Anunciamos la venida de Cristo, pero no una sola, sino también una segunda, mucho más magnífica que la anterior. La primera llevaba consigo un significado de sufrimiento; esta otra, en cambio, llevará la diadema del reino divino.
Pues casi todas las cosas son dobles en nuestro Señor Jesucristo. Doble es su nacimiento: uno, de Dios, desde toda la eternidad; otro, de la Virgen, en la plenitud de los tiempos. Es doble también su descenso: el primero, silencioso, como la lluvia sobre el vellón; el otro, manifiesto, todavía futuro.
En la primera venida fue envuelto con fajas en el pesebre; en la segunda se revestirá de luz como vestidura. En la primera soportó la cruz, sin miedo a la ignominia; en la otra vendrá glorificado, y escoltado por un ejército de ángeles.
No pensamos, pues, tan sólo en la venida pasada; esperamos también la futura. Y, habiendo proclamado en la primera: Bendito el que viene en nombre del Señor, diremos eso mismo en la segunda; y saliendo al encuentro del Señor con los ángeles, aclamaremos, adorándolo: Bendito el que viene en nombre del Señor.
El Salvador vendrá, no para ser de nuevo juzgado, sino para llamar a su tribunal a aquellos por quienes fue llevado a juicio. Aquel que antes, mientras era juzgado, guardó silencio refrescará la memoria de los malhechores que osaron insultarle cuando estaba en la cruz, y les dirá: Esto hicisteis y yo callé.
Entonces, por razones de su clemente providencia, vino a enseñar a los hombres con suave persuasión; en esa otra ocasión, futura, lo quieran o no, los hombres tendrán que someterse necesariamente a su reinado.
De ambas venidas habla el profeta Malaquías: De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis. He ahí la primera venida.
Respecto a la otra, dice así: El mensajero de la alianza que vosotros deseáis: miradlo entrar —dice el Señor de los ejércitos—. Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata.
Escribiendo a Tito, también Pablo habla de esas dos venidas, en estos términos: Ha aparecido la gracia de Dios que trae la salvación para todos los hombres; enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Ahí expresa su primera venida, dando gracias por ella; pero también la segunda, la que esperamos.
Por esa razón, en nuestra profesión de fe, tal como la hemos recibido por tradición, decimos que creemos en aquel que subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Vendrá, pues, desde los cielos, nuestro Señor Jesucristo. Vendrá ciertamente hacia el fin de este mundo, en el último día, con gloria. Se realizará entonces la consumación de este mundo, y este mundo, que fue creado al principio, será otra vez renovado.
De las catequesis de san Cirilo de Jerusalén, obispo
Estás:
¿Desorientado? ¿Deprimido? ¿En oscuridad? ¿Aterrorizado?
¿Aislado? ¿Con infinidad de problemas? ¿Se te está viniendo todo
abajo?
Te
pregunto:
¿Qué
problema hay que sea más grande que el Señor Jesús?
Jesús
ya venció al diablo, a la muerte y a todos los siervos del infierno
que traen a tu vida: enfermedad, miseria, desocupación, angustia,
división familiar, odio, soledad, etc.
¿Hay
una montaña de problemas frente a ti?
Sí,
el diablo juntó todos tus problemas y conformó una enorme montaña
que puso delante de ti.
¡No
puedo! ¡No puedo! ¡No puedo! Piensas… murmuras… gritas… según
tus fuerzas al ver la montaña.
Lee
y memoriza el Salmo 139: 1 a 18, 23 y 24.
¿Dónde
estás tú?
El
salmista dice que si estuviera en el Cielo, en el seol, en el extremo
del mar, en tinieblas… Allí, en ese lugar estaría Dios, aún
allí lo guiará su Mano, lo asirá su Diestra. Para Él, son lo mismo
las tinieblas que la luz.
Pero
no sólo eso, él ora a Dios y declara:
“Tú
formaste mis entrañas, / Tú me hiciste en el vientre de mi madre…/
Mi
embrión vieron tus ojos. / Despierto y aún estoy contigo.
