sábado, 22 de diciembre de 2018
miércoles, 19 de diciembre de 2018
Allí, en Belén
“…un CORDERO sin mancha y sin
contaminación, ya destinado desde ANTES de la fundación del mundo,
pero manifestado en los postreros tiempos por Amor de vosotros…”
1° Pedro 1:19/20.
Narra la Biblia, que allí, en la
región de Belén, pastores velaban y guardaban las vigilias de la
noche sobre su rebaño, cuando un Ángel del Señor se presentó ante
ellos, la Gloria del Señor los rodeó de resplandor y tuvieron gran
temor. El Ángel les dijo que no teman pues venía a darles Nuevas de
gran Gozo:
“Que OS ha nacido hoy, en la ciudad
de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”
Les dio una señal para
encontrarlo: lo hallarían envuelto en pañales acostado en un
pesebre.
Repentinamente, una multitud de
huestes celestiales apareció con el Ángel, que alababan a Dios y
decían:
¡Gloria a Dios en las alturas y en la
tierra PAZ, buena voluntad para con los hombres!
Te invito a retroceder en el
tiempo para ser parte de ese acto de adoración junto a los reyes
magos y a los sencillos pastores y que, ya en el lugar, hagamos
MEMORIA. Gozamos de ese privilegio, porque seremos visitantes del futuro, del
año 2018, tenemos la Biblia y conocemos cómo transcurrió la
historia a partir del nacimiento del Señor Jesús y antes también.
Reflexionemos en la Buena Noticia:
“NOS ha nacido hoy un Salvador que es Cristo el Señor.”
¿Quién es este niño?
¿Qué ocurre cuando una persona
decide postrarse ante Él para adorarle?
Pablo, en Filipenses 2, responde
a la pregunta de: ¿Quién es este niño?
"Cristo Jesús, siendo en forma de
Dios, se despojó a sí mismo y tomó la forma de SIERVO, hecho
semejante a los hombres y en la condición de hombre se humilló a
sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de Cruz. Por
lo cual Dios le exaltó y le dio un Nombre que es sobre todo Nombre,
para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos y en la tierra y debajo de la tierra y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre."
En Hebreos 2, también encontramos
respuesta a la pregunta: ¿Quién es este Niño?
"Jesús coronado de Gloria y de
Honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la Gracia
de Dios, gustase la muerte POR TODOS… Él participó de CARNE y
SANGRE PARA DESTRUIR por medio de la muerte al que tenía el Imperio
de la muerte, esto es, el diablo y LIBRAR a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a
servidumbre…"
Nos ha nacido un Salvador.
Postrados ante Él y habiendo invocado su Nombre para Salvación,
reflexionemos:
¿Quiénes éramos nosotros? Y
¿Quiénes somos luego de haber creído e invocado el Nombre del
Señor Jesús para Salvación y de postrarnos a sus pies?
Pablo responde de una manera tan
sencilla y clara en Efesios 2:
"Y Él les dio VIDA a ustedes
cuando estaban MUERTOS en sus delitos y pecados, en los cuales
ANDABAN EN OTRO TIEMPO. SIGUIENDO la corriente de este mundo,
CONFORME al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que
AHORA OPERA EN LOS HIJOS DE DESOBEDIENCIA, entre los cuales, todos
nosotros vivimos en otro tiempo, en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos y ÉRAMOS por
naturaleza, HIJOS DE IRA, los mismo que los demás."
Sí, YO, Elena, ANTES de aceptar
al Señor Jesús como mi Salvador Personal y Señor de mi vida y de
recibir el perdón de mis pecados en Su Nombre, estaba MUERTA en mis
delitos y pecados, seguía la corriente del mundo y hacía la
voluntad de mi carne y de mis pensamientos, el príncipe de la
potestad del aire operaba en mí, pues era HIJA de DESOBEDIENCIA y
por naturaleza HIJA de IRA.
Pero… Vayamos a Juan 1:12, ¡aquí
está la Buena Noticia!
"Mas a todos los que LE RECIBIERON,
a los que CREEN en su Nombre, les dio potestad de ser hechos HIJOS de
DIOS, los cuales no son engendrados de sangre ni de voluntad de carne
ni de voluntad de varón, sino de Dios."
Yo, Elena, al recibir, el
24/3/1985, al Señor Jesús como mi Salvador Personal y Señor de mi
vida y de ejercer fe en su Nombre y habiendo experimentado el Nuevo
Nacimiento por el Poder del Espíritu Santo, ¡fui adoptada como HIJA
DE DIOS!
El diablo y su imperio de la
muerte ya nada tienen que ver conmigo, ¡gracias a que un Niño nos
es nacido! Jesús vino a librarme, ya no estoy sujeta a servidumbre…
el diablo ya no tiene poder ni autoridad sobre mí. ¡Jesús lo
venció! Pablo escribe a los Colosenses 1:13: ”… el cual nos ha
librado de la potestad de las tinieblas y TRASLADADO al REINO de su
Amado HIJO, en quien tenemos REDENCIÓN por su Sangre, el PERDÓN de
pecados.”
"El que en Él cree, no es
condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha
creído en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios." Juan 3:18.
Pablo dice que somos miembros de
la FAMILIA de DIOS, (Efesios 2:19). ¿Cómo es esto?
Sí, Hijos de Dios que PARTICIPAN de
CARNE y SANGRE, (Hebreos 2:14). En Lucas 22:7 escuchamos a Jesús decir:
“…esto es mi Cuerpo que por
vosotros es dado…” “Esta Copa es el Nuevo Pacto en mi Sangre,
que por vosotros se derrama”.
Y en consecuencia, Hermanos de Jesús.
Leemos en Hebreos 2:17:
“Por lo cual debía ser en todo
semejante a sus Hermanos…”
“…por lo cual, NO SE AVERGÜENZA de
llamarlos HERMANOS”.
El Rey de Reyes, el Todopoderoso,
el Rey de la Creación, mi Salvador, mi Señor… no se avergüenza
de llamarme, a mí, a Elena: “su Hermana”.
Leemos en Hebreos 4:15: “Porque
no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, PERO SIN PECADO.”
Pero hay más aún, como Hermanos
estamos sentados con Él. Efesios 2 dice que Dios, que es rico en
Misericordia, por su gran Amor con que nos amó, aún estando
nosotros muertos en pecados, nos DIO VIDA juntamente con Cristo y
juntamente con Él NOS RESUCITÓ y asi mismo NOS HIZO SENTAR en
Lugares Celestiales CON Cristo Jesús…
Y todo esto… ¿por qué?
"Porque por GRACIA son salvos por
medio de la Fe y esto no de ustedes, porque es DON de Dios."
Regresemos al principio. La Buena
Noticia continúa vigente:
“Nos ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”
Isaías 9:6 describe su nacimiento
así:
“Porque un Niño nos es nacido, Hijo
nos es dado, y el Principado sobre su hombro y se llamará su Nombre:
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno. Príncipe de Paz.”
La Biblia describe este nacimiento
así:
Un niño acostado en un pesebre
cuidado por María y José, algunos sencillos pastores y tres reyes
magos adorando junto a multitud de huestes celestiales alabando a
Dios… y algunos animales.
¿Por qué? Si era el Salvador
quien estaba naciendo, ¿qué estaba pasando en realidad?
Juan 3:16/19, lo explica muy
clarito:
“Porque de tal manera amó Dios
al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en
Él crea, no se pierda mas tenga Vida Eterna.”
Pero el nacimiento de este Niño
trae al mundo Salvación por un lado y Condenación por otro. Y ésta
ES la Condenación: “que la LUZ VINO al mundo y los hombres amaron
más las tinieblas que la LUZ, porque sus obras eran malas.”
Desde el principio, el diablo
buscó matar a Jesús actuando en la mente de reyes, líderes
políticos-religiosos, familiares, amigos, etc. María y José
debieron huir abandonando todo, para preservar la vida del niño,
muchos inocentes fueron asesinados por causa de él. Años más
tarde, el diablo optó por tentar a Jesús, lo llevó a un monte muy
alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos y
le dijo: “Todo esto te daré si postrado me adorares”. También
intentó apartar a Jesús del Ministerio que su Padre le había
encomendado, pero fue èl quien debió apartarse y dejarlo ante la negativa del
Señor: “Vete satanás, porque escrito está…”
Finalmente creyó que había
logrado su objetivo, cuando durante la última Cena entró en Judas y
lo instó a traicionar a Jesús, quien fue crucificado y muerto.
Jamás pensó que Jesús iba a RESUCITAR, vencerlo a él y a su
imperio de la muerte No sólo eso, Jesús resucitado descendió a los
infiernos a proclamar su Victoria.
“YO SOY el Primero y el Último y el
que VIVO y estuve muerto, mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las LLAVES de la muerte y del Hades." Apocalipsis 1.
Un día, el diablo menospreciando
lo ocurrido durante el bautismo de Jesús, inicio de su Ministerio,
se atrevió a tentarlo diciendo: “Todo esto te daré si postrado me
adoras”.
Jesús RESUCITADO declara: “Toda
POTESTAD me es dada en el Cielo y en la Tierra… He aquí Yo estoy
con Ustedes todos los días hasta el fin del mundo”. Mateo 28:18.
Elena Sanfilippo Ceraso
10 de diciembre del 2018
sábado, 15 de diciembre de 2018
Domingo 16/12/2018 - Tercer domingo de Adviento.
