domingo, 27 de septiembre de 2015

De Sobremesa con Jesús

¡Preparada para el Encuentro con mi Señor Jesús, sin bolsos y sin valijas!.
Para este Encuentro debo llevar sólo FE en el Señor Jesús y haberme apropiado de su Obra en la Cruz del Calvario a favor de mí, con arrepentimiento de mis pecados y recibiéndolo como mi Salvador Personal y Señor de mi vida. ¿Qué digo?. Mi vida ya no es más mía, porque como dijo Pablo: "No ya yo, mas Cristo VIVE en mí". 
Existe una lápida que habla de alguien que vivía preparado cada día para escuchar la voz del Señor Jesús y para partir: "Mi Rey y mi Patria Celestial necesitaban de mí,
y yo respondí al Llamado".



Estar preparada cada día para partir rumbo a mi Patria Celestial, porque SOY UNA CIUDADANA CELESTIAL, no terrenal. Mi HOGAR no es la Tierra gobernada por el diablo, yo soy una peregrina, estoy de paso. Jesús fue a preparar morada para mí. Él es mi Rey y yo formo parte de su Reino Celestial.
Pueden ocurrir dos cosas:
1) Que Él me llame ante su Presencia y yo responda "Sí Señor".
2) O que el Señor Jesús venga a buscar a su Iglesia Santa y sin Mancha. Y yo debo anhelar su Venida diciendo a una voz con la Iglesia: ¡Ven Señor Jesús!.
Hermano/a quiero compartir el siguiente video de origen paquistaní de "Hermanos pequeños" o discípulos del Señor Jesús preparados, listos para el Encuentro con Jesús.
Escribo a continuación la letra de la canción en castellano, verás que ya tienen una Decisión de Fe tomada, por eso alaban y adoran con gozo al Señor Jesús.


Nosotros continuaremos cantando
bajo la sombra de las espadas.
Nosotros continuaremos luchando
con la muerte.
Aunque nos corten en pedazos
jamás dejaremos las Puertas de Nuestro Señor.
Nosotros permaneceremos gustosos aquí.
No es la muerte sino una novia para mí
una fuente para encontrarse con Jesús.
Tendremos bodas con la muerte cada día
En el tercer día Él se levantó triunfante
¡Canten Aleluya!
¡Jesús Resucitó!
Seguiremos derrotando a la muerte 
como Jesús lo hizo.

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¿Te animás a alabar a Jesús con esta canción o aún no es tiempo?
Te ruego que me acompañes a orar por nuestros Hermanos pequeños perseguidos, "Sé fiel hasta la muerte. . . .", dijo el Señor Jesús.
En este mismo momento dí:
¡Gracias Padre Celestial por estos "Hermanos pequeños" fieles a Tí, que en medio de la horrenda persecución declaran "Nosotros permaneceremos gustosos aquí". Te ruego por ellos para que continúen siendo "Piedras Vivas" y testimonios vivos del Señor Jesús. Recibe mi oración a favor de mis hermanos cristianos: huérfanos, viudas, esclavos, presos, enfermos, perseguidos, hambrientos, sedientos, con pérdida de bienes materiales . . . . por causa de Tu Nombre. Socorre a tus Hijos pequeños, Padre. Quiero ser parte del Abrazo que Tú les das. En el Nombre de Jesús. Amén!


(Elena Sanfilippo Ceraso
   domingo 27/09/2015)

viernes, 25 de septiembre de 2015

Fe de Niños


¿Alguna vez le has hablado del Señor Jesús y de su Palabra a los niños y has orado con ellos al Padre Celestial en el Nombre de Jesús? El que lo ha hecho, ha experimentado que la Fe que los niños tienen en Jesús, es como la levadura que crece y crece alcanzando a otros. Sencillamente CREEN.
Veamos qué dice Jesús respecto al tema (Mateo 19:13). Un día vinieron a presentarle al Señor unos niños, pero los discípulos los reprendían. Jesús INDIGNADO les dijo:
“Dejen a los niños venir a Mí, porque de los tales es el Reino de los Cielos. De cierto les digo, que el que no RECIBE el Reino de Dios “como un niño” no entrará en Él. “Como un niño”: sin malicia. Al decir el Padre Nuestro pedimos: “…venga a nosotros tu Reino…” ¿Pero lo recibimos “como un niño”? Si no es así, no entraremos en Él.
¡Qué preocupados estaban los discípulos! Le preguntaron al Señor:
-¿Quién es el mayor en el Reino de los Cielos? (Mateo 18: 1-5).
¿Qué hizo Jesús? Llamó a un niño y lo puso en medio de ellos diciendo:
-“De cierto les digo que SI NO SE VUELVEN Y SE HACEN COMO NIÑOS NO ENTRARÁN EN EL REINO DE LOS CIELOS”.
Es decir, que al Reino de los Cielos entran los niños y los discípulos de Jesús, es decir, los que se volvieron y se hicieron como niños, siendo adultos. 


Con respecto a este tema Jesús oró así en Mateo 11: 25:
-“Te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó…”
Mateo 21: 12-17 nos cuenta que Jesús entró al Templo de Dios y echó a todos los que compraban y vendían en su interior, provocando un gran revuelo, volcando mesas y sillas y espantando a los animales. Estos comerciantes ya no tenían temor de Dios y menos aún las autoridades a cargo del Templo. 
Jesús dijo: “MI CASA, CASA DE ORACIÓN SERÁ LLAMADA, MAS USTEDES LA HICIERON CUEVA DE LADRONES”


Al quedar el Templo vacío de los comerciantes, pudieron ingresar a Él ¡al fin!, los verdaderos necesitados, ciegos y cojos. Y Jesús los sanó. Es decir, que entraron los “pobres pero ricos en Fe”, los llamados por Jesús: “niños”. Pero claro, los principales sacerdotes y escribas, viendo las maravillas que Jesús hacía ¡gratuitamente! Y que los muchachos aclamaban en el Templo: ¡Hosanna al Hijo de David!, se indignaron y le dijeron:
-¿Oyes lo que éstos dicen?
-Sí. ¿Nunca leyeron: "De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza"? (Respondió Jesús y se fue).
Lo que narra Mateo no es muy distinto a lo que ocurre hoy en día en gran parte de la llamada “Iglesia del Señor Jesús”: ¿Casa de Oración o cueva de ladrones? Ya no se venden animalitos para cumplir con la religión como en ese tiempo, pero sí se predica prosperidad, se venden pactos, se piden diezmos obligatorios, etc. ¿Querés recibir la bendición de Dios? ¡Pagá! Si Jesús entrara HOY en “Su Iglesia”, ¿no haría el mismo revuelo como aquella vez?


¿A qué se va a la Casa de Dios? 
Jesús le dijo a la samaritana, en Juan 4: 23-24:
-“Mas la hora viene y AHORA ES , cuando los verdaderos ADORADORES adorarán al Padre en Espíritu y en Verdad, porque también el Padre tales adoradores BUSCA que le adoren”.
¡El Padre Celestial no busca dinero ni bienes materiales! A un niño nunca se le ocurriría “comprar las bendiciones a Dios”, sólo ora en el Nombre de Jesús y ya está. 


¿No es más que suficiente el sacrificio de Jesús en la Cruz del Calvario donde se entregó a sí mismo por Amor a cada uno de nosotros? ¿No dice Mateo 6:33, con respecto a este tema: “Buscad primeramente el Reino de Dios y su Justicia y TODAS estas cosas os serán añadidas?” Con esto se refiere a las necesidades básicas de las personas. ¡Las Bendiciones no se compran!
Y ahí estamos, igual que en la época de Jesús, los “pobres pero ricos en Fe, es decir los niños”, con Jesús AFUERA; y adentro de la Iglesia, los COMERCIANTES.
Pedro les habla a los expatriados de la dispersión y les manda en su primera Carta 2: 1-2: “Deshechen toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y todas las detracciones y deseen como “niños recién nacidos” la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcan para Salvación, si es que gustaron la benignidad del Señor”
En Primera Corintios 14: 20, Pablo escribe así: “Hermanos, no sean niños en el modo de pensar, sino sean “niños en la malicia” pero maduros en el modo de pensar”.

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“De cierto les digo que si no se VUELVEN y SE HACEN COMO NIÑOS NO ENTRARÁN EN EL REINO DE LOS CIELOS”. (Mateo 18: 1-5).
(Hechos 8: 9-24) Simón era un mago muy famoso pero creyó en Jesús al oir predicar a Felipe y se bautizó en el Nombre de Jesús. Estaba siempre con Felipe, atónito por las señales y milagros que venían de parte de Dios. ¡Nunca había visto nada igual! 
Luego vinieron Pedro y Juan para orar por los bautizados y que reciban el Espíritu Santo. Cuando vio Simón que con la imposición de las manos se daba el Espíritu Santo, les ¡OFRECIÓ DINERO!, diciendo:
-“Denme a mí también ese Poder para que a cualquiera que yo le imponga las manos reciba el Espíritu Santo”.


El que había hecho Manifestación de Fe en Jesús, se había bautizado y estaba siempre con Felipe, ¡parecía un cristiano verdadero!, quiso comprar con dinero el Poder de Dios. ¿Y eso por qué? Porque el texto aclara desde el principio que Simón estaba atónito al ver los milagros que Dios hacía a través de Felipe, ¡por eso creyó en Jesús!, por interés en el Poder de Dios. Cuando era mago era un comerciante del diablo y ganaba mucho dinero. La codicia lo cegó: ahora quería ser un comerciante de Dios. ¡No había entendido el Evangelio! ¡No había entendido el Mensaje de la Cruz!
¿Cuántos “cristianos” hoy se acercan a Jesús, hacen manifestación de Fe y se bautizan si es necesario, pero su interés está fundamentado en su codicia y en obtener milagros materiales? Están convencidos que a Dios no le disgusta el “comercio espiritual”. Pero veamos qué respuesta tremenda, durísima, recibió Simón de parte de Pedro:
-“Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el Don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. ARREPIÉNTETE, pues, de ésta tu maldad y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón, porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás”.
Bueno, Simón se dio flor de susto, porque les dijo:
-Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí. 
Se cuenta que, en su arrogancia, se mató practicando un acto de magia pretendiendo volar.


Jesús les había mandado a sus discípulos y nos manda hoy: 
“DAD DE GRACIA, PORQUE DE GRACIA RECIBISTEIS”. 
¿Hay algún lugar para el dinero?
¡Qué INTEGRIDAD la de Pedro, Juan, Felipe,… eran NIÑOS EN SU FE!.
Dios te Bendiga.








(Elena Sanfilippo Ceraso
   miércoles 23/09/2015)


jueves, 17 de septiembre de 2015

¿Dónde está tu Hermano?




Ésta es la pregunta que Dios nos hace a ti y a mí. Porque la Biblia enseña que los cristianos formamos un Cuerpo cuya Cabeza es Jesús. Todo lo que le ocurre a un cristiano repercute en el Cuerpo. Si perteneces al Cuerpo de Cristo tienes que vivir lo que le ocurre a tu Hermano, pues el Espíritu Santo en ti gime como está gimiendo en el Hermano y es el mismo Espíritu Santo el que habita en todos los cristianos. Es imposible que no te duela lo que le ocurre a tu Hermano atribulado.
Hechos nos relata la conversión de Pablo, perseguidor de la Iglesia del primer siglo. Hasta que Jesús se cruzó en su camino y le preguntó:
-Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues…? Yo soy Jesús a quien tú persigues.
Así es, Pablo creía que perseguía a los cristianos pero en realidad ¡perseguía a Jesús!, (esto implica muerte, prisión, tortura, saqueos, etc). Lo que le ocurre a un cristiano le afecta a Jesús, es decir que Él conoce el nombre de a quién están tocando. Jesús no se quedó quieto mirando cómo perseguían a su Iglesia, se presentó ante Pablo, y le preguntó por qué lo perseguía en un Encuentro que cambiaría su vida para siempre.



Un día Dios le preguntó a Caín (Gén. 4:9):
-¿Dónde está ABEL tu hermano? Y él le respondió: -No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi Hermano?
Nos pregunta a ti y a mí, ¿Dónde está tal persona? Dios conoce a cada cristiano por su nombre, ¡es su hijo! Y nos pregunta a nosotros por él: ¿Dónde está ……. tu Hermano?
Ante la respuesta de Caín Dios le contestó:
-Maldito seas tú de la tierra. . . . cuando labres la tierra no te volverá a dar su fuerza, errante y extranjero serás en la tierra.
Respondió Caín: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra y de “tu Presencia me esconderé”…



Lee atentamente Mateo 25: 31-46. Jesús narra cómo va a ser el Juicio de las Naciones cuando venga en su Gloria con sus santos ángeles. Se sentará en su Trono de Gloria y como Rey apartará a las ovejas de los cabritos. A las ovejas las llamará “Benditas de mi Padre” y les entregará el Reino preparado, ¿Por qué? "Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me recogiste, estuve desnudo y me cubriste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a Mí”. Luego aclaró: “Cuando lo hicieron con uno de mis hermanos más pequeños a Mí me lo hicieron. Entonces irán a la Vida Eterna”.
Y de los cabritos, dijo que como no hicieron nada de esto irán al castigo eterno. ¡Pero los cabritos también lo llamaban Señor, Señor! Y se quedaron sorprendidos del juicio porque le preguntaron: Señor: ¿cuándo no te servimos?



¿Realmente crees que el Padre va a dejar la muerte de un Bendito, de un Discípulo, de un Hijo comprado con la Sangre de Jesucristo y Heredero del Reino, sin castigo? Primero va a reclamar a sus Hermanos en la Fe: ¿Dónde está……. tu Hermano?
Vayamos al libro de Abdías 1: 10-14. “Por la injuria a tu Hermano… te cubriré de vergüenza y serás cortado para siempre. El día que ESTANDO TÚ DELANTE extraños lo llevaban cautivo, tú también eras como ese extraño. Pues no debiste haber estado mirando en “el día de tu Hermano”, en “el día de su infortunio”. No debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad”.
Éste es el cristiano que participa del pecado mirando, (internet, diarios, personalmente, etc).
En Amós 1: 9-11 dice Dios: “No revocaré su castigo porque persiguió a espada a su Hermano… no revocaré su castigo porque entregaron cautivos… y no se acordaron del Pacto de Hermanos”.



Continuamente los apóstoles mandaron: “Amen a los Hermanos. Amen a Dios”. Juan es muy duro en su primera Carta 1: 10-11: “El que ama a su Hermano permanece en la Luz… Pero el que aborrece a su Hermano está en tinieblas, le ha CEGADO los ojos." 
Y en 3: 16-17 dice, por si alguien tiene dudas con respecto al Amor: “En esto hemos conocido al Amor, en que Él puso su Vida por nosotros, también nosotros debemos poner nuestra vida por los Hermanos”. En toda la Biblia se puede leer cómo lo más natural era morir por la Fe en Jesús y por los Hermanos. Luego que Jesús se presentó ante Pablo lo dejó ciego y solo por tres días, en los que pudo reflexionar, arrepentirse, dejar actuar al Señor Jesús en su vida para entregársela y predicar su Palabra muriendo por Él llegado el momento.
Muchos cristianos hoy están ciegos. ¿Tú estás ciego? Permite que Jesús obre en tu vida urgentemente para que seas libre de la ceguera. ¡Clama a Dios ahora mismo y arrepiéntete! Si eres parte del Cuerpo de Cristo, no puedes permanecer indiferente al sufrimiento de los Hermanos, discípulos de Jesús, Benditos del Padre y Herederos del Reino. Detente por un momento, arrodíllate y clama a Dios por tus Hermanos. Cada día dedícale un tiempo a orar por ellos. Luego, Dios te dirá qué más puedes hacer.



