SERIE: ÁRBOLES QUE ANDAN
“VEO LOS HOMBRES COMO ÁRBOLES, PERO
LOS VEO QUE ANDAN”. Marcos 8:22.
¿Cómo vas a transitar este año
2018?:
¿Como un árbol andante perdido entre
los árboles? O ¿Como un Árbol de Vida?
DADORES ALEGRES (1° Parte)
Muchas son las acciones que se llevan a
cabo a nivel mundial con el fin de preservar la vida de los árboles
de las ofensivas humanas, generalmente fundadas en la codicia.
Salimos a la calle y nos vemos rodeados
por árboles. En los jardines o fondos de muchas casas, también los
hay, para alegría de otros seres vivos que encuentran en ellos
reposo, recreación, abrigo, amparo, un hogar, etc.
Los árboles son seres vivos,
silenciosos, generosos, dadores alegres, que nunca demandan nada.
Reciben a todos por igual, sin hacer distinción de ninguna clase.
Decir ÁRBOL equivale a decir VIDA.
El árbol produce oxígeno y absorbe
durante la fotosíntesis, el dióxido de carbono.
Piensa:
¿Qué lugar le das al árbol en tu
vida?
¿Qué sabes de él?
¿Te preocupa sinceramente que está
siendo objeto de una tremenda explotación y que su tala
indiscriminada trae terribles consecuencias para los habitantes de
la Tierra?
Tu vida, mi vida, la vida del planeta,
depende de los árboles. Dios lo planeó así. El árbol forma parte
de su Creación. Pero depende de nosotros que puedan seguir
cumpliendo con su función: ser Dadores de vida.
“Y vio Dios todo lo que había hecho
y era bueno en gran manera”. Génesis 2:31.
Todo lo que hagamos para beneficio o
perjuicio de la Creación, redundará en beneficio o perjuicio
nuestro. Si amamos, respetamos y cuidamos a la Creación, nos estamos
amando, respetando y cuidando a nosotros mismos. No olvidemos que
somos Creaturas especiales de Dios y parte de Su Creación.
Los
árboles trabajan incansablemente:
Combaten
el cambio climático, limpian el aire, proporcionan oxígeno,
refrescan las ciudades, conservan energías, ahorran agua, ayudan a
prevenir la contaminación del agua y la erosión del terreno,
protegen de los rayos ultravioletas, proporcionan alimento, sanan,
reducen la violencia, marcan las estaciones del año, generan
oportunidades económicas, son maestros y compañeros de juegos,
reúnen grupos diversos de personas, aumentan la unidad, proporcionan
su copa y un hábitat para la vida silvestre, proporcionan madera,
aumentan el valor de la propiedad, aumentan el movimiento comercial,
etc.
El
salmista en la Biblia exhorta a la Creación para que alabe a Dios,
desde los Cielos y desde la Tierra. (Salmo 148).
Cuando
pide “Alabad a Dios desde la Tierra”, menciona entre otros los
montes y todos los collados, el árbol de frutos y todos los árboles,
cedros...
En
el Salmo 150 hace una Invitación:
“Todo
lo que respira alabe a Dios”.
Alaba
a Dios, alaba a TU CREADOR.
No
olvides dar gracias a Dios por los árboles, que trabajan sin
descanso y en silencio para producir el oxígeno necesario para la
vida.
¿Sabías
que están realizando estudios acerca de la Comunicación de los
árboles, bajo el título “Los árboles nos hablan”? Por
investigaciones realizadas han llegado a la conclusión que tanto
arriba como bajo tierra no viven como “individuos aislados”, sino
que su existencia está en interrelación e interdependencia con
otros seres vivos en el ecosistema.
Ahora,
cuando pases al lado de un árbol, detente y míralo con otros ojos.
¡Cuánto
le debemos! ¡Qué diferente sería nuestra vida personal y en la
tierra toda, si tomáramos ejemplo de estos “dadores alegres”!
Canciones:
Elena
Sanfilippo Ceraso
Febrero del 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario