Pedro
nos exhorta: Resistan al diablo, velando firmes en la Fe y él huirá de ustedes.
Y
aquí está la Iglesia, llevada por el Espíritu al desierto para ser
tentada por el diablo.
Adán
y Eva sucumbieron ante la serpiente.
Jesús venció al diablo.
La
Iglesia tiene el Espíritu Santo y todas las armas de Dios para
vencer, no debería sucumbir ante él.
Pero
vemos que el diablo aún permanece ahí, no huye, sino que cumple su
misión dentro de la Iglesia, de robar, matar y destruir, corromper,
contaminar, ensuciar, la hace fornicar introduciendo en ella
doctrinas satánicas, utiliza líderes religiosos hipócritas para
que la desvíen del Camino que es Jesús y para que la Biblia ya no
sea la Autoridad en la Iglesia, ni su alimento, ni su sustento, ni
encuentre en las Sagradas Escrituras a la Persona del Señor Jesús y con ella, su Amistad, consuelo, amor, fe, gozo, paz, Salvación, Vida
Eterna, etc. ofreciéndole, a cambio, otras fuentes venenosas,
amargas, mortíferas, donde puede beber para saciar su sed: política,
religiones, ecumenismo, etc. El diablo utiliza a los gobiernos para
que destruyan la Fe en Jesús, mediante leyes anticristianas en
educación, salud, política, etc. que persiguen o martirizan
cristianos o utilizan otras técnicas para infundir temor o terror
con el fin de que la Iglesia renuncie a ser Testimonio VIVO del Señor
Jesús, destruye el matrimonio instituido por Dios en el Principio
con Adán y Eva: “Y serán una sola carne…”, “…varón y
varona los creó…”, destruye a la familia, sataniza a la ciencia
con experimentos horrorosos, sataniza la educación, sataniza la
sexualidad, desata odios, envidias, celos, contiendas, estafas,
saqueos, adulterio, divorcio, adicciones, todo esto dentro de la
Iglesia y entre Hermanos. El mundo entró en ella. .
Y
el diablo no huye, sigue ahí, porque le inyectó a la Iglesia, la
DUDA de la Palabra de Dios, además de sembrar en ella, su soberbia,
su orgullo y su rebeldía, llevándola a declarar: “estoy rebien
con el gobierno, en el mundo, soy rica, no me falta nada, tengo otras
fuentes de alimentación, etc”
Vayamos
a Génesis 4. Dios le avisó a Caín: “El pecado está a la
puerta”, depende de tí lo que hagas con él. Y Caín sucumbió
ante la tentación, abrió la puerta al pecado y asesinó a su
hermano Abel, precisamente porque Abel amaba a Dios y él no.
Sólo
si la Iglesia, (nosotros), se humilla bajo la poderosa Mano de Dios y
permite que Jesús sea y ejerza como su Cabeza y ella sólo su Cuerpo
y PROPONE en su corazón, como Daniel en Babilonia:
“Y
Daniel propuso en su corazón no contaminarse”.
Con sus tres
compañeros no iban a alimentarse de Babilonia, sino que se propusieron recibir de Dios Conocimiento, Inteligencia y Entendimiento.
Si
esta Amada Iglesia de Dios pide perdón por sus pecados personales,
generacionales, nacionales y ruega a Dios que la limpie, sane,
purifique y renuncia a todo lo que permitió que ingrese en ella, que
desagrada a Dios y propone en su corazón no contaminarse para ser
Santa en toda su manera de vivir, siendo Testimonio VIVO del Señor
Jesús en la Tierra, ¡el diablo huirá despavorido!
El
Espíritu Santo trajo al desierto a la Iglesia para ser tentada.
Puede
salir victoriosa SI INVOCA el Nombre de Jesús, si guarda y reafirma
su Palabra, si no niega su Nombre, si retiene lo oído, leído y
recibido de Él, si permanece fiel…
El
diablo huirá SI el Espíritu y la Iglesia dicen:
-Ven, Señor Jesús.
El
diablo huirá si responden a las palabras del Señor: “Ciertamente
vengo en breve” con un
AMÉN,
SÍ, VEN, SEÑOR JESÚS. Apocalipsis 22:17/20.
Padre Celestial:
HOY DECIDO NO TRAICIONAR A MI AMIGO JESÚS.
Hoy me propongo amar, guardar y disfrutar de tu Palabra para gozar más de la Amistad que me brinda el Señor Jesús.
Elena Sanfilippo Ceraso
12
de julio del 2018
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