jueves, 25 de mayo de 2017

25/05/2017 - Fiesta de la Ascensión del Señor




La Ascensión del Señor. 

Cuando el día del Pentecostés judía estaba cercano, los discípulos de Cristo volvieron de Galilea a Jerusalén. 
En el cuadragésimo día después de la resurrección de Jesucristo ellos estaban todo juntos en una casa. Jesucristo se les apareció diciendo: "Así es escrito, que Cristo debía sufrir y el tercer resucitar de entre los muertos, y debe predicarse el arrepentimiento y el perdón de los pecados en Su nombre a todas las naciones, empezando de Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda la creación. Quién crea y se bautice se salvará, pero quien no crea se condenará. Y estas señales acompañarán aquéllos que creen: "en Mi nombre ellos expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas; recogerán serpientes, y si ellos beben cualquier cosa mortal, no los herirá; impondrán sus manos a los enfermos y se recuperarán."
Entonces el Salvador dijo a los discípulos que pronto  les enviará al Jesucristo, y Él  les indicó no moverse de Jerusalén hasta ese momento. Él dijo: "Yo os enviaré la promesa de Mi Padre; vosotros quedáos en Jerusalén hasta que os visite con el poder desde lo alto; porque Juan bautizaba con el agua, mas dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con el Jesucristo." 
Conversando con los discípulos, el Salvador los llevó fuera de la ciudad hasta Betania, al Monte de los Olivos.
Los discípulos, alborozados con las palabras del Salvador, lo rodearon y empezaron a preguntar: "¿Señor, Tu en ese momento restaurarás el reino a Israel?"  
El Salvador les dijo: "no es de vosotros saber los tiempos o términos que el Padre ha arreglado por Su propia autoridad. Pero vosotros recibiréis la fuerza cuando el Jesucristo venga sobre vosotros; y daréis testimonio de Mí en Jerusalén y en toda Judea y Samaria y hasta el extremo de la tierra." 
Cuando había dicho esto, Jesucristo alzó Sus manos y bendijo a Sus discípulos. Mientras los bendecía, partió de ellos y se elevó al Cielo, y pronto una nube lo quitó de su vista. 
Así nuestro Señor y Salvador Jesucristo ascendió en Su cuerpo físico al Cielo y se sentó a la diestra de Dios el Padre. Su alma humana y cuerpo asumieron la gloria indivisible con Su divinidad. En Su divinidad, Él está siempre y estará en el Cielo y por todas partes.
Los discípulos rindieron culto al Señor ascendido y durante mucho tiempo continuaron estando de pie y mirando fijamente en el Cielo siguiéndolo. Entonces dos ángeles en túnicas blancas aparecieron ante ellos y dijeron: "Hombres de Galilea, ¿por qué estáis de pie mirando al Cielo? Este Jesús ascendido de vosotros al Cielo vendrá a la tierra de la misma manera (es decir, en la carne), como le habéis visto ascender al cielo." 
Después de esto los discípulos de Jesucristo volvieron a Jerusalén con gran alegría y se quedaron allí juntos, esperando el descenso del Jesucristo. Todos ellos, juntos en alma, pasaban el tiempo en oración y estaban continuamente en el Templo de Dios, alabando y agradeciendo Dios. Con ellos estaban varias mujeres y María, la Santísima Madre de Dios nuestro Señor Jesucristo, con sus parientes. 
En esos días los apóstoles, habiendo orado, lanzaron suertes y escogieron de entre los otros discípulos de Cristo al duodécimo apóstol, Matías, en lugar del traidor que pereció. 
Ascendido al Cielo, Jesucristo, según Su propia promesa, invisiblemente siempre viene a la tierra entre aquéllos que creen en Él y volverá de nuevo a la tierra en una forma visible a juzgar a los vivos y a los muertos, que para ese entonces resucitarán. Después de esto comenzará la vida del siglo venidero, es decir: la vida eterna para los verdaderos creyentes y las personas pías, que será completamente bienaventurada, pero para los no creyentes y pecadores - será tiempo de gran tormento. 
Notas: Ve los Evangelios de Marcos 16:15-19 y Lucas 24:46-53; los Hechos de los Apóstoles 1, 2:4-26. 

sábado, 20 de mayo de 2017

.Aleh Katan Sheli: Pequeña hojita mía. (2° Parte)




Somos pequeñas hojitas del Gran Árbol que es Jesús. Ninguna tormenta jamás podrá arrancarnos del Árbol para arrojarnos al piso y ser pisoteadas por los transeúntes o atarnos a sus alas y llevarnos de aquí para allá y terminar quién sabe dónde, siempre y cuando permanezcamos unidas al Árbol, del cual recibimos Vida y Vida en abundancia. Jesús venció a todas las tormentas y en Su Nombe, somos más que vencedores.
No debemos permitir que una tormenta imprevista que golpea fuertemente contra nosotros, nos derribe. Puede ocurrir que al ver venir semejante tormentón, dudemos del Poder del Señor, y entonces, con su potencia nos desprenda del Árbol para que así nos alcance la muerte.
El Señor Jesús nos ofrece Paz en medio de la tormenta. Debemos encomendarle a Dios nuestra vida entera, nuestras obras, nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestros proyectos, nuestra familia, amigos, etc. para que no seamos derribados por la fuerza de la tempestad, porque permanecemos unidas al Árbol. Jesús nos dice en Juan 14:27:
La Paz os dejo, mi Paz os doy, Yo no os la doy como el mundo la da, no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
La Biblia dice que si permanecemos unidas al Árbol, seremos hojas siempre verdes, aún en tiempo de sequía y que nunca caeremos. Separados de Mí, nada podréis hacer, le dijo el Señor a sus Discípulos.
Somos las pequeñas hojitas de Dios y Él nos necesita para bendecir a quienes se acercan al Árbol buscando abrigo, sombra, frescura, reposo, recreación. Pero sobre todo, somos hojitas que con el Poder del Espíritu Santo, seremos medicina y quien se acerque recibirá SANIDAD INTEGRAL, esto es Salvación Gratuita en el Nombre del Señor Jesús.


















Hermano/a:
Medita en los siguientes versículos bíblicos:
El viento los ató en sus alas.(Oseas 4:19).
Caímos como la hoja, nuestras maldades nos llevaron como viento.(Isaías 64:6)

Aleh Katan Sheli, esto es Pequeña Hojita mía, dice:
Sujétate fuerte, Pequeña Hojita mía… Recuerda que siempre estoy contigo… Toma mi Bendición para el Camino…
Anímate y canta conmigo





(Elena Sanfilippo Ceraso
            25/2/2017)

jueves, 18 de mayo de 2017

ALEH KATAN SHELI: Pequeña Hojita mía. (1° Parte).



Sara Flowers Adams nació en 1805. Escribió el himno “Cerca de Ti Señor” en 1841. Su sueño de juventud era dedicar toda su vida a la actuación en teatro, ya lo estaba haciendo, pero como había heredado sordera, su seguro de salud no le permitió continuar con su vocación teatral. Fue un tremendo e inesperado golpe para ella. Había fundado toda su vida en este sueño. Creía que el púlpito y el teatro eran las dos formas en que se podía predicar el Evangelio y había elegido el teatro para servir a Dios Pero la respuesta del Padre Celestial había sido un NO rotundo. A simple vista era muy injusto. Sin que ella lo supiera, Dios tenía otros planes, una preciosa forma de predicar el Evangelio, como AUTORA de himnos cristianos. Hermosísimos himnos que recorrieron el mundo y atravesaron el tiempo hasta hoy y más.