Santiago reprende fuertemente en su Carta en el Cap. 2: "¿De qué aprovecha si alguno dice que tiene Fe y no tiene obras? La Fe si no tiene obras es muerta en sí misma." Nuevamente habla del hermano en necesidad y manda a los cristianos a no ser oidores solamente sino HACEDORES de la Palabra.
Jesús también da un Mandamiento (Juan 15): “Que os améis unos a otros como Yo os he amado. Nadie tiene mayor Amor que éste, que uno ponga su vida por sus Amigos.” 
A veces cuesta entender y practicar el concepto de “Hermano” y como dice Santiago: hacer acepción de personas es pecado. Y recalca: "¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en Fe y Herederos del Reino que ha prometido a los que le aman?" Esto dijo, pues lamentablemente siempre se prefiere al de mejor condición social.
Con respecto a este tema, Pablo escribe a Filemón, hermano y colaborador en el Evangelio, destacando que es muy conocido por su Amor al Señor Jesús y a todos los Santos, es más dice que ha confortado sus corazones.
Es por eso que Pablo le escribe para interceder por Onésimo, su esclavo prófugo, pero que él lo considera como “su hijo" engendrado en la prisión y le pide que lo reciba como si fuera él mismo, pero ya no como esclavo, sino como “Hermano Amado”.



Hermano/a: Te ruego que medites en las Escrituras. Pablo intercedió por un esclavo prófugo ante su “dueño” y lo llamó “su hijo”. Además le dijo a Filemón que todo gasto ocasionado por Onésimo lo anote en su cuenta, que él se haría cargo. ¡Esto es el Evangelio!
Es necesario que Dios rompa las estructuras actuales de la Iglesia. Jesús viene a buscar a su Iglesia, “su Novia” pura y sin mancha, formada por sus discípulos. ¡Señor Jesús: Perdona mis pecados, me arrepiento! Enséñame a amar a mis Hermanos que padecen persecución, muerte, saqueo, torturas…como Tú los amas. ¡Cámbiame!
ENSÉÑAME TÚ LO QUE YO NO VEO, QUE SI HICE MAL NO LO HARÉ MÁS. (Job 34:22)



Nos cuenta Mateo (8:25) que vino a Jesús un centurión rogándole:
-Señor: mi criado está postrado en casa, paralítico. Gravemente atormentado.
Un oficial del Ejército Romano, comandante de cien soldados o más, ¡ruega a Jesús por su criado o esclavo! Intercede por él ante Jesús para que reciba sanidad. Un hombre muy ocupado, parte de una clase destacada en la sociedad, regresó a su hogar y encontró a su criado en ese estado. ¿Crees realmente que todos los de su clase actuarían como este centurión? ¡Cómo Jesús no se iba a quedar maravillado con su Fe! 
Y le concedió su petición: su criado sanó.



¿Qué dijo Jesús en relación a esto? “Mas los Hijos del Reino serán echados a las tinieblas de afuera… vendrán muchos del oriente y del occidente y se sentarán en el Reino de los Cielos”.
Los creyentes tenemos Comunión con el Padre, con el Hijo, con el Espíritu Santo y unos con otros. Koinonia, de Koinos, (común a varias personas), no es solamente espiritual, sino que significa también ofrenda, ayuda, libertad, socios, participantes con Jesús y los Hermanos en Cristo. Juan dice en su primera Carta 1:7: “…pero si andamos en Luz como Él está en Luz, tenemos Comunión unos con otros y la Sangre de su Hijo nos limpia de todo pecado”


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"Y lloró Jesús" (Juan 11: 35).

Cuando Jesús fue a ver a Lázaro muerto naturalmente, LLORÓ. 
¿Qué piensas que hace cuando vé a sus hermanos martirizados? Si realmente somos Uno con el Señor y con los Hermanos, ¿lloramos con Él ante la misma escena?
Jesús está por encima del gobierno mundial. Su Cuerpo que es la Iglesia no puede estar dividido por banderas políticas, religiosas,… Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella para santificarla a fin de presentársela a Sí Mismo como una Iglesia gloriosa, que no tiene mancha ni arruga, sino que fuese Santa. Jesús la sustenta y cuida, sus discípulos son miembros de su Cuerpo, viene a buscarla y a llevarla fuera del mundo. Si eres discípulo del Señor Jesús y perteneces a la Iglesia, ¡ya no eres parte del mundo! (Efesios 5: 25-33)
“MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO, dijo el SEÑOR JESÚS”.



Dice Pablo a los cristianos en Éfeso, 4: 1-8: “Anden de acuerdo al Llamado… solícitos en el vínculo de la Paz, un Cuerpo y un Espíritu, una misma Esperanza, un Señor, una Fe, un Bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, por todos y en todos”.

Por último, te ruego que medites en Apocalipsis 3: 14-22:
“Yo conozco tus obras que no eres ni frío ni caliente… Por cuanto eres tibio te vomitaré de mi boca… Arrepiéntete… Yo te aconsejo que de Mí compres oro… vestiduras blancas… y unge tus ojos con colirio “para que veas”.
Hermano/a: Dios te bendiga.











(Elena Sanfilippo Ceraso
   miércoles 16/09/2015)

martes, 15 de septiembre de 2015

Sermón 55: Sobre la Trinidad (por el Rev. Juan Wesley)


"En cierta ocasión en que el glorioso doctor (Agustín de Hipona) se hallaba en África, mientras iba paseando por la orilla del mar meditando sobre el misterio de la Trinidad, se encontró en la playa con un niño que había hecho un hoyo en la arena con una pala. Con la pala recogía agua del mar y la derramaba en el hoyo. San Agustín al contemplarlo se admiró, y le preguntó qué estaba haciendo. Y el niño le respondió: “quiero llenar el hoyo con el agua del mar”. “¿Cómo?” dijo San Agustín, “eso es imposible, ¿cómo vas a poder, si el mar es grandísimo y ese hoyo y la pala muy pequeños?”. “Pues sí podré”, le contestó el niño, “antes llenaré yo el hoyo con todo el agua del mar que tú comprendas la Trinidad con el entendimiento”. Y en ese instante el niño desapareció." [De la Leyenda Áurea o Vida de Santos, Reunida por Jacobo de Voragine, Arzobispo de Génova en 1275]

