¿Qué narra la Biblia acerca del ENOJO
de Jonás con Dios, en el Capítulo 4?
Pero Jonás se apesadumbró en extremo
y se enojó.
Veamos primero el significado de:
Apesadumbrar: Causar pesadumbre,
aflicción. Aflicción: En Derecho, PENA AFLICTIVA, la de mayor
gravedad de las de carácter personal contenida en un Código.
Tristeza, padecimiento o angustia MORAL: “Tanta injusticia me
aflige”.
Jonás oró a Dios estando muy afligido
y enojado, no con alguna persona determinada ni por alguna situación
especial, sino con Dios mismo.
¿Cuál era el motivo de su enojo?
Jonás se enojó con Dios y se afligió
en extremo porque: DIOS ES CLEMENTE, PIADOSO, TARDO EN ENOJARSE Y DE
GRAN MISERICORDIA Y SE ARREPIENTE DEL MAL QUE IBA A HACER.
Dios lo había enviado a predicar a
los habitantes de Nínive para que se arrepientan de su maldad o
serían destruidos. Jonás desobedeció a Dios y huyó de delante de
su presencia, pues temía que si Nínive se arrepentía, Dios
entonces perdonaría su maldad y él no quería que Dios les dé la
oportunidad de arrepentimiento.
En su huida, Jonás embarcó en una
nave. Pero Dios levantó una gran tormenta que puso en riesgo la vida
de todos los hombres, entonces les contó la verdad acerca de la
misión que Dios le había encomendado y el motivo de su presencia en
el barco. Éstos creyeron en Dios y para que calme la tormenta sin
que ninguno perezca, lo arrojaron al mar, donde un pez enorme lo
tragó durante tres días y tres noches.
Arrepentido y angustiado, Jonás ORÓ a
Dios, quien mandó al pez a vomitar a Jonás en tierra. Esta vez, el
profeta obedeció a Dios de ir a Nínive a anunciar su próxima
destrucción, si no se arrepentían.
¡Y la ciudad entera se
arrepintió!
Y vio Dios que se convirtieron de su
mal camino y no les envió el mal anunciado.
Al ver esto, Jonás se apesadumbró en
extremo y se ENOJÓ con Dios.
¿Por qué Dios tiene paciencia con los
malos?, inquiría. Y oró a Dios así:
- Ahora, pues Dios, te ruego que me
quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida.
Acercándose a él, Dios le preguntó:
-¿Haces tú bien en enojarte tanto?
Pero Jonás estaba apesadumbrado en
extremo y salió de la ciudad. Dios no lo abandonó ni le respondió
con enojo a su enojo.
Jonás decidió acampar y sin que él
lo supiera, Dios le preparó una calabacera que creció sobre él y
le dio sombra sobre la cabeza. ¡Y Jonás se alegró grandemente por
la calabacera!
Pero sin que él lo supiera, al
amanecer del otro día, Dios preparó un gusano que hizo secar la
calabacera y al salir el sol, preparó un recio viento solano.
¡Pobre Jonás! El sol lo hirió en la
cabeza y se desmayaba. Estaba solo, lejos de la ciudad, a merced del
sol y de sus rayos que como espadas atravesaban su cuerpo. Jonás
repetía una y otra vez:
Mejor sería para mí la muerte que la
vida.
Pero Dios también estaba en ese
infernal lugar y le preguntó nuevamente:
-¿Tanto te enojas por la calabacera?
- Mucho me enojo, hasta la muerte. ¿Por
qué Dios permitiste que se seque la calabacera, que muera y que
desaparezca?, recriminó.
Recriminar: Reprochar. Censurar a
alguien por sus acciones o sentimientos.
¿Por qué Dios, le permitís a los
malos que se arrepientan de sus maldades y los perdonas? ¿Por qué
permitiste que el gusano malo seque a la buena calabacera, que era
tan útil con su sombra?
Entonces Dios le contestó:
-Tuviste tú lástima de una calabacera
en la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que nació en una
noche y en otra pereció. ¿Y no tendré piedad de Nínive, esa gran
ciudad, donde hay más de 120.000 personas que no saben discernir
entre su mano derecha y su mano izquierda y muchos animales?
Hermano/a:
Dios trata en forma personal con
quienes padecen: depresión, hastío, tristeza, enojo, amargura,
aflicción o pesadumbre, deteniendo el proceso de la enfermedad,
para que no se convierta en crónica y que dicha persona llegue a
anhelar la muerte o incluso, le pida a El que le quite la vida.
¿Por qué se llega a este estado?
Ser TESTIGOS de la INJUSTICIA o
PADECERLA en carne propia, conduce a una “crisis espiritual”:
aparecen dudas acerca de la existencia de Dios o creencias erróneas
de que Dios no hace nada cuando los justos padecen todo tipo de
males y aún la muerte, a manos de los impíos. Surgen pensamientos
oscuros acerca de que Dios oprime, castiga, azota sin piedad,
deshecha, enjuicia injustamente y que se levanta en contra de los
justos, favoreciendo, en cambio, el designio de los malos.
Job padeció hastío y amargura. Jonás
se apesadumbró en extremo y se enojó. Elías se deprimió mucho,
Habacuc con profundo dolor, le recriminaba a Dios. Estos hombres,
¡hombres de Dios!, llegaron a pedirle que les quite la vida.
Dios no deshecha a estas personas,
sino que las acompaña durante un proceso no breve, donde les
manifiesta todo su Amor, Clemencia, Piedad, y Misericordia, hasta que
son restauradas, sanadas y se reconcilian con Él.
Frases como las de Job: “Yo sé que
mi Redentor VIVE”, “Mas ahora mis ojos te ven”, “Hablaba lo
que no entendía y me arrepiento…” indican que la persona se ha
reconciliado con Dios.
(Elena Sanfilippo Ceraso
25/01/2017)
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