sábado, 18 de marzo de 2017

INJERTADOS 5° Parte. CONTINUACIÓN


                         PADRE: ¡ENCIENDE A TU PUEBLO!

¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿Y no  recordáis? Señor Jesús. Marcos 8:18.

¿Y el fundamento de la apostasía? 

Padre Celestial: El autor de esta Carta, dice que le gustaría escribir más sobre el tema “Jesús el Sumo Sacerdote, el Autor de la Salvación”, pero no puede, porque:

USTEDES SE HAN HECHO TARDOS PARA OIR.

Éste es el primer paso rumbo a la apostasía: NO QUERER OIR Tu Palabra,  sabiendo que la Fe es por el OIR y el OIR, la Palabra de Dios.
Estos cristianos que no quieren oir, son niños que no crecen porque sólo tienen necesidad de leche, cuando en realidad, debieran estar comiendo  alimento sólido y ser ya maestros. Utilizan sus sentidos sin discernir entre el Bien y el mal. Van hacia atrás, se deslizan hacia la apostasía.


¿Cómo saber si soy una cristiana MADURA para evitar deslizarme hacia la apostasía? Tú me das algunas pistas:

-¿Estoy dispuesta a OIR la Palabra de Dios?
-¿Practico ANÁMNESIS? Cuento con el auxilio del Espíritu Santo, que me recordará y enseñará acerca del Señor Jesús y quién soy yo: una simple vasija de barro, una rama del olivo silvestre, árbol que nace solo y no recibe ningún cuidado de nadie, injertada en el Buen Olivo, por un Jardinero que me cuidará, alimentará y se ocupará de mí, cosa desconocida para mí. 
-¿Tengo ejercitados mis sentidos en el discernimiento del Bien y del mal? ¿Qué huelo? ¿Qué toco? ¿Qué miro? ¿Qué oigo? ¿Qué gusto? Que todo lo que haga con mis sentidos glorifique a Dios.
-¿Obedezco tu Palabra y PERMANEZCO en tu Bondad?
-Con el fundamento en la Fe en Jesús, “salvada por Gracia yo soy”, ¿voy para adelante, a la Perfección?
-¿Vivo en un CONFLICTO? Tú me has concedido  no sólo que crea en Cristo sino que también PADEZCA por Él. (Filipenses 1:29).

De igual modo ocurre con la IGLESIA. Tú reprendes a la que no es fría ni caliente, sino que es TIBIA y cree que es rica, que no necesita nada ni a nadie. Tú le mandas que se arrepienta porque han expulsado al Señor Jesús y no quieren OIR tu Palabra. Aún así, el Señor golpea a su puerta desde afuera, esperando que alguno se arrepienta y regrese a Él, abandonando a la iglesia apóstata.
Son muchas las advertencias que me has dejado en tu Palabra, Padre, para que las atienda y no me deslice hacia la apostasía. Por ejemplo:
Pero tengo contra ti que has dejado a tu Primer Amor… Recuerda… y arrepiéntete. (Apocalipsis 2).
He aquí, Yo vengo pronto. RETÉN lo que tienes, para que ninguno tome TU CORONA. (Apocalipsis 3).
Puedo darme cuenta que no es fácil ser un cristiano maduro, más aún cuando tu Palabra dice que los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución. (Timoteo 3:12).


Oir, recordar, obedecer, discernir entre el Bien y el mal en mi accionar, permanecer en Jesús y en tu Palabra, la Biblia, y sobre todo tomar la decisión de:
-Seguir al Señor Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida,  o seguir al príncipe de este mundo, el padre de la mentira.
De acuerdo a esta elección voy a vivir  en el Reino de la luz o de las tinieblas, voy a tener Vida Eterna en Jesús o condenación eterna, seré llamada a heredar Bendición o a heredar maldición, voy a tomar mi Cruz para seguir las huellas del Señor Jesús o voy a ir por el camino ancho hacia la perdición.

Querido Padre: Quiero rogarte Misericordia para los Discípulos del Señor Jesús, que están prestos a OIR tu Palabra, a recordarla, a obedecerla, que actúan discerniendo entre el Bien y el mal y que se esfuerzan, con el auxilio del Espíritu Santo que Tú enviaste a sus vidas, se esfuerzan, digo, por PERMANECER en tu Bondad y serte FIEL. Discípulos salvados por GRACIA por medio de la Fe, que es Don de Dios, Resucitados y sentados en Lugares Celestiales con Cristo Jesús, gracias a tu Misericordia.  
Te ruego, Padre, que envíes PASTORES FIELES, que conduzcan, apacienten, amen a tu Rebaño, aún a costa de sus vidas. Envía SIERVOS que alimenten a tu Iglesia, no con leche sino con alimento sólido, para que sea una Iglesia que crezca sana y fuerte, una Iglesia MADURA,  que no solo  predica, sino que vive, experimenta el mensaje Kerigmático de su Señor Jesucristo. Una Iglesia que ocupa el lugar que su Señor le dio, de ser Cabeza SOBRE todas las cosas y Cuerpo de Jesús. Abre los ojos de tu Iglesia para que VEA y CREA que No es tiempo de ser TIBIOS. Padre: con  tu Espíritu Santo ¡enciende a tu Iglesia!, para que no se olvide del Señor Jesús ni se olvide o avergüence de sus mártires.  
Te ruego, Padre, que Retardes tu severidad hacia tu Pueblo. Repréndelo y enséñale a  renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos y que vivan aguardando la MANFESTACIÓN GLORIOSA DE NUESTRO GRAN DIOS Y SALVADOR JESUCRISTO, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y PURIFICAR para sí un Pueblo propio, CELOSO de BUENAS OBRAS. (Tito 2:12/14).
 Por tu Espíritu Santo, recuérdale quién es:
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios  PARA que anunciéis las virtudes de Aquel que os sacó de las tinieblas a Su Luz Admirable, vosotros que en otro tiempo erais pueblo, pero ahora sois Pueblo de Dios, que en otro tiempo no habíais alcanzado Misericordia pero ahora habéis alcanzado Misericordia. (1° Pedro 2: 9/10).
Padre: retarda tu severidad hacia tu Pueblo. Tú has prometido guiarlo hacia la Nueva Jerusalén y guardarlo del maligno. Permítele continuar guardado bajo tu Mano de Bondad, perdona sus pecados, encamínalo por el CAMINO que es Jesús y que tu Espíritu Santo DESPIERTE a tu Pueblo para que OIGA, VEA, RECUERDE, OBEDEZCA,  DISCIERNA el Bien del mal, PERMANEZCA y te sea FIEL.  
 Padre: Que las alabanzas, el clamor, la súplica, la humillación, el arrepentimiento con lágrimas derramadas por las ramas naturales desgajadas, sean ejemplo para tu Pueblo. Como el tema Majenisei rajamin de Avraham Fried.





Al que venciere, Yo lo haré columna en el Templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí,  y escribiré sobre él, el nombre de mi Dios y el nombre de la Ciudad de mi Dios, la Nueva Jerusalén, la cual desciende del Cielo, de mi Dios y mi nombre nuevo. (Apocalipsis 3:12).

Padre, llena nuestra boca de alabanza para que tu Pueblo, el Pueblo de la Cruz, pueda entonar una nueva canción a tu Nombre.
EN EL Nombre de Jesús. Amén.






(Elena Sanfilippo Ceraso
     viernes 03/03/2017)

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