Los
cuerpos de los seres humanos, es decir su parte material,
son creación indirecta de Dios, no inmediata, pues los reciben
de sus padres y así, en una línea ininterrumpida, hasta llegar a la
primera pareja humana creada directamente por Dios. Pero en cada ser
humano existe una sustancia espiritual, esto es inmaterial y, por lo
tanto, inmortal o incorruptible, creada directamente por Dios. Es
cierto que todo ser viviente, por el hecho mismo de estar "animado"
tiene un alma, pero en el hombre el alma se identifica con el
espíritu. No tenemos que ver en esto un dualismo, porque la
intención primera del Creador, fué hacer un ser único
anímico-corporeo indivisible, razón por la cual se pone al alma en
una situación antinatural al producirse la muerte del cuerpo. El
espíritu humano, si bien sobrevive a la muerte corporal, suspira por
ser revestido del cuerpo (2ª Cor.5:1-10). Situación que la
resurrección normaliza. De esta manera podemos decir que, cada alma
es creada directamente por Dios en el momento de la concepción, para
informar un cuerpo determinado, razón por la cual Dios es llamado
con propiedad el Padre de nuestro espíritus: "Además,
tuvimos padres terrenales para disciplinarnos, y los respetábamos,
¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros
espíritus, y viviremos?" (Hebr.
12:9);"Ellos
cayeron rostro en tierra y clamaron:'Oh Dios, Dios de los espíritus
de todos los mortales'..." (Nm.
16:22). Podríamos decir también que el espíritu y el cuerpo unidos
constituyen el alma (Gn. 2:7). El espíritu, como veremos, puede
vivir a la muerte del cuerpo, pero el cuerpo no puede vivir sin el
espíritu (Stgo. 2:26).
Es
verdad que el único que tiene inmortalidad inherente es Dios (1ª
Timot. 6:16), como así también que la paga del pecado es muerte
(Rom. 6:23) y que la mentira satánica fué: "De seguro
que no moriréis" (Gn. 3:4). Pero hay un pasaje en las
Escrituras que expresa una verdad que debería hacernos encarar con
"temor y temblor" (como diría Kierkegaard) la
responsabilidad por nuestro futuro eterno. 1ª Cor. 15:21-22 dice
así: "Porque por cuanto la muerte entró por
un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos
serán vivificados". Los seres humanos todos
somos mortales; como herencia adámica arrastramos esto, y nada tiene
que ver nuestra voluntad en ello. No hay elección: nacemos mortales
y esclavos del pecado. Hasta aquí la totalidad de las iglesias
cristianas estarán de acuerdo. Pero en este pasaje, el apóstol
Pablo, hace una relación entre Adán y Cristo, y expresa que, todos
los seres humanos, independientemente de su voluntad y accionar bueno
o malo, entiéndanlo bien, todos los seres humanos,
reciben de Cristo inmortalidad. "No os
maravilléis de esto; porque viene tiempo en que todos los que están
en los sepulcros oirán su voz, y saldrán; los que hicieron bien,
para resurrección de vida, y los que hicieron mal, para resurrección
de condenación" (Jn. 5:28-29); "Ha de
haber resurrección así de justos como de injustos" (Hch.
24:15). Creo sinceramente que, recrear a una persona en la
resurrección de los muertos, para volver a destruirla instantes
después, es un sin sentido. Teniendo en cuenta lo que ocurre con el
alma en el período intermedio entre la muerte y la resurrección, la
"segunda muerte", jamás puede ser entendida como
aniquilación total del individuo. Es cierto que Lc. 16:19-31 es una
parábola, pero estas nunca describen condiciones contrarias a la
verdad. El Señor Jesús jamás hubiera ejemplificado haciendo uso de
conceptos religiosos falsos que pudieran extraviar a los oyentes. Si
la inconciencia es lo que se abre después de la muerte, jamás
hubiera dicho el apóstol Pablo: "teniendo el deseo de
partir y estar con Cristo" (Filip. 1:23); por lo
cual: "el morir es ganancia" (vers. 21).
¿Cómo
es posible interpretar Mc. 9:43-49 como aniquilacionismo?: "Y
si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en
la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego
inextinguible, donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE
APAGA. Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor
entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al
infierno, donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.
Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al
reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al
infierno, donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.
Porque todos serán salados con fuego".
El
apóstol Pablo expresa en 2ª Cor. 12:2-4 que fué arrebatado al
Paraíso que está en el Tercer Cielo, y no sabe si fué
corporalmente o fuera del cuerpo , esto es, con
su espíritu separado del cuerpo; por lo tanto, las palabras del
Señor al buen ladrón, registradas en Lc. 23:43, se cumplieron ese
mismo día: "HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO". Así
lo entendió el mártir Esteban, quién al morir exclamó: "¡SEÑOR
JESÚS, RECIBE MI ESPÍRITU!" (Hch. 7:59), "pues,
sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos" (Rom.
14:8); la muerte no nos puede separar del Señor.
De
acuerdo con todo lo que hemos expuesto hasta aquí, debemos concluir
que: 1) El hombre es una unidad psiconeumosomática que es rota por
la muerte corporal, situando al espíritu en una situación
antinatural, pero de sobrevivencia consciente, hasta el momento de la
restauración por medio de la resurrección de los muertos; 2) Las
almas de los justos ingresan inmediatamente a la presencia de Dios
luego de la muerte; en cambio, la de los inicuos son privadas de esta
visión beatífica divina y son atormentadas grandemente al
contemplar el fracaso de sus vidas; 3) Con motivo de la segunda
venida de Cristo, los muertos serán resucitados y, corporalmente,
experimentarán por toda la eternidad los goces del Paraíso o los
tormentos del infierno.