Pruébame
y conoce mis pensamientos.
Y
vé si hay en mí camino de perversión.
Y
guíame en el Camino Eterno”.
Tu
existencia no es obra de la casualidad, no pasa desapercibida para
Dios.
De
dónde vienes, para qué vives, hacia dónde vas… Dios tiene las
Respuestas.
¿Anhelas
que Dios te guíe con su Mano, te tome con su Diestra y te conduzca
por el Camino Eterno?
Medita
en el camino en que andas y cómo andas.
Ora,
arrepiéntete, pide perdón delante de la Presencia de Dios en el
Nombre de Jesús.
Dios
dice en Isaías 30: 22:
“Entonces
profanarás la cubierta de tus esculturas de plata y la vestidura de
tus imágenes fundidas de oro, las apartarás como trapo asqueroso.
¡Sal
fuera!, les dirás”.
¿Qué
hay en tu vida, que igual que un ídolo de oro, te aparta de Dios?
Es
más, ha ocupado el lugar que le pertenece a Dios.
Permite
que Dios, a través de su Espíritu Santo, te ilumine, te libere, te
limpie, te sane, te restaure.
Renuncia
a todo lo que te separa del Señor Jesús. Él debe ocupar el primer
lugar en tu vida.
Si
no mantienes la comunión íntima con Él, la montaña delante de ti,
crecerá, crecerá, crecerá… ¡y te destruirá!
¡Derriba
tus ídolos! Diles: ¡Salgan fuera!
Si
le obedeces a Dios, tiene más Promesas Preciosas para ti:
“Entonces
tus oídos oirán a tus espaldas Palabra que diga:
Éste
es el Camino, anda por Él y no eches a la mano derecha ni tampoco
tuerzas a la izquierda”. Isaías 30: 21.
¿Cuál
es ese único Camino?
¡Jesucristo
es el único Camino de Vida Eterna!
Por
eso, Dios manda no tomar el camino de la derecha ni el de la
izquierda.
Jesús
ya venció a la montaña que está delante de ti. Por medio de Él
eres Hijo de Dios. Confía en sus Promesas:
“Me
guiará tu Mano. Me asirá tu Diestra.”
No
sólo eso, si vas por el Camino que es Jesucristo, te ocurrirá esto:
“Detrás
y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu Mano”. Salmo 139:5.”
“El
Eterno Dios es tu Refugio y acá abajo los Brazos Eternos”.
Deuteronomio 33: 25.
* * * * *
“No
temas, porque Yo estoy contigo, no desmayes, porque Yo Soy tu Dios
que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
Diestra de mi Justicia”. Isaías 41: 10-13.
“Porque
Yo Soy Jehová tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te
dice:
No
temas, Yo te ayudo”.
Y
ahora, ¿qué debes hacer?
Lo
que dice Isaías 41: 6:
“Cada
cual ayudó a su vecino y a su hermano dijo: Esfuérzate”.
El adviento es la preparación espiritual, de esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada de Cristo.
Nos preparamos para la Navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo. Se inicia con las cuatro semanas que preceden a la Navidad, con el domingo más próximo al 30 de noviembre, día de San Andrés, y termina el 24 de diciembre. Es el comienzo del año litúrgico y su color es el morado.
1°)
Un toro condujo al arrepentimiento al “torero matador”.
El
toro dijo: ¡Basta! Basta de violencia. Basta de hacer de un
sacrificio animal o humano, (según quién gane), un espectáculo
público para diversión de los espectadores.
El
torito emite gemidos profundos, lastimeros, que se confunden con los
gemidos de la Creación. Como parte de la Creación de Dios, anhela
ser libre de la esclavitud de la corrupción, para disfrutar de la
libertad gloriosa de los Hijos de Dios. (Romanos 8: 19-27).
Entonces
con valentía y firmeza se paró frente al torero: ¡Aquí estoy!
¡Sacrifícame!
Y
el “torero matador” Álvaro Múnera, lloró amargamente al mirar
los OJOS INOCENTES del animal.
Se
arrepintió y ahora lucha con los que quieren que se termine este
horrendo sacrificio.
