lunes, 27 de junio de 2016

Los hijos del Discípulo Amado...


A lo largo del tiempo el cuándo y cómo llegó la fe cristiana a tierras británicas fue objeto de muchas y muy diversas teorías y explicaciones.


Finalmente, ahora sabemos que los habitantes de las Islas Británicas recibieron nada más y nada menos que la Fe cristiana en sucesión directa del Discípulo amado: El Apóstol San Juan, quien impuso las manos a san Ireneo de Lion y éste dió la Sucesión Apostólica a los obispos de la Galia.


San Ireneo dijo: "La Iglesia fue llevada por los apóstoles hasta las más remotas fronteras de occidente y los celtas".


Con frecuencia, pese a toda prueba histórica y de la tradición de la Iglesia, se afirma aún que el cristianismo llegó a Inglaterra en el año 597 con los primeros misioneros enviados por el Papa San Gregorio Magno I y dirigidos por San Agustín de Canterbury. Pero como ya se dijo, la historia no apoya esta afirmación pues existen numerosas evidencias sobre la existencia de una iglesia organizada antes del 597:


Algunos de los Padres Apostólicos y demás personajes trascendentales en la historia de la Iglesia dejaron testimonios escritos acerca del cristianismo en tierras británicas, tales como San Ireneo, Tertuliano, Orígenes, Eusebio de Cesarea, San Hilario de Poitiers, San Atanasio de Alejandría, San Juan Crisóstomo, San Jerónimo. Además de estos escritos, queda demostrada la fundación de diócesis británicas en años anteriores al 597:


La Diócesis de Londres se fundó en el año 180;


La de Glascow, Escocia fue fundada en el año 430;


La Diócesis de Armagh, Iralnda se fundó en el 444;


La de Sodor, Inglaterra fue fundada en el año 447;


La de Kilmore, Irlanda fue fundada en el año 454;


La Diócesis de Connor, Irlanda se fundó en 506;


La de Bangor, Gales fue fundada en el 550;


La Diócesis de Llandaff, Gales se fundó también en el 550;


La de Down, Irlanda fue fundada en el año 560;


La Diócesis de San Asaph, Gales se fundó en el 560.


De igual manera, prueba de la existencia del cristianismo británico antes de la llegada de San Agustín de Canterbury son los santos británicos canonizados incllusive por la Iglesia de Roma. quienes vivieron antes del año 597:


San Alban (murió en el 209);


San Ninian (murió en el 430);


San Patricio (murió en el 461);


San David (murió en el 544);


San Columba (murió en el 597).


Demostrado queda que hubo presencia de clero británico-celta en al menos dos concilios realizados en Europa: uno, en Arlés, Francia en el año 314 y el otro fue realizado en Rimini, Italia, y llevado a cabo en el año 359.


Todo la dicho anteriormente demuestra que desde mucho antes de que llegaran los misioneros romanos a tierras británicas existía ya en esas islas, la fe cristiana, y eran parte de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica.

(Fuente: http://anglicanossinodounido.blogspot.com.ar/)

La Reina Isabel I de Inglaterra.


La reina Isabel I (Elizabeth en inglés) nació en el Palacio de Placentia, el 7 de septiembre de 1533, siendo la hija de Enrique VIII de Inglaterra y de su segunda esposa, Ana Bolena; sucedió a su hermana católica romana, María Tudor en un tiempo cuando el país se encontraba dividido y casi indefenso.
Luego de que su madre fuera acusada y ejecutada por los cargos de adulterio y brujería, Isabel fue declarada hija ilegítima. Curiosamente, una la última de las seis esposas que tuvo Enrique VIII, Catalina Parr , fue quien medió entre el rey y su hija para que estos se reconciliaran (recobró sus derechos en línea sucesoria en 1544).
Isabel aprendió a ocultar de otros sus pensamientos y a obviar las dificultades con un ingenio que justamente Inglaterra necesitaba. Mostró su impaciencia ente el dogmatismo de las religiones rivales, aunque nunca dudó acerca de la providencia de Dios.
Tras la muerte de su padre en 1547, Isabel se fue a vivir con Catalina Parr, proveyéndole esta de una exquisita educación. Isabel gozaba de un brillante intelecto, aprendió a hablar fluidamente el francés, italiano, español, griego y latín, además leía el chipriota.
Mientras su medio hermano, Eduardo VI se mantuvo en el trono, la posición de Isabel fue inestable, sin embargo, en 1553 moría a los 15 años. Apoyada por el pueblo, María I Tudor le sucedió en el trono.
María Tudor se casó con Felipe II de España, sin embargo esta unión la hizo muy impopular entre el pueblo inglés. Tras una rebelión en 1554 en la que se intentó evitar esta boda Isabel fue hecha prisionera en la Torre de Londres. La reina María intentó alejar a Isabel de la línea sucesoria, pero el Parlamento se lo impidió. Al no poder evitar que Isabel le sucediera al trono, María intentó convertirla al catolicismo romano, cosa que Isabel fingió aceptar.
Finalmente, tras la muerte de María, Isabel subió al trono y fue coronada el 15 de enero de 1559, en lo que fue la última ceremonia de coronación en latín de Inglaterra.
Isabel se preparó para seguir el camino del protestantismo, considerando que el término “protestante” no tenía entonces la connotación que tiene hoy en día. Esta palabra se refería a No romano, en tanto que hoy se refiere no solo a no ser romano, sino también a No-Católico; el siguiente párrafo de un escrito de Isabel al emperador Fernando lo ilustra:
“Nos y nuestros vasallos, Dios sea loado por ello, no seguimos religiones novedosas ni extrañas, sino la misma religión que Cristo manda, la que la Iglesia Católica y Primitiva mandaba, la que aprueban la voz de los padres más antiguos de común acuerdo”.
Ciertamente durante el reinado de Isabel I hubo persecución, pues era una época en la que la religión y la política no podían separarse, pero en comparación con la furia desatada bajo el reinado de María y con los horrores del Continente, fue mucho menos.
Fue una edad de oro para la literatura y las exploraciones. Poseedora de extraordinaria capacidad para tomar decisiones rápidas, excepto en el caso de María Estuardo de Escocia, pues dudó largamente antes de entregarla al verdugo.
La reina Isabel I de Inglaterra y de Irlanda murió el 24 de marzo de 1603 a los 69 años de edad, siendo enterrada en la abadía de Westminster, al lado de su hermana María. Sobre sus tumbas se puede leer la siguiente inscripción: “Compañeras en el trono y la tumba, aquí descansan las dos hermanas, Isabel y María, en la esperanza de la resurrección”. A la reina Isabel le sucedió Jacobo VI de Escocia, quien ascendió al trono como Jacobo I.


(Fuente: http://anglicanossinodounido.blogspot.com.ar/)

Solicitud de nulidad matrimonial del Rey Enrique VIII.


Solicitud de nulidad matrimonial de Enrique VIII mandada al Papa con los sellos de dignatarios y obispos que la respaldaban.
Con esto se rompe la mentira de que Enrique VIII queria divorciarse.

(Fuente: http://anglicanossinodounido.blogspot.com.ar/)

martes, 21 de junio de 2016

Encuentro III (Partes A, B y C)

Encuentro III

Índice
(Haga click sobre los ítulos para leer los artículos)


Parte A





Parte B

34 – Fe de Niños



Parte C





ENCUENTRO II (Sencillos Estudios y Reflexiones Biblicas)

Encuentro II

Índice
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21 – Prisioneros


ENCUENTRO I (Sencillos Estudios y Reflexiones Biblicas)

Elena Sanfilippo Ceraso

ENCUENTRO

(Sencillos Estudios y Reflexiones Bíblicas)























Publicado por
Los del Camino”


CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES – JULIO 2015


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Prólogo

Estos “Sencillos Estudios y Reflexiones Bíblicas” son el fruto de un tiempo con muchas dificultades, dolor e injusticias. ¡Pero Gloria a Dios por ello!. Porque me llevaron a profundizar la Comunión íntima con mi Padre Celestial.
Oro a Dios para que al compartirlos contigo, querido lector, recibas por medio de ellos, consuelo, gozo, paz y todo tipo de Bendiciones Celestiales. Y si aún no tuviste un Encuentro Personal con Jesús, este librito te lleve hacia Él. Jesús te está esperando con el fueguito encendido y un delicioso pescado asado por Él mismo, listo para compartir contigo. Tiene un lugar reservado para tí. ¡No le falles!.
Desearía también que “Encuentro” esté en las manos de las personas más simples, humildes, sencillas, pero poseedoras de una “fe de niños”, o que estén atravesando situaciones difíciles, ya que su lectura es fácil, amena y colorida.
Se lo dedico a Jesús, mi Buen Pastor; a mi esposo Pablo, que fue quien hizo posible “Encuentro” y a mis Hermanos, que sufren persecución, martirio y tribulación a causa del Evangelio del Reino.



Elena Sanfilippo Ceraso  
Buenos Aires
26/07/2015








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Encuentro I

Índice
(Haga click sobre los títulos para leer los capítulos)


1 – Nuestros vientos personales
2 – No se dormirá el que te guarda
3 – La prosperidad
4 – Tú llenas mi boca de alabanza
5 – El anhelo ardiente de la Creación
6 - ¿Dónde está Dios?
7 – Los azotes del diablo
8 – Hasta aquí llegué!
9 – Una decisión fundamental hoy
10 – Sígueme
11 – Esta leve tribulación momentánea
12 – Ven, Jesús te llama



viernes, 17 de junio de 2016

CIUDADES con sus puertas SIEMPRE abiertas





















Mateo 23:23. “Lo más importante de la Ley: la Justicia, la Misericordia y la Fe”. Señor Jesús.

En Israel el homicidio estaba penado con la muerte. La única exención estaba en el homicidio involuntario. Se señalaron, entonces, seis Ciudades de Refugio, tres a cada lado del Jordán, adonde debería huir todo el que hubiera dado muerte, involuntariamente, a alguien. Estas ciudades tenían SIEMPRE ABIERTAS SUS PUERTAS para que el que venía huyendo no tuviera que esperar a que le abran, pues estaba en riesgo su vida. Fueron dadas a los Levitas y los Ancianos de estas ciudades eran quienes debían determinar si la muerte había sido causada por accidente o no. En caso negativo, el Vengador de la sangre no estaba autorizado a dar muerte al homicida. Sin embargo, éste debía permanecer en la Ciudad de Refugio hasta la muerte del Sumo Sacerdote, sólo después podía volver a sus posesiones. SI SALÍA DE LA CIUDAD antes de ello y el Vengador de la sangre le hallaba, éste podía darle muerte. El presunto homicida podía correr hasta la Ciudad de Refugio más próxima, esto es, 55 km., pudiendo ir a Cedes, en el monte Neftalí, a Siquem, en el monte de Efraín, a Quinat, en el monte de Judá, a Beser, en el desierto, a Ramot de Galaad en la tribu de Gad o a Golán de Basán de la tribu de Manasés. La distancia entre estas ciudades era de 110 km.


Números 35: 9-28. Josué 20: 1-9. Las Ciudades eran de Refugio para los hijos de Israel, para el extranjero y el que morara entre ellos, para que huya de allá cualquiera que hiriere de muerte a otro sin intención. La congregación debía juzgar si el homicidio era involuntario o no. Si había sido involuntario, el refugiado sería librado del Vengador y moraría en esta Ciudad hasta que muriera el Sumo Sacerdote, el cual fue ungido con aceite santo. Después de su muerte, el homicida volvería a la tierra de su posesión.
El Vengador de la sangre, también llamado Ejecutor de la Justicia, debía ser el pariente más próximo al asesinado. Después del diluvio Dios dio a Noé la Ley de que “el que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada”. Génesis 9:6. La Ley establecía la distinción entre homicida y asesino. CONTINUARÁ.




















MEDITA con la PALABRA DE DIOS.
¿Habla Dios de Ciudades de Refugio en el Nuevo Testamento? ¿Te son familiares los términos Vengador de la sangre – Sumo Sacerdote?

Hermano/a:
Te ruego, que comiences ahora mismo a
OCUPARTE EN TU SALVACIÓN CON TEMOR Y TEMBLOR.
AGRADECE al Señor JESÚS por una SALVACIÓN tan grande y ¡no la descuides!


   


(Elena Sanfilippo Ceraso
     jueves 16/06/2016)
      

viernes, 10 de junio de 2016

Refugiados























Sabido es, que muchas personas escapan de sus países buscando un país de refugio donde comenzar una nueva vida. Pero quien se arriesgue a recibirlos podría sufrir graves daños, dependiendo esto del motivo por el cual pidieron Refugio: ya sea por persecución religiosa, política, por terrorismo de Estado, etc.
Leí la historia de un hombre refugiado en su niñez, durante la segunda Guerra Mundial. Sus padres eran obreros en un campo de trabajos forzados en Alemania y esperaban que algún país los aceptara, pero no fue así, ya que muchos países rechazaron su pedido. Mientras tanto, durante la espera, no eran ciudadanos de ninguna Nación. Este señor cuenta que los refugiados deben:
- Tener un PATROCINADOR. En el caso de su familia, luego de mucha espera, un profesor de origen ucraniano, residente en otro país, se ofreció a servir de aval a su padre y familia. Narra en su historia, que siempre lo consideraron su “SALVADOR” y le manifestaron su agradecimiento durante toda su vida.
- Para obtener la ciudadanía del país donde iban a residir, debían aprender el idioma, conocer y respetar su Gobierno, etc. Es decir, debían comprender qué significaba ser ciudadano de ese nuevo país, hablar su idioma y someterse a su Gobierno. Un REFUGIADO debe someterse y adaptarse al nuevo país.
- El único documento que tenían en su poder era el Certificado de Nacimiento. Luego de pasar por el Palacio de Justicia y convertirse en Ciudadanos, el nuevo país les otorgaba documentación, con nuevos datos personales, esto es: nuevo nombre y apellido, país de nacimiento, etc. A partir de ese momento, la familia debía hacer las cosas que se practicaban en el nuevo país y no como se hacían en su país de origen.
LOS REFUGIADOS DEBEN ADOPTAR OTRA IDENTIDAD Y NO MIRAR HACIA ATRÁS.

Medita en los términos:
PEREGRINO y REFUGIADO.

Si tú eres CRISTIANO:
¿Eres Peregrino? ¿Eres Refugiado? ¿O eres ambos a la vez?
Si eres Refugiado: ¿quién es tu Patrocinador?

Estos Hermanos: ¿Son Refugiados? ¿Son Peregrinos? ¿O ambos a la vez?



Te ruego que recuerdes orar por nuestros Hermanos que padecen persecución.







(Elena Sanfilippo Ceraso
     viernes 10/06/2016)

sábado, 4 de junio de 2016

PERDÓN, SEÑOR…OLVIDÉ QUE SOY BARRO


“…polvo eres y al polvo volverás”. Dios.

La Biblia narra que Dios hizo al primer hombre del polvo de la tierra y luego sopló en su nariz Aliento de Vida y fue el hombre un SER VIVIENTE. Y creó Dios al hombre a su Imagen, varón y hembra los creó. (Génesis 1:27). Dios plantó un huerto en Edén y puso a ambos allí. (Génesis 3:19). Si bien Adán fue formado con polvo de la tierra, resultó ser el primer ser viviente que recibió en su nariz un soplo de Aliento de Vida por parte de su Creador, y no sólo eso, ¡fue creado a imagen de Dios mismo!
Dios, no sólo volcó todo su Amor en Adán, sino que le dio Vida de Su propia Vida. Más adelante, con la caída de Adán, por desobediencia a su Creador, entró el pecado y la muerte (material y espiritual), hizo su ingreso triunfal. Pero es tan grande el Amor de Dios por sus creaturas, que envió a Jesús a entregar su Vida en la Cruz del Calvario y luego lo Resucitó, para que todo aquel que en Él CREE no se pierda más tenga VIDA ETERNA. ¡Jesús es el DADOR de VIDA!
Puede ocurrir que al mirarnos al espejo o al observar a otras personas admiremos la belleza, el poder político, económico y religioso, la distinción, la fortuna, el reconocimiento mundial, la fama, el culto al cuerpo, etc. que se presentan ante nuestros ojos. Y olvidamos que todas las personas, sin distinción de razas, posición económica, social, religiosa y política, edad, sexo, profesión, oficios, condición (libre o no), TODAS las personas tienen algo en común: descienden del primer hombre Adán, quien fue hecho del polvo de la tierra. “POLVO ERES Y AL POLVO VOLVERÁS”, le dijo Dios a Adán, luego de la desobediencia a su Palabra que provocó su caída arrastrando consigo a todos sus descendientes.


Es imprescindible tener un conocimiento claro de quién es cada uno y de quién es Dios. ¡No somos iguales a Dios! ¡No somos dioses! Tenemos un Creador: DIOS, Él es nuestro Alfarero. Somos hechura de sus Manos con el polvo de la tierra. Somos VASIJAS de BARRO AMADAS por su Creador.
Job (33:6), reconoce: De barro fui yo también formado.
Isaías (45:9), pregunta: ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces? Y en 64:8 confiesa; Ahora, pues, Jehová Tú eres nuestro PADRE, nosotros BARRO, y Tú el que nos formaste, así que obra de tus Manos somos.
Job, Isaías, entre otros Hombres de Dios, reconocen su ORIGEN: formados con el barro, y obra de las Manos de Dios. Pero también dejan bien claro, que no existe una relación impersonal entre la vasija y su Creador, tampoco se trata de un ser superior que crea diferentes juguetes para entretenerse un rato. ¡No es así! Isaías llama a su Creador: PADRE. Tenemos el privilegio de ser VASIJAS a las que Dios sopló de su Aliento de Vida e hizo a su Imagen. Y no sólo eso, ¡es el Padre de sus vasijas!
Isaías también añade: ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces?
Si tenemos en claro nuestro origen, que Dios es nuestro Creador y nuestro Padre, la relación personal con Él y nuestra propia vida cambiarían radicalmente. En consecuencia, ¡el mundo cambiaría!


Piensa. Medita. Dios te hizo del barro, te dio vida con su Vida porque te ama. ¿Le vas a reclamar: ¿Qué haces? a tu HACEDOR?
El Libro de Eclesiastés,(12), enseña, aconseja:
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud:
Antes que vengan los días malos, antes que se oscurezca el sol, antes que se encorven los hombres fuertes, antes que se caigan las muelas, antes que empiecen los terrores en el camino, antes que se pierda el apetito aunque haya alimentos, antes que llegue la muerte y los endechadores, (endecha: duelo), anden por las calles, antes que la cadena de plata se quiebre y el cántaro se quiebre junto a la fuente y la rueda sea rota sobre el pozo… Y EL POLVO VUELVA A LA TIERRA.
Romanos 9: 21/23, nos recuerda:
Mas antes, oh, hombre, ¿quién eres tú para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?
Timoteo en su Segunda Carta, 2: 19/21 dice:
“CONOCE el Señor a los que son suyos, Y
APÁRTESE DE INIQUIDAD todo aquel que INVOCA el NOMBRE de CRISTO”.
Luego dice que el que SE LIMPIA, será Instrumento para Honra, Santificado, Útil al Señor y Dispuesto para toda buena obra.
SOMOS VASOS DE BARRO AMADOS POR DIOS, CREACIÓN SUYA.
Dios sopló en Adán su propio Aliento de Vida y lo hizo un ser viviente, pero de barro. Con la caída de Adán entraron el pecado y la muerte. Toda la Creación sufrió las consecuencias de la desobediencia de Adán. Pero Dios no dejó, por esto, de amar a sus vasijas. Envió a Jesucristo para dar Vida y Vida en abundancia, a la vasija que se confiese PECADORA y se arrepienta de sus pecados, recibiendo el Perdón de pecados en el Nombre de Jesús y lo reciba como su Salvador Personal y Señor de su vida, por medio de ejercer FE en SU NOMBRE: JESUCRISTO, el Rey de Reyes y Señor de Señores, el que pronto viene, el Alfa y la Omega, el Crucificado y el Resucitado, el que derramó su Sangre Preciosa en la Cruz del Calvario por Amor, para dar, gratuitamente, Vida Eterna a todo aquel que en Él crea.


Somos vasijas de barro, pero Dios aún nos ama y anhela ser nuestro Padre SÓLO por medio de JESUCRISTO. Jesús vino para RECONCILIAR a las vasijas de barro con su Creador, su Hacedor, su Alfarero, ya que a causa de la caída de Adán se rompió la Relación de Amistad con Dios y el hombre pasó a ser ENEMIGO de Dios, le dio la espalda a Dios. Sólo JESÚS puede RECONCILIARNOS con Dios, pues ÉL es el ÚNICO MEDIADOR entre Dios y los hombres.
Ahora mismo, AGRADECE a Dios por 2° Corintios 4: 7/10,
las vasijas de barro que han creído en el Señor Jesús, creen que está VIVO y también creen que ellas van a ser Resucitadas en Su NOMBRE por el Poder de Dios. Estas vasijas de barro, creyentes en Jesús, no miran las cosas que se ven, sino las cosas que no se ven, pues es la FE la certeza de lo que se espera, la convicción de los que no se ve, (Hebreos 11).

*     *     *     *     *

Quien ha recibido al Señor Jesús como Salvador Personal y Señor de su vida, ha encontrado un TESORO, una PERLA de gran precio. 

Dice Pablo:
“Pero tenemos este TESORO en VASOS de BARRO, para que la EXCELENCIA SEA DEL PODER DE DIOS y NO de nosotros, que estamos:
Atribulados en todo, mas no angustiados,
en apuros, mas no desesperados,
perseguidos mas no desamparados,
derribados, pero no destruidos,
llevando en el cuerpo, siempre, por todas partes, la Muerte de Jesús, para que también la Vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

MEDITA:
1.- ¿Eres un vaso de barro limpiado y lavado por la Sangre de Jesús, convertido en un instrumento para Honra, Santificado, Útil al Señor y Dispuesto para toda buena obra?
2.- ¿Eres un vaso de barro que aún no le ha permitido a su Creador que lo limpie de iniquidad y le perdone sus pecados por medio de confesar el Nombre del Señor Jesús?

TE INVITO a que juntos oremos a Dios, comenzando la oración como Abraham, (Génesis 18:27):
“He aquí, ahora que he comenzado a hablar a MI SEÑOR, aunque SOY POLVO y CENIZA….”
Gracias a Dios mi Creador, mi Hacedor, mi Alfarero, mi Padre.
Gracias por el Señor Jesucristo, mi Dador de Vida. Gracias porque soy una vasija limpiada de iniquidad, perdonada y rociada con la Preciosa Sangre del Señor Jesús.
Gracias porque soy una vasija de barro, pero que en su interior mora un Tesoro: el Espíritu Santo.
Perdóname, Dios mío, por olvidarme que soy una simple vasija de barro y entonces me atrevo a presentarte reclamos, te pido cuentas, me enojo por lo que considero que debieras hacer y no haces,… No sólo olvido que soy una vasija de barro, sino que también olvido que Tú eres Mi Creador y el que me dio Vida con su propia Vida.
Ayúdame, para que como vasija de barro, sea un instrumento para Honra, Santificada, Útil, y Dispuesta para toda buena obra.
En el Precioso Nombre del Señor Jesús. Amén.







(Elena Sanfilippo Ceraso
     viernes 03/06/2016)

jueves, 2 de junio de 2016

La Declaración de Manhattan (2009)



La Declaración de Manhattan: Un Llamado a la Conciencia Cristiana

Redactado el 20 de Octubre de 2009
Publicado el 20 de Noviembre de 2009

PREÁMBULO
Los Cristianos son el legado de una tradición de 2000 años de proclamar la Palabra de Dios, buscando justicia en nuestras sociedades, resistiendo a la tiranía y alcanzando con compasión al pobre, oprimido y sufrido.
Al mismo tiempo que se hace el reconocimiento de las imperfecciones y deficiencias de las instituciones y comunidades Cristianas de todas las edades, exponemos la herencia de aquellos Cristianos que defienden las vidas inocentes rescatando a los bebés no deseados de los montones de basura de las ciudades Romanas y denunciando públicamente las sanciones del imperio del infanticidio. Recordamos con reverencia a aquellos creyentes quienes sacrificaron sus vidas permaneciendo en las ciudades Romanas para atender a los enfermos y pereciendo durante las plagas, y que murieron valientemente en los coliseos en lugar de negar a su Señor.
Después que las tribus Bárbaras invadieran Europa, los monasterios Cristianos no solo conservaron la Biblia, sino también la literatura y la cultura Occidental. Fueron los Cristianos los que combatieron al enemigo de la esclavitud: los decretos Papales en los siglos XVI y XVII denunciaron las prácticas de la esclavitud y excomulgaron a cualquiera envuelto en la trata de esclavos; los Cristianos Evangélicos de Inglaterra, dirigidos por John Wesley y William Wilberforce terminaron con la esclavitud en ese país. Los
Cristianos bajo el liderazgo de Wilberforce también formaron cientos de sociedades ayudando al pobre, al prisionero, y a los niños que trabajaban encadenados a máquinas.
En Europa, los Cristianos han retado los reclamos de Reyes y peleado exitosamente para establecer la regla de la ley y el balance de los poderes gubernamentales, lo cual ha hecho posible la democracia moderna. Y en América, las mujeres cristianas se han parado en la vanguardia del movimiento sufragista. Las grandes cruzadas de los derechos civiles de los cincuentas y sesentas fueron dirigidas por los Cristianos clamando las Escrituras y afirmando la gloria de la imagen de Dios en cada ser
humano sin importar raza, religión, edad o clase social.
Esta misma devoción a la dignidad humana ha conducido a los Cristianos en la última década a trabajar al final del azote deshumanizante del tráfico humano y la esclavitud sexual, tener cuidado compasivo por los enfermos de SIDA en África y ayudar en una inmensa variedad causas de derechos humanos – proveyendo agua potable a las naciones en vías de desarrollo y dotando de casa a las decenas de miles de niños huérfanos por la guerra, enfermedades y discriminación de género.
Como aquellos que nos han precedido en la fe, los Cristianos de hoy son llamados a proclamar el Evangelio de gracia encarecida, a proteger la dignidad intrínseca del ser humano y estar de pie por el bienestar común. En ser fieles a su propio llamado, el llamado al discipulado, la Iglesia a través de servir a otros puede hacer una profunda contribución al bien común.

