adán y Eva: Fructificad y multiplicaos,
llenad la tierra y sojuzgadla,(esto es someter, dominar), señoread…
Vida tranquila la de Adán y Eva. ¡Eran los señores de la Creación!
Tenían el poder y la autoridad delegados por Dios.
Y
cuando Dios acabó su Obra REPOSÓ.
Pero
a poco del comienzo de la historia del hombre sobre la tierra, Dios
castigó a Adán, Eva y a la serpiente. Veamos qué ocurrió con
Adán. Dios le dijo que por haber comido del árbol que le había
mandado que no comiese “maldita” sería la tierra por SU causa, y
no sólo eso, sino que con dolor comería de ella todos los días de
su vida… Y hay más, la tierra comenzaría a producir espinos y
cardos, Por lo que Adán “comería el pan con el sudor de su
rostro”, ¿Y por cuánto tiempo? ¡Hasta que vuelva a la
tierra!, (hasta su muerte). Por tanto, Jehová Dios los sacó del
Huerto del Edén y mandó a Adán a que labrase la tierra para comer.
¡Por su desobediencia a Dios, por su orgullo y codicia, Adán pasó
de ser un señor a ser un labrador!
La
Creación comenzó con toda la Bendición de Dios. Pero por el
pecado de Adán, la Bendición se convirtió en maldición ¡para
toda la Creación! Sí, este pecado trajo terribles consecuencias
para ellos mismos pero también para sus descendientes, hasta la
actualidad.
En
su inmenso Amor por su Creación, Dios tenía un plan para
reconvertir esa maldición en Bendición: JESUCRISTO. Cristo nos
redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros “maldición”,
(Gálatas 3:13). Si eres descendiente de Adán, pesa sobre tí esta
maldición. Pero si te has arrepentido de tus pecados y creído que
Jesús murió por ti en la cruz del Calvario, que entregó su Vida
por Amor a ti, para que sean perdonados tus pecados y darte Vida
Eterna, entonces eres Hijo de Dios y Él ya te convirtió la
maldición en Bendición por Amor a ti.
Si
has hecho profesión de FE pública en Jesús como Salvador Personal
y Señor de tu vida, eres libre de maldición pues ya no eres
descendiente de Adán. ¡Eres un Hijo de Dios Heredero de Bendición!
Hermano/a,
te pregunto nuevamente: ¿Estás cansado por exceso de trabajo?
Veamos
qué nos dice la Palabra de Dios con respecto a este tema.
Lucas
4:40-44 nos cuenta que al ponerse el sol todos los que tenían
enfermos de diversas enfermedades los traían a Jesús, quien
poniendo sus manos sobre cada uno de ellos los sanaba, también
echaba fuera demonios. La gente lo buscaba y lo detenía para que no
se fuera a otro lugar.
Juan 4:3-6, narra que Jesús salió de Judea y
se fue otra vez a Galilea, pasando por Samaria entró a la ciudad
llamada Sicar. Jesús no andaba en ningún medio de transporte,
caminaba y caminaba… “CANSADO del CAMINO” se sentó junto al
pozo que contenía agua para beber…
Sí, Jesús se cansaba. Pero los
Evangelios nos cuentan que siempre subía al monte a orar, aparte, en
todo momento. Muchas veces pasaba la noche orando. Otras veces solía
apartarse a un lugar desierto.
Marcos
nos cuenta que una vez los apóstoles vinieron a Jesús luego que Él
los enviara a enseñar, a sanar y a liberar y le contaban asombrados
todo lo que habían hecho en Su Nombre. ¡Pero estaban muy cansados!
Y como Jesús conoce muy bien sobre las consecuencias del exceso de
trabajo, les hizo una invitación:
“VENID VOSOTROS APARTE A UN LUGAR DESIERTO Y DESCANSAD ALLÍ UN POCO”. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto, pues la gente no les dejaba tiempo ni para comer. (Marcos 6:30-32).
“VENID VOSOTROS APARTE A UN LUGAR DESIERTO Y DESCANSAD ALLÍ UN POCO”. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto, pues la gente no les dejaba tiempo ni para comer. (Marcos 6:30-32).
Jesús
junto al lago de Genesaret con el gentío que se agolpaba sobre Él
para oir la Palabra de Dios. Dos barcas cerca de la orilla del lago y
los pescadores descendiendo de ellas para lavar y remendar las redes,
muy desanimados pues no habían pescado nada durante toda la noche.
Jesús entró en la barca de Pedro y le pidió que la apartase de la
tierra un poco, y ahí, sentado, enseñaba a la multitud sobre el
Evangelio del Reino de Dios.
Pero también observaba a los pescadores
que continuaban trabajando con las redes luego de una larga noche en
la que no pudieron pescar nada.
Cuando
terminó su enseñanza, Jesús le dijo a Pedro: -Boga mar adentro y
echa las redes para pescar.
Pedro
le contestó: -Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada
hemos pescado, mas en Tu Nombre echaré la red.
¡Pobre
Pedro! Ser pescador era su trabajo. Un trabajo rudo, arduo, sin
horarios, sacrificado, riesgoso… Vivía de la venta de lo que
pescaba. Si esa noche no había pescado nada, no vendía nada y por
lo tanto no había ingreso económico. Estaba cansado, agotado y
quería ir a descansar. Había escuchado a Jesús mientras trabajaba
con las redes. ¡Qué bien hablaba! Por eso las multitudes lo
seguían. Pero él no había pescado nada, no iba a llevar dinero a
su casa. Las Palabras de Jesús no lo alimentaban ni a él ni a su
familia. Pero al oir la propuesta de Jesús decidió hacer una
manifestación de Fe: “…mas en Tu Nombre echaré la red…”
Pedro
arrojó las redes, ¿y qué pasó? ¡Se rompían las redes de lo
cargadas que estaban! Incluso invitaron a otros pescadores que
también llenaron sus redes.