¿Te
parece un disparate?
Cuando
el hombre está ciego y sordo y no escucha la voz de Dios
reprendiéndolo porque está maltratando y destruyendo su Creación,
el Creador utiliza ángeles, animales, etc, para comunicarse.
2°)
Un asna ve al Ángel de Jehová y le teme. (Números 22:21).
El
Ángel de Jehová como adversario, se interpuso en el camino por
donde iba Balaam sobre su asna. Y el asna vio al Ángel de Jehová
que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano, y se apartó
del camino…
Así
por tres veces. Y Baalam la azotaba con un palo.
Dios
abrió la boca del asna que le inquirió: ¿Qué te he hecho que me
has azotado tres veces?...
Luego,
Dios le abrió los ojos a Balaam y vio al Ángel de Jehová con la
espada desnuda en su mano…
El
Ángel de Jehová lo reprendió por haber azotado a su asna y porque
su camino era PERVERSO delante de Él.
¡Por
eso Baalam no veía al Ángel de Jehová!
¿Es
la Creación la que eleva su protesta buscando que el hombre
se vuelva a Dios y abandone su acción destructiva? Un hombre que
pasa por el mundo ciego, sordo y mudo.
El
asna se detuvo porque vio al Ángel de Jehová, aunque su dueño la
azotara una y otra vez con un palo.
Fue
el toro quien tuvo que decir ¡Basta!, ante un espectáculo horrendo
de miles de personas ávidas del derramamiento de sangre ofrecida en
sacrificio…¿Ante qué dios?
Toda
la Creación gime por la liberación de la esclavitud que trajo el
pecado de Adán y Eva.
* * * * *
“Y
por cuanto sois Hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu
de su Hijo, el cual clama: ¡Abba Padre! Así que ya no eres esclavo,
sino Hijo, y si Hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”
Gálatas 4: 6-7.
¿Qué
pasa con la Iglesia? ¿Qué pasa con los cristianos?
¿Tienen
ojos y no ven, oídos y no oyen, boca y no hablan?
Hermano/a:
Oremos
para que el Espíritu Santo pueda morar en libertad en cada cristiano
y en la Iglesia, para que el mundo al ver que sienten el dolor del
prójimo como propio, crea en Jesús.
¿Se
apagó su Luz? ¿La Sal perdió su sabor?
Oremos
para que se encienda la Luz de la Iglesia en el mundo y que la Sal
recupere su sabor. Entonces el mundo va a creer que Dios envió a
Jesús.
Pero
no va a ser así, mientras Dios tenga que hablar por medio de su
Creación y no de la Iglesia.
¡DESPIERTA
IGLESIA! ¡ERES LA SAL Y LUZ DEL MUNDO!
¡Jesús
nos mandó a testificar!
“Porque
no nos ha dado Dios Espíritu de cobardía, sino de Poder, de Amor y
de Dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de
Nuestro Señor… sino participa de las aflicciones por el Evangelio
según el Poder de Dios…” (2° Timoteo 1:7-8).
¡Somos
Hijos y Herederos de Dios por medio de Jesucristo!
MEDITA
en oración:
¿EL
MUNDO ESCUCHA LOS LATIDOS DEL CORAZÓN DE JESÚS A TRAVÉS DE LA
IGLESIA, PUES ÉSTA PERMANECE UNIDA A ÉL?
Volaría
yo y descansaría./ Ciertamente huiría lejos./
Moraría
en el desierto./ Me apresuraría a escapar,/
del
viento borrascoso, de la tempestad."
Te
pido que leas atentamente el Salmo 55 en tu Biblia y lo relaciones
con la representación gráfica que realicé del mismo. Medita en él
en oración.
Tempestad:
Viento, lluvia, nieve, relámpagos, truenos. También puede
producirse en el mar que se agita violentamente por el ímpetu y
fuerza del viento.
Borrasca:
Fuertes vientos y precipitaciones.
El
salmista está en medio de una tempestad, de un viento borrascoso.