DECLARACIÓN
Nosotros, como Ortodoxos, Católicos, y Cristianos Evangélicos, nos hemos reunido, comenzando en New York el 28 de Septiembre de 2009, para hacer la siguiente declaración, la cual firmamos como individuales, no a nombre de nuestras organizaciones, sino hablando hacia y por nuestras comunidades.
Actuamos en obediencia a un Dios verdadero, al Dios trino de santidad y amor, quien ha puesto este reclamo en nuestras vidas y por ese reclamo nos ha llamado con creyentes de todas las edades y de todas las naciones a buscar y defender lo bueno y a todo aquel que lleve su imagen. Hemos establecido ésta declaración en la luz de la verdad que está basada en las Santas Escrituras, en la razón natural humana (la cual es en sí, en nuestro punto de vista, un regalo de un Dios bueno), y en la naturaleza del
ser humano. Hacemos un llamado a todas las personas de buena voluntad, creyentes y no creyentes por igual, a considerar cuidadosamente, y reflexionar críticamente en los puntos que hemos citado mientras nosotros, con San Pablo, recomendamos este compromiso a la conciencia de cada uno a los ojos de Dios.
Con todo este ámbito de la aflicción Cristiana, incluyendo un especial interés por el pobre y vulnerable, llama nuestra atención, que estamos especialmente preocupados que hoy en día en nuestra nación las vidas de los que aún no han nacido, los discapacitados, y los ancianos se ven severamente amenazadas; que la institución del matrimonio, ya golpeado por promiscuidad, infidelidad y divorcio, está
en peligro de redefinirse para acomodar las ideas que están de moda; que la libertad de religión y los derechos de la conciencia son gravemente dañados por quienes usarían los instrumentos de coerción para obligar a las personas de la fe a comprometer sus más profundas convicciones. Por causa de que la santidad de la vida humana, la dignidad del matrimonio como la unión de esposo y esposa, y la libertad de conciencia y de religión son principios fundamentales de justicia y de bien común, estamos obligados por nuestra fe Cristiana a hablar y actuar en su defensa. En ésta declaración afirmamos:
1) La dignidad profunda, inherente y equitativa de que cada ser humano como una criatura confeccionada a la misma imagen de Dios, poseyendo derechos innatos de igualdad de dignidad y vida; 2) El matrimonio es una unión de un hombre y una mujer, ordenado por el Dios de la creación, e históricamente entendido igualmente por creyentes y no creyentes, como la institución más elemental de la sociedad y 3) Libertad de religión, que está basada en el carácter de Dios, el ejemplo de Cristo, y la inherente libertad y dignidad de los seres humanos creados a imagen divina.
Somos Cristianos que nos hemos unidos a través de las líneas históricas de las diferencias eclesiásticas para afirmar nuestro derecho—y, más importante, para abrazar nuestra obligación—de hablar y actuar en defensa de estas verdades. Nos comprometemos los unos a los otros y a nuestros hermanos creyentes, que ningún poder en la tierra, sea cultural o político, nos intimidará a callar o a conformarnos.
Es nuestro compromiso proclamar el Evangelio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en su plenitud, tanto en temporada como fuera de ella. Que Dios nos ayude a no fallar en ese deber.

VIDA
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Génesis 1:27
Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10
A pesar que el sentimiento público se ha movido hacia una dirección pro-vida, vemos con tristeza que la ideología de pro-aborto prevalece hoy en día en nuestro gobierno. Muchos en la administración presente quieren legalizar el aborto en cualquier etapa del desarrollo del feto, y proveer los abortos a cuenta de los contribuyentes. La mayoría en las dos salas del Congreso sostiene puntos de vista pro-aborto. La Corte Suprema, quien en 1973 con su decisión infame despojó a los que están por nacer de protección legal, continúa tratando el aborto voluntario como un derecho constitucional fundamental, aunque ha
mantenido como permisibles constitucionalmente algunas limitadas restricciones en el aborto. El Presidente quiere reducir la "necesidad" de abortar -una meta encomiable. Pero también se ha comprometido a hacer el aborto más fácil y extensamente disponible eliminando leyes prohibiendo bases gubernamentales, requiriendo periodos de espera para las mujeres que buscan abortar, y la notificación a los padres de menores que quieran practicarse un aborto. La eliminación de estas leyes pro-vida efectivas e importantes no se puede esperar razonablemente que haga otra cosa que no sea aumentar significativamente el número de abortos voluntarios por medio de los cuales las vidas de un sin número de niños son apagadas antes del nacimiento. Nuestro compromiso a la santidad de la vida no es asunto
de lealtad partidaria, porque reconocemos que en los 36 años desde que Roe v. Wade eligió los funcionarios y los cargos de las mayorías de ambas partes políticas han sido cómplices en dar sanción legal a lo que el Papa Juan Pablo II describiera como "la cultura de la muerte". Hacemos un llamado a todos los funcionarios del país, electos y designados, a proteger y servir a cada miembro de nuestra
sociedad, incluyendo a los más marginados, sin voz y vulnerables entre nosotros.
Una cultura de muerte inevitablemente abarata la vida en todas sus etapas y condiciones promoviendo la creencia de que aquellas vidas que son imperfectas, inmaduras o inconvenientes son descartables.
Como se predijo por varias personas, la devaluación de la vida que comenzó con los abortos se ha convertido en una metástasis. Por ejemplo, la investigación humana ebrio-destructiva y sus bases públicas son promovidas en nombre de la ciencia y con el propósito de descubrir tratamientos y curas para enfermedades y lesiones. El Presidente y muchos en el Congreso están a favor de la expansión de
la investigación embrionaria para incluir al fondo de los contribuyentes y llamarla "clonación terapéutica".
Esto resultaría en una producción en masa de embriones humanos para ser matados con el propósito de crear las líneas de células madre personalizadas y tejidos. Al otro extremo de la vida, un movimiento aumentando poderosamente para promover la muerte asistida y la eutanasia "voluntaria" amenaza las vidas de la vulnerable vejez y las personas discapacitadas. Nociones eugenistas tales como la doctrina de lebensunwertes Leben ("Vida indigna de vida") fueron adelantadas en la década de los veintes por los intelectuales en los salones de élite de América y Europa. Por mucho enterrados en el oprobio después de los horrores de mediados del siglo XX, han regresado de la tumba. La única diferencia es que ahora
las doctrinas de los eugenistas están disfrazadas de un lenguaje de "libertad", "autonomía" y "elección".
Estaremos unidos e incansables en nuestros esfuerzos de revocar la licencia para matar que comenzó con el abandonamiento de los bebés en el vientre al aborto. Trabajaremos, como siempre lo hemos hecho, para brindar ayuda, conforte y cuidado de la mujer embarazada en necesidad y de aquellos que han sido víctimas del aborto, aún si nos encontramos en contra de la corrupción y la degradante noción que puede ser de alguna manera lo mejor para la mujer embarazada que se someta al asesinato
deliberado de sus hijos que están por nacer. Nuestro mensaje es, y siempre será, que la justa, humana y
verdadera respuesta Cristiana al problema del embarazo es para todos nosotros amar y cuidar igualmente a la madre y al hijo.
Un verdadero testigo cristiano llamará insistentemente a aquellos que han sido confiados con el poder temporal de la primera responsabilidad del gobierno: proteger al débil y vulnerable en contra de un ataque violento, y hacerlo sin favoritismo, parcialidad o discriminación. La Biblia nos ordena defender a aquellos que no se pueden defender a sí mismos, a hablar por aquellos que no pueden hacerlo. así que defendemos y hablamos por los no nacidos, los discapacitados y los dependientes. Lo que la Biblia y la
luz de la razón hacen claro, nosotros debemos hacerlo claro. Debemos estar dispuestos a defender, incluso a riesgo y costo de nosotros mismos y nuestras instituciones, la vida de nuestros hermanos y hermanas en cualquier etapa del desarrollo y en cualquier condición.
Nuestra preocupación no se limita solo a nuestra nación. Alrededor del planeta, estamos atestiguando casos de genocidio y de "limpieza étnica" el fracaso de asistir a aquellos que están sufriendo como víctimas inocentes de la guerra, la negligencia y el abuso de niños, la explotación de los trabajadores vulnerables, el tráfico sexual de niñas y mujeres jóvenes, el abandono de los ancianos, la opresión racial y la discriminación, la persecución de creyentes de cada fe, y el fracaso de tomar los pasos necesarios para detener el riego de enfermedades preventivas como el SIDA. Vemos a esos travestis que salen de la misma pérdida del sentido de la dignidad de la persona humana y la santidad de la vida humana que lleva a la industria del aborto y los movimientos del suicidio asistido, eutanasia, y la clonación humana y la investigación biomédica. Y así, la nuestra es, y debe ser, una ética verdaderamente consistente de amor y vida para todos los humanos en todas las circunstancias.

