Ovejita
perdida:
Te
escribo a ti, que te alejaste del Buen Pastor y de su rebaño.
Quiero
decirte que Él salió a buscarte. Te ama tanto que dio su vida por
ti, ¡fue crucificado y ha resucitado!, para rescatarte, salvarte y
darte Vida Eterna.
Como
Buen Pastor, salió a buscarte porque quiere hacerte descansar en
lugares de delicados pastos y pastorearte junto a aguas de reposo,
confortarte, guiarte por sendas de justicia y que cuando andes en
valle de sombra de muerte, ¡no tendrás temor!, porque Él estará
contigo. Su vara y su cayado te darán ánimo. Preparará una mesa
para ti delante de tus angustiadores, ungirá tu cabeza con aceite,
tu copa rebozará. Todos los días, el bien y la misericordia te
seguirán ¡y vas a morar en la Casa de Dios!
El
Buen Pastor dejó bien guardadito el rebaño y corrió a buscarte por
los caminos oscuros y en tinieblas del mundo. Teme por tu vida. Te
llama, grita tu nombre: ¡………….!, sin importarle las
condiciones climáticas, los peligros, las fatigas…
¿Escuchas
cómo te llama por tu nombre?
¡Respóndele!
¡El Buen Pastor te llama!
Tal
vez las tentaciones, la carne, el mundo, las tribulaciones, las
pruebas, el diablo, que es padre de mentiras, te engañó y te dijo
que el Buen Pastor no quiere dejarte vivir la vida, que disfrutes de
tu libertad… Y así te alejaste… ¡Y te perdiste!
Piensas
que ya es tarde, porque estás inmersa en el pecado, o porque estás
demasiado herida, o porque te has quedado sin Fe.
Querida
ovejita perdida, alejada del rebaño. ¡Jesús salió a buscarte!
¡Vuelve
ovejita! Grita bien fuerte: ¡¡Señooor… aquí estoy!!
Dile
al Buen Pastor:
Me
arrepiento de mis pecados, perdóname. Soy una ovejita desobediente.
Tómame en tus brazos y llévame al rebaño.
Y
Jesús te perdonará. Vuelve atrás de donde estás. ¡Vuelve a
Jesús!
El
Buen Pastor te levantará, te cubrirá, sanará tus heridas físicas,
emocionales, espirituales, te consolará. Te alimentará con el Pan
de Vida y con el Agua Viva y te sumergirá en la Fuente de Agua Viva.
Luego, te pondrá el mejor vestido y todos en el rebaño celebraremos
tu regreso. Porque tú, ovejita, te habías perdido, pero el Buen
Pastor te halló y regresaste.
Ovejita
perdida:
En
esta Nochebuena, dile ¡Sí a Jesús! Vuelve al rebaño. Entonces
todas las ovejitas del rebaño proclamaremos:
¡FELIZ
NOCHEBUENA! ¡FELIZ NAVIDAD!
(Elena Sanfilippo Ceraso
lunes 21/12/2015)
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