¿Y
la Iglesia de Dios? ¿Qué dice la Palabra de Dios de quienes la
componen?
Hebreos
11:38 dice que el mundo no es digno de los creyentes en Jesús que CONFIESAN
ser extranjeros y peregrinos sobre la Tierra y que van en busca de su Patria
Celestial, cuyo Arquitecto es Dios.
Pero
veamos qué hay en la otra cara de la moneda. Santiago reprende a las
tribus en la dispersión:
¿De
dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de
vuestras pasiones las cuales combaten en vuestros miembros?.....
¿No
sabéis que la AMISTAD del mundo es ENEMISTAD contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser AMIGO del mundo, se constituye
ENEMIGO de Dios.
Pecadores,
limpiad vuestras manos… purificad vuestros corazones.
Pablo
escribe a los Romanos acerca del PECADO, les dice que todos pecaron y
están destituidos de la Gloria de Dios, siendo JUSTIFICADOS
GRATUITAMENTE POR SU GRACIA, mediante la Redención que es en Cristo
Jesús.
Como
Discípulos del Señor Jesús, también en otro tiempo, fuimos
enemigos de Dios y lo grandioso es que siendo aún pecadores, Jesús
murió también por nosotros y nos reconcilió con Dios, siendo
salvos por su vida. Así muestra Dios su Amor por nosotros, en que
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros, nos justifica en
su Sangre y por Él somos salvos de la IRA de Dios.
La Iglesia de
Dios está compuesta por Pecadores ARREPENTIDOS.
El
problema no es el mundo.
Jesús dijo: Mi Reino no es de este mundo.
Cuando oró al Padre por sus Discípulos, le rogó que los guarde del
mal, porque no son del mundo y porque el mundo los aborrece, no le
pidió que los quite del mundo
¿Cómo
debemos vivir en este mundo perverso, siendo parte de la Iglesia,
cuando estamos en tiempo de apostasía?
Jesús
le rogó al Padre también por los que iban a creer en Él por medio
de ellos, es decir, oró por ti, por mí y por los que van a venir
después de nosotros, para que todos seamos UNO, “así como
nosotros somos UNO”, le dijo.
Los
creyentes: -Debemos ANDAR en Vida Nueva, porque nuestro viejo hombre
fue crucificado juntamente con Cristo. -Somos libertados del pecado y
hechos siervos de Dios. -Nuestro FRUTO es la Santificación y
nuestro FIN la Vida Eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
-Recibimos el Espíritu de Adopción por el cual clamamos ¡ABBA,
PADRE! y somos Hijos de Dios.
–Somos un Cuerpo en Cristo con
diferentes dones.
–No nos conformamos a este siglo, sino que
renovamos nuestro entendimiento de acuerdo a la Escritura y por el
Poder del Espíritu Santo, en lo personal, matrimonial, familiar, en
la Iglesia.
Pablo
rogó a los creyentes en Roma que:
se
amen sin fingimiento, aborrezcan lo malo, sirvan al Señor fervientes
en Espíritu, gozosos en la Esperanza, siempre en oración y sufridos
en la tribulación, supliendo las necesidades unos de otros, siendo
hospitalarios, bendiciendo a los que los persiguen, no maldiciendo a
nadie, ni debiendo a nadie, sometiéndose a las autoridades, que
anden vestidos del Señor Jesús, desechando las obras de las
tinieblas y vestidos de las armas de la Luz. Les dijo que el cumplimiento de la
Ley es el AMOR y que debían CONFESAR al Señor al mundo,
INVOCAR y CANTAR a su Nombre, practicar ANÁMNESIS siempre y sea que
vivan o que mueran ¡son del Señor!
Así,
sólo así, el DIABLO huirá de delante de la Iglesia y ni el MUNDO
ni la CARNE tendrán cabida en ella.
Elena Sanfilippo Ceraso
16
de julio del 2018.
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