MATRIMONIO
Dijo entonces Adán: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada". Por tanto dejará el hombre a su madre y a su padre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:23-24
Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. Efesios 5:32-33
En la Escritura, la creación del hombre y la mujer, y su unión en una sola carne como marido y mujer, es la coronación del logro de la creación de Dios. En la transmisión de la vida y de la crianza de los hijos,
hombres y mujeres unidos como esposos reciben el gran honor de ser compañeros de Dios mismo. El Matrimonio, entonces, es la primera institución de la sociedad humana -y por consiguiente es la institución en la cual todas las otras instituciones humanas tienen su fundamento. En la tradición
Cristiana nos referimos al matrimonio como "matrimonio santo" como señal del hecho que es una institución ordenada por Dios, y bendecida por Cristo en su participación en las Bodas de Canaán de Galilea. En la Biblia, el mismo Dios bendice y sustenta el matrimonio en la más alta estima.
La amplia experiencia humana confirma que el matrimonio es la institución original y más importante para mantener la salud, educación y el bienestar de todas las personas en la sociedad. Cuando el matrimonio es honrado y en donde hay una cultura del matrimonio floreciente, todos se benefician -Los esposos mismos, sus hijos y las comunidades y las sociedades en las cuales viven. En donde la cultura
del matrimonio comienza a corroerse, las patologías sociales de cualquier tipo rápidamente se manifiestan. Desafortunadamente, hemos sido testigos a través del curso de varias décadas pasadas de una erosión seria de la cultura del matrimonio en nuestro país. Tal vez el indicador más fuerte -y alarmante- es el porcentaje de nacimientos fuera del matrimonio. hace menos de cincuenta años, se
encontraba abajo de 5 por ciento. Hoy está sobre el 40 por ciento. Nuestra sociedad --y particularmente los sectores más pobres y vulnerables, en donde el porcentaje de nacimientos fuera del matrimonio es mucho más alto aún que el promedio nacional --está pagando un precio enorme en delincuencia, abuso de drogas, crimen, encarcelamiento, desesperanza y desesperación. Otros indicadores extensos son la cohabitación sexual fuera del matrimonio y el porcentaje devastador de divorcio.
Confesamos con tristeza que los Cristianos y nuestras instituciones también han fallado escandalosamente para mantener la institución matrimonial y enseñar al mundo el verdadero significado del matrimonio. En la medida que hemos abrazado con mucha facilidad la idea del divorcio y
permanecido en silencio acerca de las prácticas sociales que quebrantan la dignidad del matrimonio nos arrepentimos, y hacemos un llamado a todos los Cristianos a hacer lo mismo.
Para fortalecer las familias, debemos dejar de ensalzar la promiscuidad e infidelidad y restaurar en nuestro pueblo el sentido de la profunda belleza, misterio y santidad del fiel amor marital. Debemos reformar las políticas desacertadas que contribuyen al debilitamiento de la institución del matrimonio, incluyendo la idea desacreditada del divorcio unilateral. Debemos trabajar en los dominios legal, cultural
y de religión para inculcar en los jóvenes una buena comprensión de lo que es el matrimonio, lo que requiere, y por lo que vale la pena el compromiso y sacrificios que los cónyuges fieles hacen.
El estímulo para redefinir el matrimonio con el propósito de reconocer las relaciones entre el mismo sexo y con múltiples parejas es un síntoma, más bien que la causa, de la erosión de la cultura del matrimonio.
Refleja una pérdida del entendimiento del significado del matrimonio consagrado en nuestras leyes civiles y religiosas y la tradición filosófica que contribuye a darle forma a la ley. Sin embargo es crítico que ese impulso sea resistido, para cederlo, significaría abandonar la posibilidad de restaurar un claro entendimiento del matrimonio y, con ello, la esperanza de reconstruir una cultura del matrimonio saludable. Encerraría la creencia falsa y destructiva que el matrimonio solo se trata de romance y de otras satisfacciones adultas, y no, en una manera intrínseca, de procreación y del carácter único y valor de los actos y relaciones cuyo significado está determinado por su aptitud para la generación, promoción
y protección de la vida. En la comunión conyugal y la crianza de los niños (quienes, como regalos de Dios, son el fruto del amor marital de los padres), descubrimos las razones profundas y los beneficios del pacto matrimonial.
Reconocemos que hay algunos que tienen la inclinación hacia la conducta y relaciones homosexuales y polígamas, así como hay aquellos que tienen la tendencia hacia otras formas de conducta inmoral.
Tenemos compasión hacia aquellos que tienen estas inclinaciones; los respetamos como seres humanos que poseen una dignidad profunda, inherente y equitativa; y rendimos homenaje a aquellos hombres y mujeres quienes se esfuerzan, en ocasiones con un poco de ayuda, a resistir la tentación de ceder a los deseos que ellos, no menos que nosotros, consideramos como inapropiados. Estamos con ellos, aún si ellos claudican. Nosotros, no menos que ellos, somos pecadores que hemos faltado al propósito de Dios
en nuestras vidas. Nosotros, no menos que ellos, nos encontramos en la constante necesidad de la paciencia, el amor y el perdón de Dios. Hacemos un llamado a toda la comunidad Cristiana a resistir la inmoralidad sexual, y al mismo tiempo abstenerse de hacer una condena desdeñosa a quienes cedan a ello. Nuestro rechazo al pecado, aunque es firme, nunca se debe convertir en un rechazo a los