Ha
clamado a Dios y le ha pedido que escuche su oración, que no se
esconda de su súplica, que esté atento a su oración y le responda.
¡Se
conmueve al clamar!
Conmoción:
Movimiento y perturbación violenta del ánimo o del cuerpo. Puede
producirse un shock con pérdida de memoria temporaria.
Su
corazón está dolorido dentro de él, terrores de muerte le han
caído encima, temor y temblor vinieron sobre él y terror le ha
cubierto.
En
lo personal se encuentra en un estado de conmoción física-
emocional- espiritual y el medio en el cual habita también está
conmocionado. Interiormente y exteriormente se encuentra en medio de
una tempestad, de un viento borrascoso.
Desea
tener alas para huir y morar en el desierto y descansar, al fin,
solo, solo, solo.
En
el salmo él menciona algunas causas que lo indujeron hasta aquí:
La
voz del enemigo, la opresión del impío, porque le echaron iniquidad
encima y lo persiguieron con furor. La ciudad está sitiada y ha
visto violencia y rencilla, iniquidad, maldad, abundan el fraude y el
engaño en sus plazas.
Pero,
¿es por todo esto que el salmista quiere tener alas para escapar al
desierto y descansar?
¿Cuál
es el motivo de su cansancio?
No,
no está cansado porque habita en una ciudad sitiada y malvada. El
salmista dice que si lo hubiera afrentado el enemigo o alguien que lo
aborrecía, lo hubiera soportado, se hubiera ocultado de él y ¡ya
está!
Entonces…
¿qué lo llevó a este estado de conmoción, de shock?
Así
es como decide abrir su corazón dolorido y nos cuenta que:
Su
conmoción tiene origen en que fue afrentado por un hombre íntimo,
que “parecía” ser su guía, su consejero, que era como un
familiar para él, con quien se confiaban secretos mutuamente y
andaban en amistad en la Casa de Dios. Pero lo traicionó junto a
otros “creyentes” y se levantaron en su contra.
Pudo
reconocer, entonces, que hay maldad en el corazón de estos hombres
que concurren a la Casa de Dios. No son sus hermanos en la Fe, ¡son
sus enemigos y lo traicionaron! Violaron Pactos, hay guerra en su
corazón, sus palabras suaves como el aceite son espadas desnudas.
Sí,
la traición de estos hombres fue la única causa que lo llevó a
desear tener alas para volar y morar en el desierto y descansar.
¿Sería
verdad que huyendo al desierto iba a lograr el reposo tan deseado y
sanaría su corazón dolorido?
Se
propuso, entonces, clamar a Dios por la tarde, mañana y mediodía,
porque tenía la seguridad de que Dios oiría su voz y lo salvaría.
Oró,
reflexionó e hizo una declaración de Fe personal: “YO EN TI
CONFIARÉ”.
Pero
no solo eso, a través del Salmo 55 nos hace una invitación
especial:
“ECHA
SOBRE JEHOVÁ TU CARGA Y ÉL TE SUSTENTARÁ, NO DEJARÁ PARA SIEMPRE
CAÍDO AL JUSTO”.
* * * * *
“¡Cuán
preciosa, oh Dios, es tu Misericordia, por eso los hijos de los
hombres se amparan bajo la sombra de tus Alas!” (Salmo 36:7)
Querido hermano: Si estás en una situación semejante a la del salmista, conmocionado, shockeado y has orado a Dios así: ¡Quién
me diera alas como de paloma! Volaría yo y descansaría. Moraría en
el desierto: ¡solo!
Volar
y huir al desierto para reposar, no es la salida.
Dios
tiene algo mejor para ti. Tiene reservado “un lugar de reposo”
que no es el desierto. ¡Y donde no vas a estar solo! Dios quiere que
habites reposadamente junto a Él y junto a otros Hermanos, que
también lo buscaron y lo hallaron. “Buscad y hallaréis”, dijo
el Señor Jesús.
Por
favor, lee, memoriza y anímate a dibujar los siguientes versículos.
Pero sobre todo, CREE que la Palabra de Dios es Verdad, ten FE en
Ella.
