viernes, 14 de abril de 2017

MIRÉ Y VI… (Tercera Parte)



¿Teniendo ojos NO VEIS…? Señor Jesús. (Marcos 8:18)

Te pido que no dejes de meditar en la figura anterior.

Leamos con nuestros ojos espirituales bien abiertos, algunos versículos de la Biblia acerca del CORDERO DE DIOS.
Cuando Juan el Bautista VIO que Jesús se dirigía a él, dijo a quienes estaban con él:
- He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Juan 1:29-36.

¡Ésa es la mirada de la Fe!
Las personas que estaban oyendo estas palabras, tal vez no vieron todas lo mismo, porque miraban a Jesús con sus ojos carnales y sólo vieron que quien se acercaba era el primo de Juan.

…fueron rescatados con la Sangre preciosa de Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo… (1° Pedro 1: 18-20).
Isaías VIO a Jesús con los ojos de la Fe y lo describió así:
“…angustiado Él y afligido, no abrió su boca, como CORDERO fue llevado al matadero… Dios cargó en Él el pecado de todos nosotros…”

Hemos sido comprados por la Sangre del Cordero, le pertenecemos a Él y nos conduce como PEREGRINOS en la tierra, donde padeceremos por un breve tiempo, hasta llegar a la Nueva Jerusalén.

El apóstol Juan, ya muy anciano, estaba preso en la isla de Patmos por su Fe en Jesús, pero a pesar de su tremenda tribulación, tenía sus ojos espirituales bien abiertos. En Apocalipsis escribió buenas noticias para los que tienen sus ojos espirituales bien abiertos: “Bienaventurado el que LEE…y guardan las cosas en ellas escritas…”
Y MIRÉ Y VI: que en medio del Trono… estaba de pie un Cordero como inmolado, y vino y tomó el Libro que estaba escrito por fuera y por dentro y sellado con siete sellos, de la Mano derecha del que estaba sentado en el Trono. Cuando hubo tomado el Libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero, todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso que son las oraciones de los Santos y cantaban un nuevo cántico diciendo:
“Digno eres de tomar el Libro y de abrir sus sellos porque Tú fuiste inmolado y en tu Sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje, lengua y pueblo y nación y nos has hecho para Dios Reyes y Sacerdotes y reinaremos sobre la tierra”.

Juan continúa describiendo:
MIRÉ y oi la voz de muchos ángeles alrededor del Trono, de los seres vivientes y de los Ancianos y su número era millones de millones que decían a gran voz:
“El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el Poder, las Riquezas, la Sabiduría, la Fortaleza, la Honra, la Gloria y la Alabanza”.

Y a todo lo creado que está en el cielo, en la tierra y en el mar… oí decir:
“Al que está sentado en el Trono y el Cordero, sea la Alabanza, la Honra, la Gloria y el Poder por los siglos de los siglos”.

Juan dice que VIO una gran multitud imposible de contar, de todas naciones, tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del Trono y en la presencia del Cordero… diciendo:
“La Salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el Trono y al Cordero…”



En Apocalipsis 14 escribe: “Después MIRÉ y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion y en él 144.000 que tenían el Nombre de Él y el de su Padre escrito en la frente…
En Apocalipsis 17, Juan relata que pelearán contra el Cordero y el Cordero los vencerá, porque Él es Señor de Señores y Rey de Reyes y los que están con Él son llamados ELEGIDOS y FIELES.
¿Quiénes pelearán contra el Cordero? Apocalipsis 13 dice:
“Y adoraron a la bestia y al dragón todos los moradores de la tierra cuyos nombres NO están inscriptos en el Libro de la Vida del Cordero, que fue inmolado desde el principio del mundo”.
Apocalipsis 19 dice:
“Gocémonos y alegrémonos y démosle Gloria porque han llegado las Bodas del Cordero y su esposa se ha preparado. Bienaventurados los que son llamados a la Cena de las Bodas del Cordero”.
En Apocalipsis 21 Juan escribe que VIO a la Esposa del Cordero, la Gran Ciudad Santa de Jerusalén que descendía del Cielo de Dios, teniendo la Gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal… Y no había en ella Templo porque el Señor Dios Todopoderoso es el Templo de ella y el Cordero. La Ciudad no tiene necesidad de sol ni luna, porque la Gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su Lumbrera… Y el Trono de Dios y el Cordero estarán en ella.

De acuerdo a lo que representa la figura del Cordero para ti, MEDITA:
…el gran día de la IRA del CORDERO ha llegado. ¿Y quién podrá sostenerse en pie?” Apocalipsis.
- Mas Jesús, habiendo otra vez, clamado a gran voz, entregó el Espíritu. Y he aquí, el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló y las rocas se partieron, y se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de Santos que habían dormido, se LEVANTARON, y saliendo de los sepulcros, DESPUÉS de la Resurrección de Jesús, vivieron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.

Todo ser humano debe decidir si está CON el Cordero o peleará CONTRA el Cordero de Dios. ¿En qué ejército estás tú?






(Elena Sanfilippo Ceraso
          20/3/2017)



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