“…DE GRACIA RECIBISTEIS, DAD DE
GRACIA” SEÑOR JESÚS.
Querido Hermano/a:
Una vez más te invito a que vayamos al
ENCUENTRO del Señor Jesús. Te ruego que por un momento hagas
silencio, afines el oido y escuches su voz. Él nos está llamando.
Jesús es el REY QUE NACIÓ PARA
SERVIR.
Luego de saborear la deliciosa comidita
que nos preparó, continuaremos disfrutando de su Presencia, debajo
del arbolito. Jesús no tiene apuro, Él también disfruta con
nuestra compañía, aunque muchas veces, lo hacemos enojar.
Hoy, mucha gente está dispuesta a
pagar lo que sea por estar, aunque sea una hora, con su cantante,
actor, deportista, etc. preferido. Muchas veces deben reservar un
lugarcito con mucho tiempo de anticipación y llegan a endeudarse
para lograrlo. Llegado el día tan esperado, esa persona famosa ni
siquiera los vio ni los identificó para nada. Para él eran uno más
entre la multitud.
¿Cuánto sale un almuerzo con Jesús?
¿Y una velada?
No, no es así con Jesús. No hay que
pagar para estar con Él, no hay que sacar turno ni entradas ni
reservar lugar con anticipación. Ahí está, siempre llamándonos
por nuestro nombre, porque Él nos conoce bien, está esperándonos
con sus brazos abiertos y con la comida preparada. ¡En el Encuentro
con Jesús la comida es infaltable!
Y tal como Él dice: “…si alguno
escucha mi voz, cenaré con él…”
¡Cuántas veces pasó noches enteras a
nuestro lado acompañándonos en nuestro dolor!
¿Y qué es lo único que nos pide?
Jesús nos pide que demos de Gracia,
porque de Gracia recibimos.
¿Qué recibimos gratuitamente?
Amor,
consuelo, victoria en nuestras tentaciones, salud, alegría, compañía, descanso,
alimento espiritual y físico, abrazos, Palabra de Sabiduría,
perdón, hermanos en la Fe, ser parte de su Pueblo…
¿Qué debemos dar gratuitamente?
Exactamente lo mismo que hemos recibido
de nuestro Señor, ¡y gratuitamente!
Puedo dar gratuitamente por diferentes
medios: en forma personal, por internet, por carta, por radio, por
celular…
¿Por qué otro medio se te ocurre dar
gratuitamente de lo que has recibido por Gracia del Señor?
El Señor Jesús ha sido muy generoso
conmigo. Por eso, hace años atrás, comencé a escribir con el fin
de DAR GRATUITAMENTE de lo que Él me ha dado, sin que yo lo
mereciera.
ASÍ NACIÓ: ENCUENTRO 1. Luego le
siguieron ENCUENTRO 2, 3 y 4.
Y por último: ¡AL PUEBLO DE LA CRUZ!
Ninguno de ellos tiene precio. ¿Sabes
por qué?
-Porque desde el comienzo fueron
consagrados al Señor para que Él los utilizara como un medio para
bendecir a otros y ¡gratuitamente!, como es la característica de su
Obrar.
-Porque son el Fruto de mi comunión
íntima con Dios. El Fruto de la alegría, del dolor, de la duda, de
la impotencia ante la injusticia. El Fruto de la búsqueda de Dios.
El Fruto del Encuentro con Dios. El Fruto de mi enojo, del silencio
y del Amor de Dios por mí. Podría decir, que cada título nació de
una experiencia de vida con Dios.
No son libros cristianos de “ayuda”
o devocionales que vas a poder encontrar en una librería, editorial
cristiana o en una iglesia, para comprarlos para ti o para regalar.
No, estos libros no tienen precio.
Porque nacieron de mi comunión íntima con Dios y de experimentar su
Amor en mi vida. Porque no tiene precio el sacrificio de Jesús en
la Cruz del Calvario y tampoco lo tiene el milagro de su
RESURRECCIÓN. Ni tiene precio la Presencia del Espíritu Santo en mi
vida. No tiene precio el amor fraternal y el pertenecer a un Pueblo,
nada menos que al Pueblo de la Cruz.
Estos simples libros no tienen precio,
porque en ellos vas a encontrar a la Iglesia del Señor perseguida
que vive por FE, que mientras alaba a Dios confiesa que satanás
está de duelo, que la victoria es de Jesús y que somos ciudadanos
celestiales que tenemos herencia en el Cielo. ¡Y esto tampoco tiene
precio!
Querido Hermano/a: Te invito a:
- FORTALECER los LAZOS FRATERNALES como
parte del Pueblo de la Cruz en el mundo, cumpliendo con la Comisión
que nos encomendó el Señor Jesús: “…de Gracia recibisteis, dad
de Gracia”. ¡Hay muchos hermanos que necesitan de tu Palabra
gratuitamente!
- A orar a Dios en el Nombre de Jesús,
para que su Bendición sea sobre su Pueblo.
El siguiente Himno es representativo
del Pueblo de la Cruz.
¡No dejes de leer “EL REY QUE NACIÓ PARA SERVIR”, (alusivo a la Navidad)
(Elena Sanfilippo Ceraso
miércoles 21/12/2016)
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