La Reforma del siglo XVI rechazó, en su casi generalidad, definir las verdades bíblicas de acuerdo a los conceptos de la Filosofía Escolástica. Si Aristóteles nos puede ayudar, en cierto grado, a comprender una verdad biblica, no por ello, dicha interpretación se transforma en obligatoria para la fe. Por ejemplo: a) Dios revela en su Palabra que el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo son un solo Dios, pero no revela la manera en que son Uno. b) Nos revela que el Verbo se hizo carne, pero no la manera o el modo en que Dios se manifestó haciéndose verdadero hombre en Jesús. c) Tampoco sabemos el modo en que el espíritu de cada hombre está unido a su cuerpo. d) En la Eucaristía, Jesús nos dice que se hace presente Personalmente, pero aquí tampoco se revela la manera o el modo en que está en el Sacramento.
Este maravilloso Sermón de Wesley nos ayuda a clarificar esto.


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Advertencia
Desde hace unos días tenía deseos de predicar sobre este texto. Así lo hice ayer por la mañana. Por la tarde estaba presionado a escribir e imprimir mi sermón, si fuera posible antes de dejar Cork. Lo escribí esta mañana, pero debo disculparme ante el lector por las desventajas que tengo, en tanto no tengo aquí ningún libro para consultar, ni tiempo para hacerlo.
Cork [Irlanda], 8 de mayo de 1775.


