Te
voy a pedir que leas detenidamente la letra del himno “En el Monte
Calvario”.
En el monte Calvario estaba una cruz,
emblema de afrenta y dolor,
y yo amo esa cruz do murió mi Jesús
por salvar al más vil pecador.
Coro:
¡Oh!
yo siempre amaré a esa cruz,
en
sus triunfos mi gloria será;
y
algún día en vez de una cruz,
mi
Corona Jesús me dará.
Y
aunque el mundo desprecie la cruz de Jesús,
para
mi tiene suma atracción,
pues
en ella llevó el Cordero de Dios
de
mi alma la condenación.
En
la cruz de Jesús do su sangre vertió,
hermosura
contemplo sin par;
pues
en ella triunfante a la muerte venció,
y
mi ser puede santificar.
Yo
seré siempre fiel a la cruz de Jesús,
su
oprobio con él llevaré,
y
algún día feliz con los santos en luz
para
siempre su gloria veré.
Habla
de un lugar: el Monte Calvario. Lugar donde crucificaron a Jesús, no
lejos de las murallas de Jerusalén, pero fuera del recinto de la
ciudad. En el mismo lugar había un jardín privado para sepulcro en
que estuvo tendido el cuerpo de Jesucristo hasta su Resurrección. La
expresión Monte Calvario se fundamenta en el nombre “Gólgota”,
que en hebreo y arameo significa “cráneo”, pues tiene una ligera
elevación en la parte superior como de un cráneo. En griego,
“Kranion”. El término “calvario” proviene del latín
“calvaria”, del que deriva el castellano “calavera”.
La
crucifixión era la pena capital ejecutada mediante la fijación del
“reo”: ¡Jesús!, a una cruz, se ataban las manos y los pies, o
de manera más cruel, se usaban clavos, traspasando manos y pies.
Muchos pueblos la aplicaban: sirios, persas, cartagineses y egipcios.
Para los israelitas, colgar a una persona de un madero era una señal
de una “maldición” espeial. (Deut. 21:22-23). Pero el apóstol
Pablo ve en este texto, el anuncio profético de la maldición que
Cristo iba a llevar en la Cruz en nuestro lugar. (Gál.3-13)
Con
frecuencia se azotaba al condenado, que con el cuerpo lacerado era a
continuación obligado a llevar su Cruz. La muerte sobrevenía
después que la sed y el hambre hubieran surtido sus efectos. Una
forma de acelerar la muerte era quebrarle las piernas. La cruz era de
madera y pesada. Llevar la cruz significa incurrir en el oprobio (deshonra y deshonor públicos) y
las calumnias (acusación falsa pública). Cristo fue hecho “maldición” por nosotros:
“Maldito todo el que es colgado de un madero”. (Gál.3-13).
Después
de la crucifixión, muchos discípulos tuvieron otra actitud con
respecto a la Cruz. Pablo se gloriaba en la Cruz de Cristo, (Gál.
6-19), ya que la crucifixión de Jesús representa Perdón de
Pecados, Muerte y Resurrección. (Ef. 2-16/ Col.1:20). En 2°
Corintios 13:4 afirma que aunque Jesús fue “crucificado en
debilidad” VIVE por el PODER de DIOS. Sí, a éste Jesús
crucificado resucitó Dios. (Hechos 21:32).
Señor
Jesús: Yo no soy DIGNO de que entres bajo mi techo.(Mateo 8:8).
“El
que ama a padre o madre más que a mí, no es “digno” de mí, el
que ama a hijo o hija más que a mí, no es “digno” de mí. Y el
que no toma su Cruz y sigue en pos de mí, no es “digno” de mí”.
(Mateo 10:37,38).
Dignidad:
Persona investida de honor y autoridad.
En
Mateo 16:24, Jesús repite: “Si alguno quiere venir en pos de mí,
“niéguese a sí mismo”, “tome su Cruz” y “Sígame”.
Jesús
te invita a seguirlo, pero tiene condiciones:
-Niégate
a ti mismo. -Toma tu Cruz. -Sígueme.
Jesús
mismo empleó la Cruz en sentido figurado y espiritual. Y profundizó
aún más en las condiciones para seguirlo. Lucas nos cuenta que
grandes multitudes iban con Jesús. (14:25 a 33). Él se volvió y
les dijo: “Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre y madre y
mujer e hijos y hermanos y hermanas, aún también, su propia vida,
no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su propia Cruz y viene
en pos de mí, no puede ser mi discípulo”.
Aborrecer:
Aversión: oposición y repugnancia.
Jesús
no quería que grandes multitudes lo siguieran. Él no era un
político, ni un pastor estrella, ni un gobernante, ni un “papa”
o líder religioso mundial. No vino al mundo para cumplir ninguna de
esas funciones. Claramente había dicho: “Mi Reino no es de este
mundo” y que había ángeles a su servicio. Incluso, vimos cómo la
Creación se le sometía, porque Él es el Creador. Él es el Rey de
Reyes y Señor de Señores, pero vino a la tierra como SIERVO, vino a
salvar lo que se había perdido, a entregar su Vida, a dar su Sangre
Preciosa por cada uno de nosotros. Dice Pablo, en 1° Corintios 1:18,
que la Palabra de la Cruz es LOCURA a los que se pierden, pero a los
que se salvan, es PODER de DIOS.
