PADRE:
¡ENCIENDE A TU PUEBLO!
¿Teniendo
ojos nos veis y teniendo oídos no ois? ¿Y NO RECORDÁIS?
Señor
Jesús. Marcos 8:18.
Padre
Celestial: En el Nombre del Señor Jesucristo vengo delante de tu
Presencia para hablar de lo que he meditado acerca del pasaje de
Romanos 11:14-24.
Es
cierto, soy una rama proveniente de un olivo silvestre, injertada en
el Buen Olivo, gracias a tu Bondad y Misericordia, pero también a tu
Severidad con las ramas naturales del Olivo, que Tú desgajaste a
causa de su INCREDULIDAD, y que me permitió ocupar el lugar dejado
por una de ellas, cuando ejercí FE en el Nombre del Señor Jesús.
¡Estoy en un lugar de privilegio!
Pero
la historia aún no terminó, Padre.
Puedo
identificar en este Pasaje Bíblico una REPRENSIÓN SEVERA de que si
las ramas injertadas no permanecen en tu Bondad, Tú también las
cortarás. Pero no sólo eso, si las ramas naturales desgajadas se
arrepienten de su incredulidad, Tú eres Poderoso y Bondadoso para
volver a injertarlas en su lugar de origen. Me pregunto:
¿Están
soplando vientos de arrepentimiento por parte del remanente de las
ramas naturales desgajadas del Olivo Natural?
En
consecuencia:
¿Puede
ser éste el tiempo en que las ramas silvestres injertadas en el Buen
Olivo por Fe en el Señor Jesús, sean desgajadas del mismo, por NO
PERMANECER en tu Bondad?
Digo
esto Padre, fundada en un remanente de ramas naturales desgajadas,
que no sólo te alaban, sino que, en apariencia, manifiestan
arrepentimiento con lágrimas, profundo y sincero, por haber pecado
contra Ti, clamando por tu Misericordia y tu Protección y reclamando
las Promesas que Tú les hiciste en el Antiguo Testamento.
En
sus oraciones cantadas a Ti, dicen algo así:
Malej
maljei hamelajin, esto es, REY de REYES. Perdóname Padre, porque he
pecado contra Ti…siempre estuviste en mi vida. Yo estaba ciego, no
podía ver más allá. Gracias por la Vida. Tú nunca estás lejos,
aunque ande en caminos oscuros. Yo confío en Ti, Dios mío.
Melej!,
esto es: REY! (Mordejai Ben David).
Padre
Amado: ¿Y qué de Tu Nuevo Pueblo, donde no hay judío ni griego, no
hay esclavo ni libre, varón o mujer,…? Como parte del Pueblo de la
Cruz por medio de la Fe en Cristo Jesús, tengo conocimiento que Tú
nos exiges una Condición: PERMANECER. Una y otra vez el Nuevo
Testamento, la presenta como la forma de vida del Discípulo del
Señor Jesús, quien debe PERMANECER en tu Bondad, de lo contrario,
debido a tu Severidad, será cortado.
No,
Padre, no deseo para nada ser objeto de tu SEVERIDAD, por NO OIR tu
Palabra ni OBEDECERLA.
Tú
enviaste al Espíritu Santo a morar a mi vida para recibir enseñanza
y su auxilio en la práctica de ANÁMNESIS, esto es recordar
quién soy, de dónde provengo, dónde estoy, cómo y porqué llegué
aquí, hacia dónde voy y qué esperas de mí. Pero sobre todo el
Espíritu Santo me enseña acerca del Señor Jesús y me ayuda a
recordar al que ES, al que ERA y al que VENDRÁ y su Obra a favor de
mí con el fin de darme gratuitamente y por medio de la Fe en su
Nombre, Vida Eterna.
Continuando
con mi reflexión, me pregunto, ¿cuál es el fundamento de la
APOSTASÍA, que hace que Tú, de acuerdo a tu Severidad, tengas que
cortar una rama injertada? No me refiero a las causas que la
provocan: codicia, amor al mundo, rechazar el padecimiento por el
Señor Jesús, etc, sino a su origen.
Fui
entonces a Hebreos y hallé la respuesta, clara, clarísima, a mis
interrogantes.
Hebreos
presenta al Señor Jesús como el Gran Sumo Sacerdote y más adelante
da el fundamento de la apostasía.
Jesús
es el MEDIADOR del Nuevo Pacto, y es su Sangre rociada, la que limpia
nuestras conciencias para que sirvamos al Dios Vivo. Jesús, el
compasivo, tentado en todo, pero sin pecado, que traspasó los
Cielos, efectuó la purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo y se sentó a la Diestra del Padre en las Alturas. Por medio de
Él podemos acercarnos confiadamente al Trono de la Gracia para
alcanzar Misericordia y hallar Gracia para el oportuno socorro.
Jesús, quien por lo que padeció, aprendió OBEDIENCIA y habiendo
sido perfeccionado, vino a ser el Autor de Eterna Salvación para
todos los que le obedecen.
Jesús,
a quien Tú declaraste, Sumo Sacerdote según el Orden de
Melquisedec.
¿Y
el fundamento de la apostasía? CONTINUARÁ
(Elena Sanfilippo Ceraso
viernes 03/03/2017)
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