Adviento, Tercer domingo.
"Den gracias e invoquen al Señor, cuenten a las naciones las cosas que ha hecho, recuérdenles que él está por encima de todo. Canten al Señor, porque ha hecho algo grandioso que debe conocerse en toda la tierra". Isaías 12:4-5
"Den gracias e invoquen al Señor, cuenten a las naciones las cosas que ha hecho, recuérdenles que él está por encima de todo. Canten al Señor, porque ha hecho algo grandioso que debe conocerse en toda la tierra". Isaías 12:4-5
viernes, 14 de diciembre de 2018
miércoles, 5 de diciembre de 2018
¿Dónde están las higueras fructíferas? 2° Parte.
Meditación:
El año 2019 está a la puerta.
En
la primera parte vimos cómo el Señor Jesús iba con los Doce camino a Jerusalén y tuvo hambre. Por este motivo, maldijo a una higuera pues no encontró fruto en ella, aunque no era
tiempo de higos. Al día siguiente, al regresar por el mismo camino,
vieron que la higuera se había secado desde la raíz.
Y
aquí viene la lección que Jesús quiso enseñar a los 12 y a todos
los que ejercemos Fe en su Nombre. Tremenda enseñanza nos dejó el
Señor, ante la cual, sentimos que un “calor” nos sube a la cara
y nos ponemos rojos de vergüenza. Sí, avergonzados, al escuchar al
Señor Jesús preguntar: ¿Dónde están las higueras fructíferas?
Regresemos
al texto. La respuesta de Jesús a las palabras de Pedro: “Maestro,
mira, la higuera que maldijiste se ha secado”, fue la siguiente:
“TENED
FE EN DIOS”. Porque CUALQUIERA que le dijese a este monte: Quítate
y échate en el mar y NO DUDARE en su corazón, sino CREYERE que será
hecho lo que dice, lo que dice será hecho.”
Jesús
no menciona ni se refiere a una determinada persona. Esto
es, que “cualquiera”, podemos ser tú o yo o cualquier creyente
en Jesús puede:
Tener
Fe en Dios. No DUDAR en el corazón. CREER que será hecho lo
que se dice, en consecuencia, será hecho todo lo que se pida en
oración al Padre en el Nombre de Jesús.
Añadió
el Señor:
“… todo
lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os vendrá.”
Pero
luego el Señor da CONDICIONES. ¿Cuál es la gran condición que si
no se cumple, se viene abajo todo lo dicho anteriormente?
La
condición que puede anular todo si no se cumple, es OBEDECER A DIOS.
¿Obedecer en qué?
Así
habló Jesús:
“Y
cuando estéis orando, PERDONAD si tenéis algo contra alguno.”
Es
un mandato, que debemos obedecer si realmente queremos que nuestra
oración sea oida y respondida por Dios.
Jesús
nos manda que al orar al Padre DEBEMOS PERDONAR.
¿Para
qué?
¨Para
que también vuestro Padre que está en los Cielos os perdone a
vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco
vuestro Padre que está en los Cielos os perdonará vuestras ofensas."
Es
decir, que antes de orar al Padre, se debe pedir la guía del
Espíritu Santo para que nos ilumine si tenemos algo contra alguien
o, tal vez, alguien contra nosotros. A veces, no tenemos muy claro
estas situaciones o la memoria nos falla y sólo el Espíritu Santo
puede disipar o echar luz en ellas, además, sólo ÉL puede darnos
el PODER para PERDONAR en el Nombre de Jesús, porque por nosotros
mismos y en nuestras fuerzas no podríamos hacerlo.
¿A
quién debo perdonar?
“…soportándoos
unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviera queja
contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, ASÍ TAMBIÉN
hacedlo vosotros.” Colosenses 3:13.
“Antes
sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, COMO Dios también los perdonó a vosotros EN Cristo.”
Efesios 4:32.
“Y
perdona nuestras deudas COMO también nosotros perdonamos a nuestros
deudores.”
“Porque
si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a
vosotros vuestro Padre Celestial, MAS SI NO perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas.” Mateo 6: 12, 14, 15.
“Por
tanto, si traes tu ofrenda al Altar y allí te acuerdas de que tu
Hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del
Altar, y anda, reconcíliate primero con tu Hermano y entonces ven y
presenta tu ofrenda.” Mateo 5: 23/24.
La
historia que Marcos narró comienza con que “Jesús tuvo hambre”,
continúa con “la maldición de la higuera estéril” que se seca
desde la raíz y finaliza con las siguientes palabras:
“Porque
si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los
Cielos perdonará vuestras ofensas.
¿Existe
alguna relación entre estas partes?