Cerca de Ti, Señor”, nació de la historia de Jacob en Génesis 28:11-17, mientras huía de su hermano Esaú que lo buscaba para matarlo. Por la noche durmió con su cabeza apoyada sobre una piedra. Fue en ese momento que soñó con una escalera que llegaba al cielo y ángeles subían y bajaban por ella. En el Antiguo Testamento, los ángeles eran los mediadores entre Dios y los hombres, eran los encargados de llevar ante el Trono de Dios las peticiones de los justos y luego, regresaban con su respuesta. En la mañana Jacob bautizó el lugar Bet-el, la Casa de Dios.

Este himno es una forma de oración a Dios y es el favorito de los mártires. Sara falleció en 1848, pero la Obra de Dios a través de “su escritora”, permanece viva. Fue tocado durante el naufragio del Titanic por la Banda del mismo, en tragedia que ocurrió el 14/4/1912, mientras el buque se hundía, muchos hacían hasta lo imposible con el fin de conseguir un lugar en los botes salvavidas. Aquí y allá se veía gente desesperada, corriendo, gritando, empujando, muchas personas murieron ahogadas. El capitán, ya sin esperanza alguna tomó la decisión de suicidarse. Pero los músicos, sin tener en cuenta lo que ocurría con el Titanic pusieron su Fe en acción: ¡Creían en Jesús RESUCITADO! Éste no era el final, para ellos comenzaba la Vida en Jesús. No estaban solos ni desamparados en medio de la imprevista tormenta, no iban a desesperar, porque creían que la muerte ya había sido vencida por el Señor Jesús en la Cruz del Calvario, cuando murió y resucitó Decidieron entonces alumbrar las tinieblas de la muerte y ADORAR a Dios hasta el último minuto de su vida, tocando el himno de Sara, “Cerca de Ti, oh Dios”.


La gente que viajaba en el Titanic, estaba ahí porque tenía un proyecto, para algunos era un viaje de placer, para otros, era la oportunidad de iniciar una nueva vida en otra parte del mundo, etc. Todos tenían algo en común, estaban convencidos de que el éxito estaba asegurado, nada ni nadie podría frustar su proyecto, porque viajaban en el invencible Titanic, El día que emprendieron el viaje, la gente decía a modo de desafío, al ver lo imponente que era: “Ni Dios lo puede hundir”.

Pero la tragedia ocurrió. Cuando todos viajaban en “completa seguridad”, imprevistamente ocurrió.
En un determinado momento de sus vidas, Jacob, Sara, los tripulantes del buque, sintieron que todo su mundo se hizo pedazos. ¿Qué sería de ellos? Su futuro era incierto. ¿Qué les esperaba? Cada uno de ellos, respondió de diferente forma ante lo que les tocaba vivir.
Sara, Jacob, los músicos,… decidieron consagrar sus vidas a Dios. La tormenta golpeó con fuerza contra ellos, pero no los derribó.
Y si vivimos para Él vivimos, y si morimos para Él morimos, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor…”
Los antiguos cristianos entonaban este himno, mientras se dirigían rumbo al martirio. La Biblia nos enseña que Jesús es el Buen Pastor. “…Y aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno…” El Buen Pastor es quien puede y quiere mantenernos FIRMES y en PAZ en medio de la tormenta.

Medita:
¿Qué hubieras hecho en el lugar de Sara?
Y si hubieras sido un tripulante del Titanic, ¿como quién hubieras actuado ante la tragedia?

Veamos qué hizo el salmista, (Salmo 18:4-5), cuando lo atemorizaron TORRENTES de PERVERSIDAD, que son tan destructivos o más, que las tormentas físicas.
Observa cómo ANTES de describir su dramática situación, CONFIESA su Amor a Dios, diciendo más o menos así:
Te amo, oh, Jehová. Fortaleza mía. Roca mía, Castillo mío, mi Libertador, mi alto Refugio…
En Él confiaré, invocaré y alabaré a Dios y seré salvo de mis enemigos que como torrente han venido en contra de mí.
Y Dios oyó mi clamor, envió desde lo alto, me tomó y me sacó de las muchas aguas….