1 Juan 5.7
Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 

1. Sea lo que fuera lo que la generalidad de la gente pueda pensar, es cierto que la opinión no es religión: ni la correcta opinión, ni el asentimiento a una o diez mil verdades. Existe una gran diferencia entre ambas: aun la opinión correcta está tan distante de la religión como el este lo está del oeste. Las personas pueden estar completamente correctas en sus opiniones, y no obstante carecer de religión. Por otra parte, las personas pueden ser verdaderamente religiosas y sostener opiniones erróneas.
¿Alguien puede dudar esto mientras haya romanistas en este mundo? ¿Pues quién puede negar, no sólo que anteriormente muchos de ellos han sido verdaderamente religiosos (como Tomás de Kempis,1 Gregorio López,2 y el Marqués de Renty 3), sino que muchos de ellos hasta este día son cristianos verdaderos y espirituales? ¡Sin embargo, qué montón de opiniones erróneas sostienen, comunicadas por la tradición desde sus padres! Más aún, ¿quién puede dudar de esto mientras haya calvinistas en el mundo, defensores de la predestinación absoluta? ¿Pero quién se atrevería a afirmar que ninguno de ellos son personas verdaderamente religiosas? No sólo que muchos de ellos fueron antorchas que ardían y alumbraban,4 sino que muchos de ellos son ahora verdaderos cristianos, amantes de Dios y de toda la humanidad. No obstante, ¿qué son todas las absurdas opiniones de todos los romanistas del mundo comparada con sólo aquella, que el Dios de amor, el sabio, justo, misericordioso Padre de los espíritus de toda carne, tiene prefijado un decreto absoluto, permanente e irresistible por el cual una parte de la humanidad (aunque haga lo que quiera) se salvará, y el resto (no importa si hace lo que puede) se condenará?5
2. Por tanto no podemos sino inferir que hay diez mil errores que pueden encontrarse en la verdadera religión, con respecto a lo cual toda persona sincera y considerada pensará y dejará pensar. Pero hay algunas verdades más importantes que otras. Parece que hay algunas que son de profunda importancia. No las denomino verdades «fundamentales», porque ésta es una palabra ambigua, y por eso ha habido tantas disputas acaloradas sobre el número de las verdades «fundamentales». Pero por cierto hay algunas que verdaderamente nos interesa conocer, en tanto tienen una estrecha relación con la religión vital. Sin duda podemos clasificar entre éstas aquella contenida en las palabras arriba citadas: «Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.»
3. No quiero decir que es importante creer esta o aquella explicación de estas palabras. No conozco ninguna persona de buen juicio que siquiera intentaría explicarlas.
Uno de los mejores tratados que jamás escribiera aquel gran hombre el Deán Swift, fue su sermón sobre la Trinidad.6 En éste muestra que todos los que siquiera intentaron explicarlo han perdido completamente su camino; han perjudicado la causa que intentaban promover, logrando sólo, como dice Job, «oscurecer el consejo con palabras sin sabiduría».7
Fue en mala hora que estos expositores iniciaron su infructífera labor. No insisto en una explicación particular; no, ni siquiera en la mejor que jamás haya visto, la que nos es dada en el Credo comúnmente atribuido a Atanasio.8
Lejos estoy de afirmar que quien no concuerda con este credo «sin duda perecerá eternamente». Por motivo de aquella y de otra cláusula por algún tiempo tuve escrúpulos para aceptar ese Credo, hasta que llegué a considerar, (1) que estas frases sólo tienen relación con los incrédulos recalcitrantes, es decir, aquellos que, teniendo todos los medios para conocer la verdad, la rechazan obstinadamente, mas no con los involuntarios; (2) que las mismas se relacionan únicamente con la substancia de la doctrina allí expuesta, mas no con las ilustraciones filosóficas de la misma.
4. No me atrevo a insistirle a nadie sobre el uso de la palabra «Trinidad» o «Persona». Yo mismo las uso sin ningún escrúpulo porque no conozco de alguna mejor. Pero si cualquier persona tiene algún escrúpulo en hacerlo, ¿quién la obligará a usarlas? Yo no podría; y mucho menos quemar viva a una persona y hacerlo con madera verde y mojada, por decir: «Aunque creo que el Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios; sin embargo, tengo escrúpulos en usar las palabras Trinidad y Personas porque no encuentro estos términos en la Biblia». Estas son las palabras que el compasivo Calvino cita como escritas a él por Serveto.9 Insistiría solamente sobre las palabras directas y sin explicación, tal como se encuentran en el texto: «Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno».
5. «Tal como se encuentran en el texto», mas aquí surge una pregunta. ¿Es este texto genuino? ¿Fue originalmente escrito por el Apóstol o fue insertado posteriormente? Muchos han dudado de esto, y en especial aquella gran luz de la iglesia cristiana, recientemente removido a la iglesia celestial, Bengel (el más piadoso, el más juicioso, y el más laborioso, de todos los comentaristas modernos del Nuevo Testamento).10 Por algún tiempo tuvo dudas sobre su autenticidad, puesto que falta en muchas de las copias antiguas. Pero sus dudas se disiparon debido a tres consideraciones: (1) Aunque falta en muchas copias, no obstante aparece en más, abundantemente más copias, y en aquellas de mayor autenticidad. (2) Que se encuentra citado por una entera sucesión de escritores antiguos desde el tiempo de San Juan hasta el de Constantino. Este argumento es concluyente; porque no lo podrían haber citado si no hubiera estado en el Canon sagrado. (3) Que fácilmente podemos dar cuenta de su falta en muchas copias, después de ese tiempo, cuando recordamos que el sucesor de Constantino11 fue un celoso arriano, que usó todos los medios para promover su nociva causa y extender el arrianismo a través del imperio; en especial procuró borrar este texto en tantas copias como cayeron en sus manos. Y de tal manera prevaleció que la época en que vivió es comúnmente llamada seculum Arianum, la era arriana; habiendo entonces sólo un hombre eminente que se le opuso poniendo en peligro su propia vida. Así que hasta hubo un refrán, Athanasius contra mundum, «Atanasio contra el mundo».
6. Pero se objeta: «Sea lo que resultare del texto, no podemos creer lo que no entendemos. Por tanto, cuando nos requieres creer en misterios, te rogamos que nos excuses».
Aquí hay un doble error. (1) No requerimos con esto, aunque ustedes supongan lo opuesto, que crean en ningún misterio. Además, (2) ustedes ya creen en muchas cosas que no pueden entender.
7. Para empezar por lo último. Ustedes ya creen muchas cosas que no pueden comprender. Pues creen que hay un sol sobre sus cabezas. Pero si se encuentra quieto en medio de este sistema, o no sólo gira sobre su propio eje sino también se alegra cual gigante para correr el camino,12  ustedes no pueden entender ni uno ni lo otro: cómo se mueve, o cómo reposa. ¿Con qué poder, con qué fuerza natural o mecánica, se sostiene en el fluido etéreo?
No pueden negar el hecho; sin embargo no pueden explicarlo para satisfacer a un investigador racional. Ciertamente pueden darnos las hipótesis de Tolomeo, Tycho Brahe, Copérnico,13 y veinte más. Las he leído una y otra vez. Estoy harto de ellas y no me importan un bledo.
No me proporciona cada nueva solución sino cambio de voces, de palabras y armazón.
Con otro ropaje vuelve mi pregunta a mí, y mi duda es la misma que proferí.14
Todavía insisto, ustedes creen el hecho, pues no pueden negarlo; mas la manera no pueden comprenderla.
8. Ustedes creen que hay tal cosa como la luz, sea que fluya del sol o de cualquier otro cuerpo luminoso. Pero no pueden comprender su naturaleza o su manera de fluir.
¿Cómo se mueve desde Júpiter a la Tierra en ocho minutos, trescientos treinta mil kilómetros en un momento? ¿Cómo hacen los rayos de la vela introducida en la habitación para dispersarse instantáneamente en cada esquina? De nuevo: aquí hay tres velas, no obstante existe una sola luz. Expliquen esto y yo explicaré lo del Dios Triuno.
9. Ustedes creen que existe tal cosa como el aire.
