miércoles, 15 de marzo de 2017

INJERTADOS: 5° Parte



  PADRE: ¡ENCIENDE A TU PUEBLO!

¿Teniendo ojos nos veis y teniendo oídos no ois? ¿Y NO RECORDÁIS?
Señor Jesús. Marcos 8:18.
 
Padre Celestial: En el Nombre del Señor Jesucristo vengo delante de tu Presencia para hablar de lo que he meditado acerca del pasaje de Romanos 11:14-24.
Es cierto, soy una rama proveniente de un olivo silvestre, injertada en el Buen Olivo, gracias a tu Bondad y Misericordia, pero también a tu Severidad con las ramas naturales del Olivo, que Tú desgajaste a causa de su INCREDULIDAD, y que me permitió ocupar el lugar dejado por una de ellas, cuando ejercí FE en el Nombre del Señor Jesús. ¡Estoy en un lugar de privilegio!
Pero la historia aún no terminó, Padre.
Puedo identificar en este Pasaje Bíblico una REPRENSIÓN SEVERA de que si las ramas injertadas no permanecen en tu Bondad, Tú también las cortarás. Pero no sólo eso, si las ramas naturales desgajadas se arrepienten de su incredulidad, Tú eres Poderoso y Bondadoso para volver a injertarlas en su lugar de origen. Me pregunto:
¿Están soplando vientos de arrepentimiento por parte del remanente de las ramas naturales desgajadas del Olivo Natural?
En consecuencia:
¿Puede ser éste el tiempo en que las ramas silvestres injertadas en el Buen Olivo por Fe en el Señor Jesús, sean desgajadas del mismo, por NO PERMANECER en tu Bondad?
Digo esto Padre, fundada en un remanente de ramas naturales desgajadas, que no sólo te alaban, sino que, en apariencia, manifiestan arrepentimiento con lágrimas, profundo y sincero, por haber pecado contra Ti, clamando por tu Misericordia y tu Protección y reclamando las Promesas que Tú les hiciste en el Antiguo Testamento.
En sus oraciones cantadas a Ti, dicen algo así:
Malej maljei hamelajin, esto es, REY de REYES. Perdóname Padre, porque he pecado contra Ti…siempre estuviste en mi vida. Yo estaba ciego, no podía ver más allá. Gracias por la Vida. Tú nunca estás lejos, aunque ande en caminos oscuros. Yo confío en Ti, Dios mío.


Melej!, esto es: REY! (Mordejai Ben David).



Padre Amado: ¿Y qué de Tu Nuevo Pueblo, donde no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, varón o mujer,…? Como parte del Pueblo de la Cruz por medio de la Fe en Cristo Jesús, tengo conocimiento que Tú nos exiges una Condición: PERMANECER. Una y otra vez el Nuevo Testamento, la presenta como la forma de vida del Discípulo del Señor Jesús, quien debe PERMANECER en tu Bondad, de lo contrario, debido a tu Severidad, será cortado.
No, Padre, no deseo para nada ser objeto de tu SEVERIDAD, por NO OIR tu Palabra ni OBEDECERLA.
Tú enviaste al Espíritu Santo a morar a mi vida para recibir enseñanza y su auxilio  en la práctica de ANÁMNESIS, esto es recordar quién soy, de dónde provengo, dónde estoy, cómo y porqué llegué aquí, hacia dónde voy y qué esperas de mí. Pero sobre todo el Espíritu Santo me enseña acerca del Señor Jesús y me ayuda a recordar al que ES, al que ERA y al que VENDRÁ y su Obra a favor de mí con el fin de darme gratuitamente y por medio de la Fe en su Nombre, Vida Eterna.
Continuando con mi reflexión, me pregunto, ¿cuál es el fundamento de la APOSTASÍA, que hace que Tú, de acuerdo a tu Severidad, tengas que cortar una rama injertada?  No me refiero a las causas que la provocan: codicia, amor al mundo, rechazar el padecimiento por el Señor Jesús, etc, sino a su origen.
Fui entonces a Hebreos y hallé la respuesta, clara, clarísima, a mis interrogantes.
Hebreos presenta al Señor Jesús como el Gran Sumo Sacerdote y más adelante da el fundamento de la apostasía.
Jesús es el MEDIADOR del Nuevo Pacto, y es su Sangre rociada, la que limpia nuestras conciencias para que sirvamos al Dios Vivo. Jesús, el compasivo, tentado en todo, pero sin pecado, que traspasó los Cielos, efectuó la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo y se sentó a la Diestra del Padre en las Alturas. Por medio de Él podemos acercarnos confiadamente al Trono de la Gracia para alcanzar Misericordia y hallar Gracia para el oportuno socorro. Jesús, quien por lo que padeció, aprendió OBEDIENCIA y habiendo sido perfeccionado, vino a ser el Autor de Eterna Salvación para todos los que le obedecen.
Jesús, a quien Tú declaraste, Sumo Sacerdote según el Orden de Melquisedec.
 
¿Y el fundamento de la apostasía? CONTINUARÁ
 






(Elena Sanfilippo Ceraso
    viernes 03/03/2017)

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