Mateo
23:23. “Lo más importante de la Ley: la Justicia, la Misericordia
y la Fe”. Señor Jesús.
En
Israel el homicidio estaba penado con la muerte. La única exención
estaba en el homicidio involuntario. Se señalaron, entonces, seis
Ciudades de Refugio, tres a cada lado del Jordán, adonde debería
huir todo el que hubiera dado muerte, involuntariamente, a alguien.
Estas ciudades tenían SIEMPRE ABIERTAS SUS PUERTAS para que el que
venía huyendo no tuviera que esperar a que le abran, pues estaba en
riesgo su vida. Fueron dadas a los Levitas y los Ancianos de estas
ciudades eran quienes debían determinar si la muerte había sido
causada por accidente o no. En caso negativo, el Vengador de la
sangre no estaba autorizado a dar muerte al homicida. Sin embargo,
éste debía permanecer en la Ciudad de Refugio hasta la muerte del
Sumo Sacerdote, sólo después podía volver a sus posesiones. SI
SALÍA DE LA CIUDAD antes de ello y el Vengador de la sangre le
hallaba, éste podía darle muerte. El presunto homicida podía
correr hasta la Ciudad de Refugio más próxima, esto es, 55 km.,
pudiendo ir a Cedes, en el monte Neftalí, a Siquem, en el monte de
Efraín, a Quinat, en el monte de Judá, a Beser, en el desierto, a
Ramot de Galaad en la tribu de Gad o a Golán de Basán de la tribu
de Manasés. La distancia entre estas ciudades era de 110 km.
Números
35: 9-28. Josué 20: 1-9. Las Ciudades eran de Refugio para los
hijos de Israel, para el extranjero y el que morara entre ellos, para
que huya de allá cualquiera que hiriere de muerte a otro sin
intención. La congregación debía juzgar si el homicidio era
involuntario o no. Si había sido involuntario, el refugiado sería
librado del Vengador y moraría en esta Ciudad hasta que muriera el
Sumo Sacerdote, el cual fue ungido con aceite santo. Después de su
muerte, el homicida volvería a la tierra de su posesión.
El
Vengador de la sangre, también llamado Ejecutor de la Justicia,
debía ser el pariente más próximo al asesinado. Después del
diluvio Dios dio a Noé la Ley de que “el que derramare sangre del
hombre, por el hombre su sangre será derramada”. Génesis 9:6. La
Ley establecía la distinción entre homicida y asesino.
CONTINUARÁ.
MEDITA
con la PALABRA DE DIOS.
¿Habla
Dios de Ciudades de Refugio en el Nuevo Testamento? ¿Te son
familiares los términos Vengador de la sangre – Sumo Sacerdote?
Hermano/a:
Te
ruego, que comiences ahora mismo a
OCUPARTE
EN TU SALVACIÓN CON TEMOR Y TEMBLOR.
AGRADECE
al Señor JESÚS por una SALVACIÓN tan grande y ¡no la descuides!
(Elena Sanfilippo Ceraso
jueves 16/06/2016)
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