pecadores. Cada pecador, sin importar el pecado, es amado por Dios, quien no busca nuestra destrucción si no por el contrario la conversión de nuestros corazones. Jesús llama aquel que se ha extraviado del camino de virtud a un "más excelente camino". Como sus discípulos los alcanzará en
amor para ayudar a todos aquellos que escuchen el llamado y deseen responder a él.
Reconocemos asimismo que hay gente sincera que no concuerda con nosotros, y con la enseñanza de la Biblia y la tradición Cristiana, en asuntos de la inmoralidad sexual y de la naturaleza del matrimonio.
Algunos que se envuelven en relaciones del mismo sexo y relaciones adúlteras sin duda cuentan sus uniones ciertamente como maritales. No comprenden que el matrimonio se hace posible por la complementariedad sexual de un hombre y una mujer, y del comprensivo, compartimiento a diferentes niveles que el matrimonio incluye la unidad corporal de la clase que une biológicamente al esposo y la esposa como unidad reproductiva. Esto se debe a que el cuerpo no es sólo un instrumento extrínseco del ser humano, si no ciertamente una unidad dinámica de cuerpo, mente y espíritu. Matrimonio es lo que un hombre y una mujer establecen cuando, abandonando a todos los demás y comprometiéndose un pacto de por vida, encontraron compartir la vida en cada nivel del ser-lo biológico, lo emocional, lo disposicional, lo racional, lo espiritual- en un pacto que es sellado, completado y actualizado a través de
las amorosas relaciones sexuales en el cual los esposos se convierten en una sola carne, no sólo en un sentido metafórico, sino llenando juntos el comportamiento de las condiciones de la procreación. Éste es el motivo por la cual en la tradición cristiana, e históricamente en la ley Occidental, los matrimonios consumados no son disueltos o anulados en el terreno de la infertilidad, aún si la naturaleza de la relación marital es formada y estructurada por la orientación intrínseca del gran bien de la procreación.
Entendemos que muchos de nuestros hermanos ciudadanos, incluyendo algunos Cristianos, creen que
la definición histórica del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer es una negación de la igualdad o de los derechos civiles. Se preguntan que decir en respuesta a los argumentos que afirman que no se hará ningún daño a ellos o a terceros si la comunidad confiere a dos hombres o dos mujeres que viven juntos como parejas sexuales el estatus de estar "casados". No afectaría, después de todo,
sus propios matrimonios, ¿o si? En la averiguación, no obstante, el argumento de que las leyes gobernando un tipo de matrimonio no afectarán a otra no se puede sostener. Si fuera para probar cualquier cosa, probaría demasiado: la hipótesis que el estatus legal de alguien que se involucra en una relación matrimonial no afecta a otros, no solo se argumenta para las parejas del mismo sexo; podría ser
afirmado con la misma validez para las personas con múltiples parejas, hogares con poligamia, aún hermanos adultos, hermanas o hermanos y hermanas viviendo una vida de relaciones de incesto.
¿Deberían estos, tomando en cuenta la igualdad de los derechos civiles, ser reconocidos como matrimonios legales, y no tendrían efectos en otras relaciones? No. La verdad es que el matrimonio es algo abstracto o neutral que la ley legítimamente podría definir y redefinir para complacer a aquellos quienes son poderosos e influyentes.
Nadie tiene el derecho de tener una relación no marital tratada como matrimonio. El matrimonio es una realidad objetiva -una unión de pacto del marido y mujer- que es el deber de la ley reconocer y apoyar para el bien de la justicia y el bien común. Si falla en llevarlo a cabo, se presentaría un verdadero daño social. Primero, la libertad de religión para aquellos quien es una cuestión de conciencia, se vería en peligro. Segundo, los derechos de los padres son violados como la vida familiar y los programas de educación sexual en las escuelas que son utilizados para enseñar a los niños un conocimiento formal que reconoce como "matrimonio" asociaciones sexuales que muchos padres creen son intrínsecamente no maritales e inmorales. Tercero, el bien común de la sociedad civil es dañado cuando la misma ley, en su función pedagógica crucial, se convierte en una herramienta deteriorando un claro entendimiento del matrimonio en el cual el florecimiento de la cultura del matrimonio en cualquier sociedad depende.
Tristemente, hoy en día estamos muy lejos de tener una cultura matrimonial próspera. Pero si vamos a comenzar el importante proceso de reformar nuestras leyes y costumbres para reconstruir dicha cultura, lo último que podemos permitir es redefinir el matrimonio de tal manera que nuestras leyes presenten una proclamación falsa acerca de lo que es el matrimonio.
Y es por amor (no "ánimo") y preocupación consiente del bien común (no "prejuicio"), que nos comprometemos a trabajar sin cesar para preservar la definición legal del matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer y para reconstruir la cultura del mismo. ¿Cómo podríamos, como cristianos hacerlo de otra manera? La Biblia nos enseña que el matrimonio es una parte central del pacto de la creación de Dios. En efecto, la unión de marido y mujer refleja el vínculo de Cristo con su Iglesia. Y tal como Jesús estaba dispuesto, por amor, a darse a sí mismo a la iglesia en un sacrificio completo, nosotros estamos dispuestos, con amor a hacer cualquier sacrificio que se requiera de nuestra parte por el bien del inestimable tesoro que es el matrimonio.