Jesús
vio a las multitudes siguiéndolo, pero al volverse le habló al
individuo: “Si alguno viene a mí y no aborrece…” y finalizó
diciendo: “Así pues, cualquiera de vosotros que no “renuncia”
a TODO lo que posee, no puede ser mi discípulo.
-Negación.
–Aborrecer. –Renunciar.
¿Tú
estás perdido entre la multitud de “cristianos” que dice seguir
a Jesús? MEDITA seriamente en ello.
Sí,
quieren seguir a Cristo, pero no por el Camino que Él indica que
vayan. Quieren elegir el camino por donde ir. Pero hay un solo Camino
para llegar al Padre: Jesús. Y rechazan cumplir las condiciones que
Jesús impone: negación, renuncia, tomar la Cruz,para seguirle…
Les
gusta mirar la Cruz Vacía: ¡Jesús Resucitó! ¡Gloria a Dios!
Pero antes Jesús debió pasar por la Cruz. Dijo en Getsemaní,
mientras oraba antes de la crucifixión: “Padre, si quieres pasa de
mí esta Copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Puesto de rodillas oró, mientras un ángel del Cielo le
fortalecía y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían a
tierra” (Lucas 22:39-46).
Cada
persona que decide seguirle, debe tomar su Cruz personal, llevarla y
luego será resucitada. Debe seguir sus pasos y andar por donde Él
anduvo.
¡Cuenta con su Presencia incondicional! Por eso Pablo dice
en 1° Corintios 1:23 y 2:2: “Pero nosotros predicamos a Cristo
Crucificado”. No hay Resurrección sin Cruz.
* * *
Los
Hebreos: Dignos del Señor Jesús. (10:32-39)
Leemos:
“Traigan a la memoria los días pasados, en los cuales, después
de haber sido “iluminados”, sostuvieron “Gran Combate de
Padecimientos” por una parte, con “vituperios y tribulaciones”
fueron hechos Espectáculo, esto es, fueron expuestos al público
para diversión o recreación. Y, por otra parte, llegaron a ser
compañeros de los que estaban en una situación semejante, se
compadecieron de los presos y el despojo de los bienes sufrieron con
gozo, sabiendo que tienen una mejor y perdurable herencia en los
Cielos…”
Sí,
el que sigue al Señor Jesús, es Hijo del Reino. Pero este Reino del
Señor Jesús, no es de este mundo. ¡Es el Reino del Revés! El
mundo no entiende que su única ley es la Ley del Amor, tampoco
entiende el Mensaje de la Cruz, ¡es locura! Solamente la persona que
se niega a sí misma, toma su Cruz y le sigue es digna de Él, es
decir, Jesús la inviste de Honor y Autoridad. ¡Pasa a ser un Hijo
del Reino! Pero va por el Camino de la Cruz siguiendo a su Señor. No
ocupa los mejores lugares en este mundo, sino que por el contrario,
ese Hijo del Reino es hecho “espectáculo” para el mundo.
El
príncipe de este mundo es el diablo. Él no comprende la “Ley del
Amor”. Es una Locura que:
-Jesús
lavara los pies a sus discípulos. (Juan 13:5).
-Jesús
entrara montado en un pollino en la que fue su “entrada triunfal a
Jerusalén”. (Juan 12:12-15)
-Afirmara:
Si alguno quiere ser el primero será el “postrero” de todos y el
“servidor” de todos. (Marcos 9:33 a 35).
-Que
hablara de negación, renuncia, tomar la cruz para seguirle, cuando
el diablo propone condiciones atractivas para que lo sigan.
-Y
en Marcos 10:42-45, Jesús enseñó: “Sabéis que los gobernantes se
enseñorean de las naciones y ejercen potestad sobre ellas. No será
así entre ustedes, sino que el que quiere hacerse grande entre
ustedes, será su SERVIDOR, y el que de ustedes quiera ser el
primero, será SIERVO de todos.
PORQUE
EL HIJO DEL HOMBRE NO VINO PARA SER SERVIDO SINO PARA SERVIR, PARA
DAR SU VIDA EN RESCATE POR MUCHOS.
Sólo
Jesús puede hacernos DIGNOS. Pero tenemos que estar dispuestos a
pagar el precio. Su Sacrificio en la Cruz del Calvario no es barato.
Si
sigues a Jesús te invito a que tomes una hoja y dibujes bien grande
Colosenses 2:8-15. Repítelo mil veces y que no te quede ninguna duda
de este pasaje. “JESÚS ANULÓ EL ACTA DE LOS DECRETOS QUE HABÍA
CONTRA NOSOTROS, QUE NOS ERA CONTRARIA, QUITÁNDOLA DE EN MEDIO Y
CLAVÁNDOLA EN LA CRUZ. Y despojando a los principados y potestades ,
los exhibió públicamente, TRIUNFANDO SOBRE ELLOS EN LA CRUZ.
Yo
lo dibujé más o menos así. Dios te bendiga.
Alabemos juntos a Dios!!
(Elena Sanfilippo Ceraso
viernes 28/08/2015)
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