TIEMPO DE ALABANZA A DIOS.
Salmo
124.
El
salmista canta en plural, utilizando el pronombre NOSOTROS. Bendice y
alaba a Dios, en nombre de todos, por haber sido librados de los
enemigos. Él es uno con sus Hermanos en la Fe. Juntos clamaron por
socorro a Dios, porque padecían lo mismo: escarnio, menosprecio,
fraude, mentira, engaño, por la lengua perversa de sus vecinos.
Es
tremendo cómo describe la LIBERACIÓN de parte de Dios:
Si
Dios no hubiera estado por nosotros, cuando se levantaron contra
nosotros los hombres…
¿Qué
hubiera pasado si Dios no hubiera estado POR ELLOS? ¡Estos hombres
los habrían TRAGADO VIVOS!
Imagina
qué situación. Dice que se encendió el furor de estos hombres
contra ellos, y si Dios no hubiera estado por ellos, los habrían
inundado las aguas, y sobre ellos hubiera pasado el torrente, las
aguas impetuosas. ¡Iban rumbo a la muerte!
Perseveraron
en Clamar y en alabar a Dios, buscaron el Bien del Hermano en la Fe y Dios
los libró de la muerte segura.
El
salmista bendice a Dios porque no los dio, no los entregó por presa
a los dientes de ellos.
Escaparon
cual ave del lazo de los cazadores. ¡Se rompió el lazo y escaparon!
El
salmista se preguntaba en el salmo 121:
¿De
dónde vendrá Mi socorro?
Realizaba
esta pregunta en su propio nombre, de manera personal. De igual modo
fue la respuesta.
Mi
Socorro viene de Dios que hizo el Cielo y la tierra.
Pero
en el Salmo 124 asegura en plural:
NUESTRO
Socorro está en el Nombre de Dios, que hizo el Cielo y la tierra.
El
salmista alaba a Dios porque respondió a su oración, cuando clamaba
por su socorro y liberación, primero sólo y luego con el pueblo de
Dios. ¡Dios tuvo Misericordia! ¡No bajes tus ojos! ¡Dios es
Misericordioso y Compasivo!
DECLARACIÓN DE CONFIANZA EN DIOS.
Lectura
SALMO 125.
El
salmista declara que Dios protege a su pueblo, del cual él forma
parte. No está solo, aunque circunstancialmente habita en medio de
tiendas de hombres perversos que no temen a Dios y son guerreros.
Utiliza
una palabra: CONFIANZA.
¿En
quién has puesto tu confianza?
Luego
realiza una comparación hermosa, dice que los que confían en Dios
son como el monte de Sion, que no se mueve, que permanece para
siempre. Nuevamente hace referencia a Dios como GUARDADOR, que está
alrededor de su Pueblo desde ahora y para siempre.
Mira
lo que dice en Zacarías 2:5:
Yo
seré para ella, dice Dios, MURO de FUEGO en derredor y para GLORIA
estaré en medio de ella.
No sólo es el MURO que guarda a su Pueblo,
sino que MORA en medio de él.
El
salmista pide a Dios que haga BIEN a los que lo aman y les dé PAZ,
además le ruega que haga JUSTICIA con los que hacen iniquidad, con
los pecadores que no se arrepienten delante de Él.
¿En
quién has puesto tu confianza?
Si
has puesto tu confianza SÓLO en Dios: Él es tu GUARDADOR, MURO de
FUEGO a tu alrededor y te va a colmar de BIEN y de PAZ.
¡Alabemos
juntos a Dios!
(Elena Sanfilippo Ceraso
20/08/2016)
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