Ahí mismo, Pedro cayó de rodillas ante
Jesús y se reconoció pecador. Comprendió que el Mensaje de Vida de
Jesús es integral, pleno. Que Jesús conoce de las necesidades
humanas terrenales y que éstas tienen que ser satisfechas,
cubiertas. Pedro no regresó a su casa con las manos vacías pero
lleno de palabras lindas dichas por Jesús. Se dio cuenta que Jesús
nunca permitiría eso. Por eso cuando llegaron a la orilla, dejándolo
TODO le siguió.
Juan
(21:3), narra que después de la muerte de Jesús, Pedro y otros
discípulos fueron a pescar. Y esa noche tampoco pescaron nada.
Cuando amanecía se presentó Jesús Resucitado en la playa, pero
ellos no lo reconocieron, y les pidió de comer. Ellos le dijeron que
no tenían nada. ¡Esta vez también habían trabajado toda la noche
sin éxito! Ya se iban a descansar, pero Él les dijo “echen la red
a la derecha de la barca y hallarán”. Así lo hicieron y no la
podían sacar por la gran cantidad de peces. Al descender a tierra
vieron brasas puestas y un pez encima de ellas y pan. ¡Y así Jesús
los invitó a comer! Ahí lo reconocieron.
Jesús
no te pide que dejes el trabajo, pero sí que te sientes a comer con
Él, que no dejes de hacerlo. Corre a tener un Encuentro con Jesús,
no dejes que el trabajo excesivo impida tu Encuentro con Él.
¿Sabes
porqué utilizo esta foto antes de finalizar el estudio? Por que es
el tiempo del Encuentro con Jesús, a solas, compartiendo el pescado
asado que Él preparó especialmente para ti. Sí, es necesario que
trabajes para que cubras las necesidades básicas, pero es
imprescindible que vayas al Encuentro de Jesús para Reposar, beber,
alimentarte espiritualmente, esto es, buscar el Reino de Dios y su
justicia.
Marcos
6:48 nos cuenta que Jesús estaba solo en tierra y la barca con sus
discípulos se hallaba en medio del mar y viéndolos REMAR con GRAN
FATIGA, porque el viento les era contrario, vino a ellos andando
sobre el mar, pero ellos muy cansados, no lo reconocieron. El Buen
Jesús, compasivo de quien se fatiga por el arduo trabajo, va a su
encuentro, lo busca, lo llama…Pero el cansancio hace que la persona
lo desconozca, aún cuando lo llama por su nombre, aún cuando oye su
voz…Tal vez, el exceso de trabajo le ha impedido ir al Encuentro de
Jesús, ¡No le queda tiempo! ¡Es tanto lo que tiene que hacer!
Leemos en Eclesiastés 10:15: “El trabajo de los necios los
fatiga”. El salmo 14:1 define al necio: “Dice el necio en su
corazón: no hay Dios”.
Hay
promesas preciosas en la Biblia para el que cree en Jesús. Por
ejemplo el salmo 121:6: “…el sol no te fatigará de día ni la
luna de noche…”
Pero
si no vas al Encuentro de Jesús, ¿cómo sabes lo que Él tiene para
ti en su Palabra?
Sí,
hay Promesas preciosas, pero también hay una ADVERTENCIA, en Hebreos
12: 1-3: “PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS…PARA QUE VUESTRO ÁNIMO NO
SE CANSE HASTA DESMAYAR”.
Jesús
te invita ahora: “VENID A MÍ todos los que estáis trabajados y
cargados y YO os haré descansar”. (Mateo 11:28)
* * * * *
“VENID
VOSOTROS APARTE A UN LUGAR DESIERTO Y DESCANSAD ALLÍ UN POCO”.
(Marcos 6:31).
También
Jesús se cansó, Sabe lo que el cansancio significa para una persona
y qué consecuencias puede traerle a su vida en lo personal,
familiar, social…El cansancio es una herramienta poderosa en las
garras del diablo para llevarla a la destrucción. Es un verdadero
azote de satanás. El exceso de trabajo puede afectar la salud física
y mental de un individuo.
Jesús
conoció el tremendo cansancio al cargar con su cruz muy pesada y
habiendo sido antes azotado. Muchas veces cayó. Hasta que ya no pudo
levantarse. Tuvieron que ayudarlo a cargar su cruz.
Jesús
te invita a que tengas un “Encuentro” con Él, quiere darte
DESCANSO. ¿Estás muy cansado? Acepta su invitación. Y si tú se lo
pides: Él te dará Agua Viva para que no tengas SED jamás y te dará
PAN, porque Él es el PAN DE VIDA y nunca más tendrás HAMBRE.
Pon
tus ojos en Jesús para que no te canses hasta desmayar.
En Mateo
6:25-34, Jesús da la clave:
“No
se afanen por vuestra vida: ¿qué como?, ¿qué bebo?, ¿qué visto?
Vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
Busquen primeramente el Reino de Dios y su Justicia y todas estas
cosas os serán añadidas. Basta a cada día su propio mal."
(Elena Sanfilippo Ceraso
sábado 05/09/2015)
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