“Guárdame
como a la niña de tus ojos, escóndeme bajo la sombra de tus Alas.”
Salmo 17: 8.
“Yo
habitaré en tu Tabernáculo para siempre, estaré seguro bajo la
cubierta de tus Alas.” Salmo 61:4.
“Ten
misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí. Porque en Ti
ha confiado mi alma y en la sombra de tus Alas me ampararé.” Salmo
57:1.
El
Salmo 91 es el ejemplo de vivir en el Reposo de Dios. En el versículo
4 dice así:
“Con
sus plumas te cubrirá y debajo de sus Alas estarás seguro”.
Mira
detenidamente cómo representé el Salmo 91 y compáralo con el Salmo
escrito en tu Biblia. Anímate a dibujarlo tú también, mientras lo
memorizas. ¡Puedes compartirlo con otras personas o regalarlo!
Dios
tiene una sorpresa para ti. No quiere darte alas para que huyas solo
al desierto a buscar reposo. Te invita a que corras hacia Él. Te
invita a que habites bajo la sombra de sus Alas. Y no sólo te dará
Reposo. ¡Te cubrirá con sus plumas!
Y
hay más aún: te dará seguridad, te sustentará, te abrigará, te
levantará, te amparará, te guardará, te esconderá. ¡Y no estarás
solo! Hay otros Hermanos que habitan en ese lugar.
Hermano/a:
¿Qué
esperas para correr bajo la sombra de las Alas de Dios?
¡No
necesitas alas!
Sólo
debes comunicarte con Él por medio de la Oración en el NOMBRE DE
JESÚS.
¡Dios
te está esperando con sus Alas extendidas!
¡Ah!
Y no dejes de alabarle, de día y de noche. ¡Alábale!.
Jesús
continúa realizando HOY la misma pregunta que le hizo a Saulo cuando
lo interceptó camino a Damasco adonde se dirigía para apresar
cristianos. Saulo asolaba la Iglesia, esto es, la destruía, la
arrasaba y entrando casa por casa arrastraba a las mujeres y hombres
y los entregaba a la cárcel. Jesús le preguntó:
-Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? (Hechos 8:3).
Mucho
tiempo atrás, cuando Jesús fue arrestado, mientras era interrogado
por el sacerdote Anás, el alguacil le dio una bofetada.
Entonces, él
le dijo:
-Si
he hablado mal testifica en qué está mal, y si bien, ¿por qué me
golpeas? (Juan 18:23).
HOY
Jesús repite estas mismas preguntas ante el martirio y persecución
de sus “Hermanos Pequeños” en todo el mundo. Y aún más, Jesús
dijo que lo que le hacen a uno de estos Pequeños a Él se lo hacen.
¿Lo crees? Sí, el que toca a un cristiano toca al Señor Jesús,
pues Él mora en el corazón de cada cristiano. “No ya yo mas
Cristo vive en mí”, dijo Pablo.
Si
te has arrepentido de tus pecados y recibiste al Señor Jesús en tu
corazón como Salvador Personal y Señor de tu vida y has declarado
públicamente que Jesús murió por ti en la cruz del Calvario y
Resucitó, ¡has nacido de nuevo y eres miembro de la Iglesia de
Dios!
¿Qué
dice la Biblia acerca de la Iglesia de Dios?
En
Colosenses 1:17-19 dice: “…y Él (Jesús) es ANTES de todas las
cosas y todas las cosas en él subsisten. Y Él es la Cabeza del
Cuerpo que es la Iglesia”.
En
1° Corintios 12, leemos: “Porque por un SOLO ESPÍRITU fuimos
todos bautizados en UN SOLO CUERPO, sean judíos o griegos, esclavos
o libres, y a TODOS se nos dio a beber de UN MISMO ESPÍRITU”.
Este
Cuerpo que es la Iglesia, tiene muchos miembros, de manera que si un
miembro padece o recibe honra todos se duelen o se gozan con él.
Y
DE ESTO… NO SE HABLA.
