Israel,
el PUEBLO de la HEREDAD de Dios. Deut. 4:20.
Así
dice Jehová: HACEDOR tuyo, NO TEMAS, JESURÚN, a quien YO ESCOGÍ.
Isaías 44: 2-3.
JESURÚN
significa “el que es RECTO”. Es un término poético, afectuoso,
con el que Dios denominaba a su Pueblo y era relativo al carácter
moral que Israel debía manifestar.
LECTURA:
1° Corintios 10: 1-14.
¡AY!,
DE LOS QUE DESCIENDEN A EGIPTO POR AYUDA. Isaías 31:1.
Hubo
un Pueblo que estando ESCLAVO en Egipto, se acordó del Dios de sus
padres y CLAMÓ a ÉL por LIBERACIÓN. Él los escuchó desde los
Cielos y respondió a su gemir. El Pueblo le dijo SÍ a Dios y
decidieron obedecerle. Entonces, ÉL ABRIÓ para ellos el Mar Rojo y
destruyó a sus enemigos, rompió sus cadenas y los hizo ¡LIBRES!,
para darles más de lo que esperaban, porque los iba a guiar hacia la
Tierra Prometida.
Deuteronomio
26 narra así lo acontecido:
…Y
los egipcios nos maltrataron y nos afligieron y pusieron sobre
nosotros dura servidumbre y clamamos a Jehová, el Dios de nuestros
padres, y Jehová oyó nuestra voz y vio nuestra aflicción, nuestro
trabajo, nuestra opresión y Jehová nos sacó de Egipto con Mano
Fuerte, con Brazo extendido, con grande ESPANTO, con SEÑALES y con
MILAGROS y nos trajo a este lugar y NOS DIO esta tierra, TIERRA QUE
FLUYE LECHE Y MIEL.
1°Corintios
10 narra y describe lo ocurrido en el Camino:
TODOS
estuvieron bajo la Nube y TODOS pasaron el Mar y fueron BAUTIZADOS en
la Nube y en el Mar y TODOS comieron el mismo Alimento Espiritual y
TODOS bebieron la misma Bebida Espiritual, porque bebían de la Roca
Espiritual que los seguía y la ROCA era CRISTO.
Libres,
bautizados, alimentados material y espiritualmente… siguiendo a su
Dios. Habían cruzado el Mar Rojo. Ahora debían cruzar el DESIERTO.
Dios sería SU GUÍA, pero dependía de ellos cómo y en cuánto
tiempo cruzarían el DESIERTO para llegar a la Tierra Prometida.
Y
en ese camino, cruzando el DESIERTO hacia la Tierra Prometida, serían
TRANSFORMADOS por su Dios, en JESURÚN: EL QUE ES RECTO. El Nombre
que Dios les había dado se haría carne en ellos al finalizar su
viaje.
Dios
había elegido a este Pueblo de entre todos los pueblos de la tierra,
y no era precisamente el mejor, para que sea su HEREDERO. Les
manifestaba su afecto y lo que esperaba de ellos, que sean JUSTOS,
RECTOS entre las naciones del mundo, y esto no de ellos mismos, sino
que serían transformados por el poder de DIOS.
Dios
mantenía con su Pueblo, por medio de Moisés, una relación
personal. Sus palabras eran de amor, estímulo, esperanza:
Soy
tu HACEDOR, no temas, JESURÚN. Yo te escogí para que seas el Pueblo
de mi HEREDAD.
Dios
quería que fueran la LUZ del mundo para que todas las naciones al
verlos exclamaran:
¡No
hay como el DIOS DE JESURÚN! Y desearan convertirse a ÉL.
Ahí
estaba el Pueblo frente a un desierto tan grande como el mar. Pero
esta vez, no iba a ocurrir un cruce milagroso. El milagro iba a
ocurrir en la transformación, por obra de Dios, de este Pueblo en
JESURÚN., en un Pueblo RECTO, JUSTO.
Pero…
¿Cómo fue el ANDAR DIARIO de este Pueblo por el DESIERTO? ¿Qué
ocurrió en el Camino?
¿Cómo
anduvo este Pueblo la distancia entre el Punto de partida Egipto,
hacia el Punto de llegada la Tierra Prometida? ¿Llegarían TODOS los
que salieron?
Nos
cuenta Pablo en 1° Corintios 10, que de muchos de ellos NO se agradó
Dios y quedaron POSTRADOS en el Desierto.
¿Por
qué causa le ocurrió esto a muchos del Pueblo?
-Por
CODICIAR cosas malas.
-Por
ser IDÓLATRAS.
-Por
FORNICAR y cayeron en un día 23000.
-Por
TENTAR a Dios y perecieron por las serpientes.
-Por
MURMURAR y perecieron por el destructor.
Un
día cantaban alabanzas a Dios por haberlos liberado del Faraón y
abrir el Mar Rojo y por todos los milagros, señales y prodigios que
había hecho para ellos.
A
los pocos días PECABAN contra Dios, OLVIDANDO TODOS sus milagros,
prodigios y señales realizados por Él a su favor y codiciaban,
murmuraban, fornicaban, tentaban a Dios, altercando y murmurando
contra Moisés y contra Dios. Dijo el Pueblo:
¿Por
qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a
nuestros hijos y a nuestros ganados?
Les
dijo Moisés: ¿Por qué TENTÁIS A DIOS?
Murmuraban
cosas horribles. Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto…
cuando nos sentábamos a las ollas de carnes, cuando comíamos pan
hasta saciarnos… pues, NOS HABÉIS SACADO a este Desierto PARA
MATAR de hambre a toda esta multitud. Éxodo 16:3.
¡Qué
buena la vida ANTERIOR! ¡No nos faltaba nada! Estábamos saciados,
nuestra panza estaba llena.
En
este Tiempo de Murmuración OLVIDARON que fueron ellos quienes
clamaron a Dios por Liberación de la esclavitud que padecían bajo
Egipto. Olvidaron las señales, milagros y prodigios de Dios a favor
de ellos, olvidaron que eran SU Pueblo amado, SU Jesurún. Pero lo
peor, fue cuando reprocharon a Dios y a Moisés:
¡Ustedes
nos sacaron de Egipto y nos trajeron al desierto para matarnos!
Se
olvidaron de las palabras MALTRATO, AFLICCIÓN, OPRESIÓN,
SERVIDUMBRE… Y no eran sólo palabras, ésa era su forma de vida en
Egipto.
¿Y
AHORA? ¡Querían volver a Egipto para pedir su AYUDA!
Estaban
dispuestos a RENUNCIAR a su Libertad para volver a Egipto.
CONTINUARÁ
(Elena Sanfilippo Ceraso
17/09/2016)
Gracias por compartir tan interesante estudio. "El olvido", el gran mal del hombre en relación a Dios.
ResponderEliminar