(Pablo
Claudio Salvato
martes
01/02/2005)
COMENTARIOS SOBRE EL TEMA
Néstor S. escribió el 10/01/2010:
Estimado
Hermano Pablo, coincido practicamente en todo lo que creen y enseñan
en su Congregación, salvo con el articulo donde tratan el tema de la
muerte y resurrecciones y lo explicare brevemente, aunque espero que
juntos nos ilustremos sobre el tema porque los discipulos de Jesús
no debemos perder tiempo en debates esteriles y utilizar nuestras
energias en predicar su palabra.
"El
pecado, la muerte y la tumba"
"En
adán todos mueren" (1.Corintios 15.22/vease también Romanos
5.12)
¿
Cual es la condición del hombre?
"Todo
lo que viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque
en el seol(sepulcro) adonde vas, no hay obra,ni trabajo,ni ciencia,ni
sabiduria" (eclesiastés 9.10) es decir el hombre, cuando muere
carece de facultades mentales o fisicas,por lo tanto mientras está
en la tumba no puede alabar a Dios, ni pensar en el (Salmo 6.5)(Salmo
146.2.4)
"Vida
eterna"
(S.Juan
3.16)
"El
último enemigo destruido"
(1
Corintios 15.26)
¡cuando
serán resucitados los justos!
(1.CORINTIOS
15-23)
Que
Dios bendiga su Ministerio.
Respuesta:
Muy
apreciado Hermano Néstor: Respecto a si, en el período intermedio
entre la muerte y la resurrección, los espíritus humanos están o
no concientes, desearía dejarle en claro que no lo considero un
dogma fundamental de la fe cristiana. Soy del criterio que en lo
fundamental se debe tener unidad y, en lo secundario, libertad. La
Biblia enseña que, la esperanza del cristiano, está fija en el
segundo advenimiento del Señor y en la resurrección de los muertos.
Estos son elementos fundamentales de nuestra fe. Ahora le comentaré
lo que, biblicamente, fundamenta el artículo en cuestión: La
plenitud de la revelación divina está en el Nuevo Testamento. El
Antiguo Testamento es una revelación preparatoria e imperfecta;
entonces no es extraño encontrar algunas expresiones que parecen
negar la conciencia del espíritu humano desencarnado.En el mismo
libro de Eclesiastés(12:7) dice:" y el polvo vuelva a la
tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio" Que
aquí no se está hablando de un espíritu impersonal queda claro en
el Nuevo Testamento: Dice Esteban en el momento de morir:"Señor
Jesús, recibe mi espíritu" (Hch. 7:59) y el Apóstol Pablo:
"Para mi el vivir es Cristo, y el morir es ganancia, mas si el
vivir en la carne resulta para mi en beneficio de la obra, no sé
entonces qué escoger, porque de ambas cosas estoy puesto en
estrecho, TENIENDO DESEO DE PARTIR Y ESTAR CON CRISTO, lo cual es
muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa
de vosotros."(Filip. 1:21-24). El momento del encuentro con
Cristo es inmediato, no está relegado a un futuro próximo. (Compare
con 2ª Cor.5:1-8). Si bien Lc. 16:19-31 es una parábola, tenemos
que recordar que las parábolas se basan en la verdad; no describen
condiciones contrarias a la misma. Por ello le dijo Nuestro Señor al
ladrón arrepentido:" HOY estarás conmigo en el paraíso"
(Lc. 23:43). En el Monte de la Transfiguración, Moisés no estaba
inconsciente mientras hablaba con Cristo (Mt. 17:1-6), como tampoco
las almas de los mártires antes del Juicio Final cuando claman a
Dios (Apoc. 6:9-11).En 1ª Pedro 3:18-19, encontramos el famoso
"descenso a los infiernos" de Nuestro Señor en forma
incorpórea, del cual se nos habla en el Credo Apostólico. Para
finalizar debemos decir que, en todo el Nuevo Testamento, no se halla
la enseñanza de la inconsciencia de los espíritus humanos en la
muerte corporal, la cual ingresó en el cristianismo occidental
actual, por obra del Movimiento Adventista, siendo enseñanza
exclusiva de las organizaciones que del mismo se derivan: Iglesia
Adventista del Séptimo Día; Russellismo (Estudiantes de la Biblia
"El Alba" y Testigos de Jehová) y denominaciones surgidas
del desmembramiento de la Iglesia de Dios Universal de Herbert
Armstrong (Iglesia de Dios Unida; Iglesia Cristiana Bíblica de Dios;
Iglesia de Dios Israelita;etc.).
Quedando
a su disposición en todo lo que pueda servirle, en espíritu
fraternal y no de "debates estériles", como bien Ud. dice,
lo saludo en Cristo que nos une.
Néstor S. escribió el 22/01/2010:
Pastor
Pablo:
Su
respuesta la considero en forma positiva.
Muchas
veces es importante iluminarnos mutuamente, en mi caso seguramente
algo de la doctrina adventista a permanecido en mis
pensamientos,Iglesia en la cual durante bastante tiempo me mantuve
realizando sus cursos y seminarios, hasta que comenze a tener
diferencias doctrinales, conociendo más profundamente el evangelio
en Seminarios Evangelicos, al leer dobre el tema surgieron mis dudas
y más al conocer que usted habia estado en el seminario Catolico,
pero veo que su actual entendimiento a superado estos temas y basado
en la Biblia, esta abrio su entendemiento y el mio. (2.Timoteo
3.16.17)41 al 8)
Que
Dios bendiga su Ministerio
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