Efesios
1:22-23 dice que Jesús sometió TODAS las cosas bajo sus pies y lo
dio por CABEZA SOBRE TODAS LAS COSAS A LA IGLESIA, la cual es SU
CUERPO.
Sí
hermano, la Iglesia de Dios está SOBRE TODO principado, autoridad,
poder y señorío y SOBRE TODO NOMBRE que se nombre no sólo en este
siglo sino en el venidero. (Efesios 3:27).
“Cristo
es la Cabeza de la Iglesia, la cual es su Cuerpo y Él es su
Salvador. Cristo amó a la Iglesia y se entregó a Sí Mismo por ella
para santificarla, a fin de presentársela a sí mismo una Iglesia
gloriosa, santa, sin mancha ni arruga…” (Efesios 5:23-27).
¿Y
DE QUÉ NO SE HABLA?
Los
cristianos no saben, o no creen o no predican esta Verdad, de que
forman parte de una Iglesia que Dios le dio PODER y AUTORIDAD
poniéndola SOBRE TODO, trascendiendo los límites terrenales.
¿Has
leído Efesios 1:3, 2:6 y 3:10? Ahora mismo, toma tu Biblia y
léelos.
Pablo
Bendice a Dios porque nos BENDIJO CON TODA BENDICIÓN ESPIRITUAL EN
LOS LUGARES CELESTIALES.
Y
nos recuerda que por Gracia somos Salvos y que juntamente con Él nos
Resucitó y así mismo nos HIZO SENTAR EN LOS LUGARES CELESTIALES
CON CRISTO JESÚS.
¿Y
cuál es el Ministerio de la Iglesia?
Debe
DAR A CONOCER la multiforme Sabiduría de Dios a los principados y
potestades en los LUGARES CELESTIALES.
¿Y
quiénes componen la Iglesia?
Los
Nacidos de Nuevo. “Os es necesario nacer de nuevo”, dijo el Señor
Jesús.
Y
ahora, ¿puedes entender porqué Pablo manda en Efesios 6:10-20, que
debemos vestirnos con la armadura de Dios? Porque no tenemos lucha
contra sangre y carne, sino contra principados…… ¡en las
regiones celestes!
La
Iglesia subsiste solamente por Jesús, ella es su Cuerpo y Él es su
Cabeza. No depende de ningún poder político – religioso mundial,
por más alto que esté, pues la Iglesia está más alto aún, ¡en
los lugares celestes!
Si
eres Hijo de Dios es porque “has nacido de nuevo”. Pablo manda en
Colosenses 3, que los cristianos se “revistan del nuevo hombre” y
se vistan como “escogidos de Dios, santos y amados, con
misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia. Pero
sobre todas estas cosas, que se VISTAN de AMOR que es el Vínculo
Perfecto y que la Paz de Dios GOBIERNE sus corazones, a la que fueron
llamados en UN SOLO CUERPO. ¡Y que sean agradecidos!
UN
SOLO CUERPO habla de UNIDAD, AMOR y PAZ. Pero, ¡cuidado!, se refiere
únicamente a los NACIDOS DE NUEVO, a sus discípulos. ¿Recuerdas
cómo oró Jesús por sus discípulos y por los que iban a creer en
Él por medio de ellos? (Juan 17:21-23):
-“Para
que todos sean Uno, como Tú, oh Padre, en Mí y Yo en Ti, que
también ellos sean Uno en Nosotros.
¿Para
qué Jesús oró por la Unidad de sus Discípulos?
-“Para
que el mundo CREA que TÚ me enviaste”.
¿Qué
distingue a la Iglesia como Cuerpo de Cristo?
Que
los miembros deben: “…ser solícitos en guardar la Unidad del
Espíritu, en el vínculo de la Paz, Un Cuerpo y Un Espíritu, como
fueron llamados en Una misma Esperanza, Un Señor, Una Fe, Un
Bautismo, Un Dios y Padre de todos…” (Efesios 4).
* * * * *
“Acordaos
de los presos como si estuvierais presos JUNTAMENTE con ellos y de
los maltratados como que también vosotros mismos estáis en el
cuerpo”. Hebreos 13:3.
