Yo
he venido a echar fuego en la tierra, ¿y qué he de querer sino
que se encienda?...
¿Pensáis
que he venido a traer la paz a la tierra? Os digo que no, sino la
disensión.
Porque
en adelante estarán en una casa cinco divididos, tres contra dos y
dos contra tres, se dividirán el padre contra el hijo y el hijo
contra el padre, y la madre contra la hija y la hija contra la madre,
la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra. Lucas
12:49/53
Jesús
caminaba junto al mar de Galilea cuando vio a dos hermanos Simón
Pedro y Andrés, que echaban las redes en el mar pues su oficio era
el de pescadores.
-Venid
en pos de Mí y os haré pescadores de hombres, les dijo.
Pasando
más adelante vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan con su padre
Zebedeo, que también eran pescadores y componían las
redes.
Jesús
los llamó y ellos dejando la barca y a su padre le siguieron.
Estos
hombres siguieron a Jesús como respuesta a su llamado, abandonaron
todo para ser sus Discípulos.
¿Qué
representaba la barca para ellos?
La
barca era todo su capital, su herramienta de trabajo, su medio de
subsistencia y les aseguraba el futuro. No cualquiera tenía una
barca y gracias a ella, estos tres hombres conformaban una pequeña
empresa familiar.
Al detenerse a observar la barca, venían a su mente muchos sacrificios, noches sin
dormir en el mar, angustias, sueños, esperanzas, alegrías, miedos,…
Y sobre todo, era sinónimo de familia.
Los
hermanos Zebedeo dejaron la barca en primer lugar y al hacerlo,quedaba en ella, toda su vida pasada, presente y futura. ¡Adios, barca,
adios!
Luego
dejaron a su padre, esto es renunciaron a su familia, a sus afectos,…
Jesús
pasó y llamó a estos hombres, que por Fe le obedecieron y le
siguieron, sin saber adónde iban.
Jesús
pasó…
¿Y
cómo crees que quedó el padre de familia ante su paso?
¿Se
sintió feliz porque sus hijos lo abandonaron por seguir a Jesús?
¿Quién
era Jesús para él y para la comunidad judía?
Este
padre estaba perdiendo no sólo dos hijos sino dos socios. ¡Y para
él, era Jesús quien se llevaba a sus dos hijos!
Este
padre sí sabía lo que le esperaba: el fin. Solo no podía seguir
adelante con la empresa familiar.
Jesús
pasó dejando, a los que quedaron, a los que no entendían el motivo
de su llamado:
pérdidas
económicas, afectivas, familiares, religiosas, además de
sufrimiento, dolor, duelo, división, corazones partidos, enojos,
etc.
Como
Abraham, estos hombres, por Fe, dijeron SÍ a Jesús. renunciando a
todo y dejando una vida estable, segura, por ir hacia un futuro
incierto.
Vayamos
a la Biblia, ¿quiénes eran y qué pasó con los “llamados” por
Jesús?
Los
doce Apóstoles: Simón Pedro y Andrés, Santiago y Juan, Felipe y
Bartolomé, Tomás y Mateo, Santiago y Tadeo, Simón el celador y
Judas Iscariote el traidor.
A
éstos Jesús les DIO PODER sobre los espíritus impuros para
arrojarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Les
ENCOMENDÓ la MISIÓN de ser SAL y LUZ de la Tierra.
Una
SAL que no se desvirtúe para que los hombres no la tiren ni la
pisen. Una LUZ que se luzca, brille y alumbre ante los hombres , para
que al ver sus buenas obras, glorifiquen a su Padre que está en los
Cielos.
Cierta vez, Pedro
tomó la palabra y le dijo a Jesús:
Pues nosotros lo hemos dejado
todo y te hemos seguido… Mateo 19:27.
Pablo
dijo en Filipenses 3: 7/8:
Pero
cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida
por amor a Cristo.
Y
ciertamente, aún estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, MI SEÑOR, POR AMOR DEL
CUAL lo he PERDIDO TODO Y LO TENGO POR BASURA, para ganar a Cristo…
Elena Sanfilippo Ceraso
23
de junio del 2018
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