Ambos, luz y aire, los cubren como una prenda, pues:
Una extensa combinación
Abraza por todos lados
esta florida tierra.15
¿Pero pueden comprender cómo ocurre? ¿Pueden darme una explicación satisfactoria de su naturaleza, o de la causa de sus propiedades? Piensen sólo de una, su elasticidad.
¿Pueden explicarla? Puede deberse al calor eléctrico adjunto a cada partícula o puede no serlo, pero ni ustedes ni yo podemos decirlo. Pero si dejamos de inhalarlo hasta que podamos comprenderlo, nuestra vida estará muy cerca de su fin.
10. Ustedes piensan que existe tal cosa como la tierra. Aquí, usteden afirman sus pies sobre ella. Están sostenidos por ella. ¿Pero comprenden qué es lo que sostiene a la tierra? «Oh, un elefante», dice un filósofo malabar, «y un toro que lo sostiene».16 ¿Pero quién sostiene al toro? El indostano y el británico están perdidos por igual para dar respuesta. Sabemos que es Dios quien extiende el norte sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada.17 Este es el hecho. ¿Pero cómo? ¿Quién puede explicarlo? Quizás las criaturas angélicas, pero no las humanas.
Comprendo lo que es admisible decir referente a las fuerzas de proyección y atracción. Pero tan confundidos como estamos, esto barre de hecho nuestra telaraña de hipótesis. Conecten como puedan las fuerzas de proyección y atracción, jamás producirán un movimiento circular. El momento en que el acero impulsado se acerca a la atracción del imán, no forma una curva, sino que se cae.
11. Ustedes creen que tienen un alma. «Un momento», dice el Doctor [Patrick Blair], «no creo en tal cosa. Si ustedes tienen un alma inmortal, también la tienen las bestias». No voy a discutir con todos los que creen que las tienen, de ninguna manera; sólo desearía que lo probaran.
Por cierto mas bien admitiría que aquellas tienen alma, que renunciar a la mía propia. En esto concuerdo cordialmente con el sentimiento de los paganos honestos: Si erro, libenter erro; et me redargui valde recusem,18 si me equivoco, me equivoco de buena gana, y me rehúso con ardor de ser convencido de ello. Me temo que la mayor parte de los que no creen en una Trinidad, tengan semejante mentalidad.
Permítanme, entonces, continuar. Ustedes creen que tienen un alma conectada con esta casa de barro.19 ¿Pero pueden comprender cómo? ¿Cuáles son los lazos que unen la llama celestial con el barro terrenal? No entienden nada del asunto. Así es; mas cómo, nadie puede decirlo.
12. Seguramente ustedes creen que tienen un cuerpo junto con su alma, y que cada uno de ellos depende del otro.
Claven una espina en sus manos: de inmediato se siente el dolor en su alma. Por otra parte, ¿sus almas sienten vergüenza? De manera instantánea un rubor cubre sus mejillas. ¿Siente el alma temor o ira violenta? El cuerpo tiembla. Estos también son hechos que no pueden negar; ni tampoco pueden explicarlos.
13. Les doy otro ejemplo más. A la orden de su alma se levanta su mano. ¿Pero quién es capaz de explicar esto por la conexión entre el acto de la mente y las acciones externas? ¿Más aún, quien puede dar alguna explicación del «movimiento muscular», en cualquier instancia del mismo?
Cuando uno de los más famosos médicos de Inglaterra hubo terminado su exposición acerca de ese tema, agregó: «Bien caballeros, les he hablado de todos los descubrimientos de nuestra ilustrada época. Y ahora, si ustedes entienden una tilde del asunto, ustedes saben más que yo».20
El resumen de este asunto es: aquellos que no quieren creer en nada que no puedan comprender, no deben creer que hay una luz resplandeciendo sobre ellos, que hay aire, aunque los rodea por todos lados, que hay tierra, aunque estén parados sobre ella. No deben creer que tienen un alma, no, ni que tampoco tienen un cuerpo.
14. Pero, segundo, tan extraño como pueda parecer, al requerir que ustedes crean: «tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno», no se les pide creer en ningún misterio. Más aún, aquel buen y gran hombre, el Dr. Peter Browne, durante algún tiempo Obispo de Cork, ha probado de forma cabal que la Biblia no requiere creer ningún misterio.21 La Biblia apenas requiere que crean en tales hechos, mas no su manera de serlo. Ahora bien, el misterio no reside en el hecho, sino totalmente en la manera.
Por ejemplo,«Dios dijo: Sea la luz; y fue la luz».22
Yo lo creo: creo el hecho evidente; en ello no hay ningún misterio. El misterio consiste en la manera. Pero de esto no creo nada en absoluto; ni Dios lo requiere de mí.
De nuevo,«El Verbo fue hecho carne.»23 Creo también en este hecho. No hay misterio en ello, pero en cuanto a la manera, el cómo hizo carne, dónde está el misterio, no sé nada de esto, no creo nada sobre esto. Y no es más el objeto de mi fe que de mi entendimiento.
15. Apliquen esto al caso en cuestión: «tres son los que dan testimonio en el cielo y estos tres son uno». Yo también creo en este hecho (si puedo usar la expresión «hecho») que Dios es Tres y Uno. Pero la manera, el cómo, no lo comprendo; y no lo creo. Ahora, en esto, en la manera, consiste el misterio. Y que lo sea; no me preocupo por ello. No es el objeto de mi fe; creo tanto cuanto Dios ha revelado y nada más. Pero la manera, no la ha revelado; por ende no creo nada acerca de ella. ¿Pero no sería absurdo de mi parte negar el hecho porque no entiendo la manera? Esto es, rechazar lo que Dios ha revelado porque no entiendo lo que no ha revelado?
16. Este es un punto importante. Hay muchas cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre.24 Parte de estas cosas Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; reveló, esto es, develó, descubrió.
Esta parte es la que él requiere que creamos. Parte de esto Dios no lo reveló. Por tanto, no necesitamos y en verdad no podemos creerlo; está muy lejos, fuera de nuestra visión.
Ahora bien, ¿qué sabiduría hay en rechazar lo que es revelado sencillamente porque no entendemos lo que no es revelado? ¿En negar el hecho que Dios ha develado porque no podemos ver la manera, que está aún velada?
17. Especialmente cuando consideramos que lo que a Dios le ha placido revelar sobre este asunto, lejos está de ser una cuestión indiferente; es una verdad de la mayor importancia. Penetra en el mismo corazón del cristianismo; está en la raíz de toda religión vital.
A menos que estos tres sean uno, ¿cómo explicar el hecho de que todos lo que honran al Hijo honran también al Padre?25 «No sé qué hacer», dice Socinio en una carta a su amigo, «con mis empecinados seguidores. Se niegan a adorar a Jesucristo. Les digo que escrito está, "Adórenle todos los ángeles de Dios."26 Pero responden: "Aunque sea así, si él no es Dios no vamos a adorarle, Porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás".»27
Pero lo que pienso en particular sobre esto es: el conocimiento del Dios Tri-Uno está entretejido con toda fe cristiana verdadera, con toda religión vital.
No digo que todo verdadero cristiano pueda decir como el Marqués de Renty: «Continuamente llevo conmigo una verdad probada, y una plenitud de la presencia de la siempre bendita Trinidad». Percibo que esta no es la experiencia de párvulos, sino de padres en Cristo.
Mas no conozco cómo alguien puede ser un creyente cristiano hasta que tenga, según el decir de San Juan, el testimonio en sí mismo;28 hasta que el Espíritu mismo dé testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios,29 es decir, hasta que en efecto Dios el Santo Espíritu testifique que Dios el Padre le ha aceptado por medio de Dios el Hijo; y teniendo este testimonio honre al Hijo y al bendito Espíritu como honran al Padre.30
18. No que todo creyente cristiano advierta esto; tal vez al principio ni uno en veinte; pero si les hacen unas pocas preguntas a algunas personas, fácilmente encontrarán que esto está contenido en lo que ellas creen.
Por ende no sé cómo le es posible a alguien tener una religión vital si niega que estos Tres son Uno. Toda mi esperanza hacia ellos no es que se salvarán durante su incredulidad (a menos que sean paganos honestos y tengan una invencible ignorancia), sino que Dios, antes de que partan de aquí, los traerá al conocimiento de la verdad.31