Dios
puso a la Iglesia por Cabeza sobre todas las cosas… y le entregó
Poder y Autoridad que trasciende los límites terrenales, es decir en
los lugares celestiales. No debe someterse a ningún poder político
– religioso en la tierra, ya que a su vez ese poder está gobernado
por el diablo, el príncipe de este mundo, el mismo que le dijo a
Jesús: “Todo esto te daré si postrado me adorares”, es decir,
le prometió todo la potestad y la gloria.
Y
Jesús le contestó:
-“Vete
de mí, satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás
y a Él solo servirás”. (Lucas 4).
Hoy
la Iglesia debe dar la misma respuesta que su Señor al diablo:
-“Vete
de mí satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y
a Él solo servirás”.
HERMANO/A:
Si eres Nacido de Nuevo, estás sentado en lugares celestiales y se
te ha dado Poder y Autoridad de parte de Dios. Eres un miembro de la
Iglesia, Cuerpo de Cristo, por lo tanto si un miembro padece o recibe
honra, tú debes sufrir o gozarte con él, y no sólo tú, ¡todos
los miembros que componen la Iglesia de Dios!
¿Por
qué?
Porque
el Espíritu Santo mora en TODOS los “Nacidos de Nuevo” y gime,
clama, intercede por los oprimidos, perseguidos… ante el Padre
Celestial.
¿Cuando
los miembros se reúnen se edifican mutuamente? ¿Se alimentan del
Pan de Vida y del Agua Viva que es Jesús? La Biblia, su Palabra Viva
y Eficaz, ¿ocupa el centro de sus vidas? El Espíritu Santo, ¿actúa
en libertad en la Iglesia y en cada creyente? El mundo, ¿cree que
Jesús es Enviado de Dios al ver que sus Discípulos están Unidos?
La Iglesia, ¿se mueve en la Potencia de Dios y su Luz se expande más
allá de los límites terrenales?
La
Iglesia, al igual que Jesús, al ver el martirio de los Suyos, llora
y eleva su voz ¡tomando ese martirio como propio!, preguntando:
¡¿POR
QUÉ ME PERSIGUES?!
¿Por
qué no lo hace? Creo que es un tema de FE. La mayor parte de los
miembros del Cuerpo de Cristo no cree que está en los lugares
celestiales y no ejercen el Poder y la Autoridad que le fueron
delegados por Dios.
Dios
está esperando que cada miembro por separado y en conjunto en la
Iglesia, se postre delante de Él y se humille, confiese su pecado de
incredulidad y le encomiende a Él esta tremenda, atroz guerra que se
ha desatado contra cada creyente y contra el Pueblo de la Cruz, es
decir:
¡Contra
Jesús: el Crucificado y el Resucitado!
La
Iglesia no puede ni debe permanecer sometida, vencida, débil,
derrotada… ¡NO debe permanecer CALLADA!
Si
la Iglesia ejerce Fe en Jesús y permite que Él, como su Cabeza tome
control de esta situación, “¡el mundo va a creer que Dios envió
a Jesucristo!”
La
Iglesia ha perdido de vista su dimensión sobrenatural porque no anda
por Fe, sino por vista, se limita sólo a lo terrenal, hasta donde
alcanzan sus ojos. ¡Abandonó los lugares celestiales!, por los
lugares terrenales que “parecen ser más atractivos a la vista”.
El poder y la gloria de este mundo le son irresistibles.
Pero
la Iglesia está conformada por miembros. ¿Qué ocurre contigo?
Hermano,
al ver a nuestros Hermanos sacrificados como corderos, recordemos que
Jesús, el León YA VENCIÓ y gritemos ¡BASTA, en el Nombre de
Jesús!, haciendo uso de todo el Poder y la Autoridad que Jesús nos
dio.
Igual
que David, HUMILLÉMONOS delante de Dios, ¡no le temamos a Goliat!
Responde
sinceramente:
¿EL
MUNDO ESCUCHA LOS LATIDOS DEL CORAZÓN DE JESÚS,