Si
deseamos obedecer a Dios, el acto de perdonar a alguien con todo
nuestro corazón, sinceramente, puede demandar de nuestra parte,
ayuno, oración y humillarnos ante Dios.
Si
no perdonamos a… de todo corazón, Dios no perdona, ni escucha
ni responde. ¿Por qué? Porque nos ama.
Dios
quiere sanar nuestras heridas, resentimientos, amarguras, que tal vez
están guardados, bien escondidos, allí en lo profundo del corazón.
Pero a Él no podemos engañarlo, todo lo ve, todo lo escudriña,
todo lo conoce. Es el Señor de la Historia, de nuestra historia.
¿Qué podemos ocultarle?
Jesús
vino a libertar a los cautivos. Tal vez estamos cautivos de una
experiencia traumática de la niñez, de un abandono, de un engaño… El Señor quiere que el Espíritu Santo ilumine lo más escondido
de nuestro ser, que aún permanece en tinieblas, muchas veces sin ser
conscientes de ello y sanar nuestras heridas al inundarnos de su amor
y perdón, para que en el Nombre de Jesús podamos perdonar y no
morir.
¿Qué
consecuencias trae el “no te perdono”?
Entre
los países del mundo: guerras, violencias, saqueos, robos,
enfermedades, virus, destrucción, asesinatos, dolor, odios,
venganzas, envidias, codicias, etc
Cuando
una persona no ha perdonado a alguien, si no permite que Dios obre en
su vida, en algún momento comienza su propia destrucción con
amargura, resentimiento, odio, deseo de venganza, esterilidad, y se
va secando de raíz. Las tinieblas avanzan en su interior y se apagan
la Fe, la Esperanza y el Amor, comienza a enojarse con Dios, a
culparlo y sin querer, hiere a quienes le aman. La falta de perdón
no sólo interrumpe la relación con Dios sino que la distorsiona. La
persona pierde la confianza en Él y se hunde en su dolor, sola.
Dice
Isaías 1: "Toda cabeza está enferma y todo corazón doliente. Desde
la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino
herida, hinchazón y podrida llaga, no están curadas, ni vendadas ni
suavizadas con aceite."
Obedecer
a Dios es una decisión de FE, perdonar es una decisión de FE.
Vayamos a la Biblia:
“Que
ninguno agravie ni engañe en nada a su Hermano, PORQUE el Señor es
VENGADOR de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.” 1°
Tesalonicenses 4:6. ¿Le crees a Dios?
“No
aborrecerás a tu Hermano en tu corazón. No te vengarás ni
guardarás rencor… sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. YO
JEHOVÁ.” Levítico 19:18. ¿Le crees a Dios?
“No
digas: yo me vengaré. Espera a jehová y Él te salvará.” Prov.
20:22. ¿Le crees a dios?
“No
os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira
de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, YO pagaré, dice
el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer, si
tuviere sed, dale de beber, pues haciendo esto, ascuas de fuego,
amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence
con el bien el mal.” Romanos 12: 19/21. ¿Le crees a Dios?
“Pues
conocemos al que dijo: Mía es la venganza, YO daré el pago, dice el
Señor. Y otra vez:
EL
SEÑOR JUZGARÁ A SU PUEBLO.
¡Horrenda
cosa es caer en manos del Dios vivo!” Hebreos 10: 30/31.
¿Le
crees a Dios?
Sinceramente,
¿le crees a Dios? Si es así, entonces, obedece a Dios y ¡PERDONA!
Jesús
busca higueras fructíferas.
¿Dónde
están las higueras fructíferas?
Hay
una estrecha relación entre la narración de Marcos, “Maldición
de la higuera estéril” que se seca desde la raíz con el final.
Dios
no quiere que seamos higueras estériles, que nos sequemos de la
raíz. La falta de perdón corta la relación con Dios y seca desde
la raíz, mata.
Porque
Dios nos ama, quiere impedir que seamos cortadas y arrojadas al fuego
para arder. Desea que nuestro Fruto sea la Santificación y nuestro
Fin la Vida Eterna.
Medita:
El
año 2019 está a la puerta. ¿Cuál es tu decisión, tu compromiso con el Señor Jesús,
hoy y ahora?
¿Le
vas a creer a Dios?
¿Vas
a obedecer a su Palabra?
¿Vas
a perdonar sinceramente y en el Nombre del Señor Jesús?
Si
es así, amada Higuera de Dios, vas a poder decir como Pablo:
“Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la Fe del Hijo de
Dios, el que me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas
2:20.
En
oración y con la guía del Espíritu Santo, reflexiona en la letra
de la siguiente canción.
¿Dónde
están las higueras fructíferas?
Elena
Sanfilippo Ceraso.
domingo, 2 de diciembre de 2018
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