LIBERTAD DE RELIGIÓN
El Espíritu de Jehová el SEÑOR está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel. Isaías 61:1
Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Mateo 22:21
La contienda por la libertad de religión ha sido a través de los siglos larga y ardua, pero no es una cuestión nueva o un descubrimiento reciente. La naturaleza de la libertad religiosa está fundamentada en el carácter del mismo Dios. El Dios que es conocido por la vida y el trabajo de Jesucristo. Determinados a seguir a Jesús fielmente en la vida y en la muerte, los antiguos Cristianos hicieron un llamado a la manera en la cual había acontecido la encarnación: "¿Envió Dios a Cristo, como algunos suponen, como un emblema tirano de miedo y terror? No así, sino en amabilidad y mansedumbre... porque la compulsión no es un atributo de Dios" (Epístola a Diognetus 7.3-4). Así, el derecho a la libertad de religión tiene su fundamento en el ejemplo de Cristo mismo y en la dignidad del ser humano creada a imagen de Dios -una dignidad, como nuestros fundadores proclamaron, inherente en todos los humanos,
y conocible por todos en el ejercicio de la razón.
Los Cristianos confiesan que sólo Dios es el Señor de la conciencia. La inmunidad de la coacción religiosa es la piedra angular de una conciencia sin restricciones. Ninguno debería ser obligado a adoptar ninguna religión en contra de su voluntad, ni a las personas de fe se les debe prohibir adorar a Dios de acuerdo con los dictados de la conciencia o de expresar libremente y publicar sus profundas convicciones religiosas. Lo que es cierto para los individuos, aplica por igual a las comunidades religiosas.
Es irónico que aquellos que imponen un derecho para matar a los que están por nacer, ancianos y discapacitados al igual que el derecho de participar en prácticas sexuales inmorales, y aún el derecho a tener relaciones integradas alrededor de esas prácticas sean reconocidos y bendecidos por la ley -a los cuales las personas los llaman "derechos" están muy a menudo a la vanguardia de aquellos que
pisotearían la libertad de otros de expresar sus pactos de religiosos y morales a la santidad de la vida y a la dignidad del matrimonio como una unión conyugal entre marido y mujer.
Observamos, por ejemplo, que en el esfuerzo de debilitar o eliminar las cláusulas de conciencia, y por consiguiente obligar a las instituciones pro-vida (incluyendo las afiliadas religiosamente, clínicas y hospitales), y médicos pro-vida, cirujanos, enfermeras y otros profesionales de la salud, a referir a los abortos y, en ciertos casos, aún practicar o participar en abortos. Lo vemos en la ejecución de los
estatutos anti-discriminación de forzar a las instituciones religiosas, negocios y proveedores de servicios diversos tipos de cumplir con actividades que juzgan profundamente inmorales o retirarse del negocio.
Después de la imposición judicial del "matrimonio del mismo sexo" en Massachusetts, por ejemplo, Caridades Católicas eligieron con gran renuencia terminar el trabajo de un siglo en ayudar a colocar niños huérfanos en buenos hogares en vez de cumplir con el mandato legal que llevaría a niños en
casas con matrimonios del mismo sexo violando las enseñanzas católicas morales. En Nueva Jersey, después del establecimiento de un régimen casi-marital "unión civil", una institución Metodista fue despojada de su estatus de exenta de impuestos cuando se rehusó, por causa de una conciencia religiosa, en permitir usar sus instalaciones de las cuales eran dueños para ceremonias bendiciendo
uniones homosexuales. En Canadá y algunas naciones Europeas, el clérigo Cristiano ha sido perseguido
por predicar las normas Bíblicas en contra de las prácticas de homosexualidad. Las nuevas leyes de crimen de odio en América levantan la expectativa de que lo mismo acontezca aquí.
En las décadas recientes un cuerpo de jurisprudencia ha crecido paralelo en la negación de los valores religiosos en los medios de comunicación, la academia y el liderazgo político, resultan en restricciones del libre ejercicio de culto. Vemos esto como un desarrollo siniestro, no sólo por su amenaza a la libertad individual garantizada de cada persona, a pesar de su fe, sino porque la tendencia también amenaza el bienestar común y la cultura de libertad en la cual nuestro sistema de gobierno republicano está fundado.
Restricciones en la libertad de conciencia o la capacidad de contratar a personal de la misma fe que uno o convicciones morales de conciencia a las instituciones religiosas, por ejemplo, socava la viabilidad de las estructuras intermediarias de la sociedad, el tapón esencial en contra de la arrogante autoridad del estado, resultando en un leve despotismo Tocqueville del cual se había advertido proféticamente. 1.
Desintegración de la sociedad civil es un preludio de tiranía.
Como Cristianos, tomamos seriamente la amonestación de respetar y obedecer a aquellos en la autoridad. Creemos en la ley y en las reglas de la ley. Reconocemos el deber de cumplir con leyes sea que nos agraden o no, a menos que las leyes sean gravemente injustas o requieran a quien esté sujeto a ellas hacer algo injusto o en otras palabras inmoral. El propósito Bíblico de la ley es preservar el orden y servir a la justicia y al bien común; sin embargo, las leyes que son injustas -y especialmente las leyes que pretenden obligar a los ciudadanos a hacer lo que es injusto- quebrantan el bien común, en lugar de servirlo.
Regresando a los primeros días de la iglesia, los Cristianos se han negado a poner en tela de juicio su proclamación del evangelio. En hechos 4, a Pedro y a Juan se les fue ordenado dejar de predicar. Su respuesta fue, "Juzguen por ustedes mismos, ya sea que esté correcto a los ojos de Dios obedecerte a ti en lugar de obedecer a Dios. Porque no podemos dejar de hablar acerca de lo que hemos visto y oído".
Por el paso de los siglos, el cristianismo ha enseñado que la desobediencia civil no solo está permitida, sino algunas veces requerida. No hay defensa más elocuente a los derechos y deberes de la conciencia religiosa que la que ofreciera Martin Luther King Jr., en su Carta desde la Cárcel de Birmingham.
Escribiendo desde una explícita perspectiva Cristiana, y citando a escritores Cristianos tales como Agustín y Aquinas, King enseñó que las leyes justas elevan y ennoblecen a los seres humanos porque ellos están arraigados a la ley moral cuya última fuente es Dios mismo. Las leyes injustas degradan a los seres humanos. En la medida en que pueden reclamar ninguna autoridad más allá de la mera voluntad humana, ellos carecen del poder de obligar a la conciencia. La voluntad de King de ir a la cárcel, antes
que cumplir con una injusticia legal, fue ejemplar e inspiradora.
Porque honramos la justicia y el bien común, no cumpliremos ningún decreto que pretenda obligar a
nuestras instituciones a participar en abortos, investigación embrio-destructiva, suicidio voluntario y eutanasia, o ningún otra clase de acto en contra de la vida; ni nos doblegaremos a ninguna otra regla que pretenda forzarnos a bendecir las asociaciones sexuales inmorales, tratándolos como matrimonio o su equivalente, o se abstenga de proclamar la verdad, como la conocemos, acerca de moralidad e
inmoralidad y matrimonio y familia. Nosotros rendiremos completamente y sin queja al Cesar lo que es del César. Pero bajo ninguna circunstancia rendiremos al César lo que es de Dios.

COMITÉ DE REDACCIÓN
Profesor Robert George, McCormick
Profesor de Jurisprudencia, Universidad de Princeton
Timothy George
Profesor, Escuela Beeson Divinity, Universidad de Samford
Chuck Colson Fundador, the Chuck Colson Center for Christian Worldview (Lansdowne, VA

http://www.uco.edu.co/teologia/observatorio/Documents/Declaraci%C3%B3n%20Manhattan.pdf