viernes, 28 de abril de 2017

¿ENOJADO HASTA LA MUERTE? JONÁS.

     


¿Qué narra la Biblia acerca del ENOJO de Jonás con Dios, en el Capítulo 4?
Pero Jonás se apesadumbró en extremo y se enojó.
Veamos primero el significado de:
Apesadumbrar: Causar pesadumbre, aflicción. Aflicción: En Derecho, PENA AFLICTIVA, la de mayor gravedad de las de carácter personal contenida en un Código. Tristeza, padecimiento o angustia MORAL: “Tanta injusticia me aflige”.

Jonás oró a Dios estando muy afligido y enojado, no con alguna persona determinada ni por alguna situación especial, sino con Dios mismo.
¿Cuál era el motivo de su enojo?
Jonás se enojó con Dios y se afligió en extremo porque: DIOS ES CLEMENTE, PIADOSO, TARDO EN ENOJARSE Y DE GRAN MISERICORDIA Y SE ARREPIENTE DEL MAL QUE IBA A HACER.
Dios lo había enviado a predicar a los habitantes de Nínive para que se arrepientan de su maldad o serían destruidos. Jonás desobedeció a Dios y huyó de delante de su presencia, pues temía que si Nínive se arrepentía, Dios entonces perdonaría su maldad y él no quería que Dios les dé la oportunidad de arrepentimiento.


En su huida, Jonás embarcó en una nave. Pero Dios levantó una gran tormenta que puso en riesgo la vida de todos los hombres, entonces les contó la verdad acerca de la misión que Dios le había encomendado y el motivo de su presencia en el barco. Éstos creyeron en Dios y para que calme la tormenta sin que ninguno perezca, lo arrojaron al mar, donde un pez enorme lo tragó durante tres días y tres noches.
Arrepentido y angustiado, Jonás ORÓ a Dios, quien mandó al pez a vomitar a Jonás en tierra. Esta vez, el profeta obedeció a Dios de ir a Nínive a anunciar su próxima destrucción, si no se arrepentían. 
¡Y la ciudad entera se arrepintió!
Y vio Dios que se convirtieron de su mal camino y no les envió el mal anunciado.
Al ver esto, Jonás se apesadumbró en extremo y se ENOJÓ con Dios.
¿Por qué Dios tiene paciencia con los malos?, inquiría. Y oró a Dios así:
- Ahora, pues Dios, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida.
Acercándose a él, Dios le preguntó:
-¿Haces tú bien en enojarte tanto?
Pero Jonás estaba apesadumbrado en extremo y salió de la ciudad. Dios no lo abandonó ni le respondió con enojo a su enojo.
Jonás decidió acampar y sin que él lo supiera, Dios le preparó una calabacera que creció sobre él y le dio sombra sobre la cabeza. ¡Y Jonás se alegró grandemente por la calabacera!


Pero sin que él lo supiera, al amanecer del otro día, Dios preparó un gusano que hizo secar la calabacera y al salir el sol, preparó un recio viento solano.
¡Pobre Jonás! El sol lo hirió en la cabeza y se desmayaba. Estaba solo, lejos de la ciudad, a merced del sol y de sus rayos que como espadas atravesaban su cuerpo. Jonás repetía una y otra vez:
Mejor sería para mí la muerte que la vida.
Pero Dios también estaba en ese infernal lugar y le preguntó nuevamente:
-¿Tanto te enojas por la calabacera?
- Mucho me enojo, hasta la muerte. ¿Por qué Dios permitiste que se seque la calabacera, que muera y que desaparezca?, recriminó.
Recriminar: Reprochar. Censurar a alguien por sus acciones o sentimientos.

¿Por qué Dios, le permitís a los malos que se arrepientan de sus maldades y los perdonas? ¿Por qué permitiste que el gusano malo seque a la buena calabacera, que era tan útil con su sombra?
Entonces Dios le contestó:
-Tuviste tú lástima de una calabacera en la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que nació en una noche y en otra pereció. ¿Y no tendré piedad de Nínive, esa gran ciudad, donde hay más de 120.000 personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda y muchos animales?

Hermano/a:
Dios trata en forma personal con quienes padecen: depresión, hastío, tristeza, enojo, amargura, aflicción o pesadumbre, deteniendo el proceso de la enfermedad, para que no se convierta en crónica y que dicha persona llegue a anhelar la muerte o incluso, le pida a El que le quite la vida.
¿Por qué se llega a este estado?
Ser TESTIGOS de la INJUSTICIA o PADECERLA en carne propia, conduce a una “crisis espiritual”: aparecen dudas acerca de la existencia de Dios o creencias erróneas de que Dios no hace nada cuando los justos padecen todo tipo de males y aún la muerte, a manos de los impíos. Surgen pensamientos oscuros acerca de que Dios oprime, castiga, azota sin piedad, deshecha, enjuicia injustamente y que se levanta en contra de los justos, favoreciendo, en cambio, el designio de los malos.
Job padeció hastío y amargura. Jonás se apesadumbró en extremo y se enojó. Elías se deprimió mucho, Habacuc con profundo dolor, le recriminaba a Dios. Estos hombres, ¡hombres de Dios!, llegaron a pedirle que les quite la vida.
Dios no deshecha a estas personas, sino que las acompaña durante un proceso no breve, donde les manifiesta todo su Amor, Clemencia, Piedad, y Misericordia, hasta que son restauradas, sanadas y se reconcilian con Él.
Frases como las de Job: “Yo sé que mi Redentor VIVE”, “Mas ahora mis ojos te ven”, “Hablaba lo que no entendía y me arrepiento…” indican que la persona se ha reconciliado con Dios.







(Elena Sanfilippo Ceraso

          25/01/2017)

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