NOTAS
1 El místico Tomás de Kempis (1380-1471) tuvo gran influencia en Wesley por su obra Imitación de Cristo.
2 Un oscuro místico español (1542-96) que Wesley descubrió en la obra de Francisco Losa, Holy Life of Gregory López, A Spanish Hermite in the West Indies (edic. castellana de 1618, traducción inglesa de 1675).
3 Gaston Jean Baptiste de Renty (1611-49) un francés de alcurnia convertido al misticismo.
4 Cf. Jn. 5.35.
5 Un amargo eco de la controversia calvinista y de la caricatura que Wesley hace de la obra de Augustus M. Toplady, Doctrine of Absolute Predestination, cap. 5.9.
6 Jonathan Swift (1667-1745), Deán de San Patricio, Dublin, desde 1713. Su sermón «Sobre la Trinidad» fue publicado por primera vez en 1744.
7 Job 38.2.
8 Cf. El Libro de Oración Común, el cual prescribe que el Credo de Atanasio será dicho o cantado en las Devociones Matutinas del día de Navidad, de Epifanía, y otros once días festivos incluyendo el Domingo de Trinidad, en reemplazo del Credo Apostólico. (Los eruditos hoy concuerdan en que este credo no fue en verdad escrito por Atanasio. Nota del Editor.)
9 Una remota paráfrasis, aparentemente basada sobre «Sententiae vel Propositionum Excerptae Ex Libris Michaelis Serveti» en la obra de Calvino
Defensio Ortodoxae Fidei de Sacra Trinitate (1554).
10 John Albert Bengel (1687-1752), cuyo comentario Gnomon Novi Testamente (1742) fue la principal fuente para la obra de Wesley, Explanatory Notes Upon the New Testament (1755).
11 Constancio, quien llegó a ser el único gobernante del Imperio en el 353 d. de C. y murió en el 361 d. de C.
12 Sal. 19.5.
13 Una referencia resumida a la explosión de conocimiento de las ciencias físicas de su propio y precedente siglo y un reflejo de su interés en el impacto de la nueva ciencia en la religión. El modelo geocéntrico de astronomía de Tolomeo (100-170) había dominado las cosmovisiones medievales hasta el siglo XVI cuando fue cuestionado, menos radicalmente por el danés Tycho Brahe (1546-1601) y mucho más radicalmente por el heliocentrismo de Copérnico (1473-1543).
14 Prior, Solomon, I. 477-80.
15 Milton, El Paraíso Perdido, vii, 89-90.
16 Cf. John Locke, Ensayo sobre el Entendimiento Humano (1690), II. xiii.19;
xxiii.2, donde se discute esta filosofía malabar.
17 Job 26.7.
18 Una conjunción de dos pasajes distintos de la obra de Cicerón De Senectude, xxiii. 85 y xxiii, 83.
19 Cf. Job 4.19.
20 Comentario atribuido a un Dr. Hunter, que podría haber sido uno de dos hermanos, William (1718-83) o John (1728-93). Se puede conjeturar, a base de su reputación como conferencista de gran popularidad, que esta anécdota se
refiere a William.
21 Peter Browne, (fallecido en 1713), The Procedure, Extent, and Limit of Human Understanding (1728). Wesley leyó esta obra en 1729, e hizo un resumen de ella para su uso posterior.
22 Gn. 1.3.
23 Jn. 1.14.
24 1 Co. 2.9.
25 Cf. Jn. 5.23.
26 He. 1.6.
27 Mt. 5.10.
28 1 Jn. 5.10.
29 Cf. Ro. 8.16.
30 Jn. 5.23.
31 Cf. 1 Ti. 2.4; 2 Ti. 3.7.; He. 10.16.


(OBRAS DE WESLEY
Edición auspiciada por
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TOMO III
SERMONES, III
Editor General
JUSTO L. GONZÁLEZ)