¡No hay tormenta de ninguna clase que pueda derrotar a quien tiene su Fe puesta en Dios, el Todopoderoso!
En el Salmo 31:14-15, el salmista declara: Mas yo en Ti confío, oh, Jehová, digo: Tú eres mi Dios. En Tu Mano están mis tiempos.
El Salmo 37:5 aconseja: Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él y Él hará.
Proverbios 16:3 dice: Encomienda a Jehová tus obras y tus pensamientos serán afirmados.
El Salmo 139:10 es una declaración de confianza en Dios: “…me guiará tu Mano, e asirá tu Diestra…”

Continuará





(Elena Sanfilippo Ceraso
          25/2/2017)

martes, 16 de mayo de 2017

INSISTE… INSISTE… INSISTE



Reflexión final de la Serie: Job, Jonás, Habacuc, Elías, Noemí, David, los salmistas, ¿y por qué no?, también nos incluye a Nosotros.
En Lucas 18:8 dice Jesús:
Pero cuando venga el Hijo de Hombre, ¿hallará Fe en la tierra?

En su Regreso, Jesús va a encontrar hombres impíos y hombres creyentes. Acerca de los creyentes afirma:
El AMOR de muchos se enfriará.
Es muy probable que a su regreso encuentre a creyentes “vacíos de Fe, de Amor y de Esperanza” y llenos de amargura, depresión, aflicción, hastío, pesadumbre, enojo, clamando por su propia muerte, ya que la violencia, el odio, la inseguridad, la miseria, etc, en el mundo, habrán aumentado en gran manera.
Creyentes vencidos por el mal. Creyentes que ya no oran ni claman a Dios porque dejaron de creerle A DIOS. Se cansaron de esperar que Dios actúe con Justicia en su vida y en Su Pueblo.
Creyentes que se durmieron y dejaron de velar. Llegó el Novio y los encontró con sus lámparas apagadas por falta de aceite.
Jesús dice que los escogidos deben clamar a Dios DÍA y NOCHE, sin cesar y sin desmayar, creyendo que Dios PRONTO les hará Justicia.
Pero no dice exactamente, cuánto o qué período de tiempo abarca el término PRONTO. Y procede a dar el ejemplo de la viuda ante el juez corrupto, que no temía a Dios, pero ella no dejó de insistir una y otra vez, acudiendo ante él, pidiendo justicia de su adversario. Este hombre no la tenía en cuenta, hasta que, pasado un tiempo y para que no le agote la paciencia, porque lo molestaba de continuo, decidió darle respuesta y solucionar la situación de injusticia que estaba padeciendo.

Hermano/a:
Ora, clama a Dios sin cesar, de día y de noche. No desmayes.
Insiste… Insiste… Insiste…
Clama por Justicia Divina para ti y para el Pueblo de Dios, el Pueblo de la Cruz.
Recuerda y practica la Regla de Oro que Jesús nos dejó:
Todo aquel que por Fe PIDA, BUSQUE y LLAME,
RECIBIRÁ, HALLARÁ y se le ABRIRÁ






(Elena Sanfilippo Ceraso 
            27/1/2017)



sábado, 13 de mayo de 2017

¿DEPRIMIDO HASTA LA MUERTE? ELÍAS. 2° Parte




Cuando Elías recibió de parte del Mensajero de JEZABEL, la AMENAZA que en el término de 24 horas iba a morir en sus manos, decidió HUIR al desierto. Al llegar al lugar, se sentó debajo de un enebro.
¡Pobre Elías! La misma Jezabel en persona, como sacerdotisa de Baal, dio la orden de buscarlo por todas partes para matarlo.
Elías, el siervo y Profeta de Dios, que EN el Poder de Dios, se había presentado SOLO ante el rey Acab, teniendo conocimiento de que éste lo buscaba para matarlo, desde hacía tiempo. Elías, que había llevado al Pueblo de Dios al arrepentimiento, que había edificado el Altar y restaurado el Culto a Jehová Dios y había dado muerte a los profetas de Baal, este mismo Elías, fue quien, cuando la sacerdotisa mayor de Baal, Jezabel, lo amenazó con matarlo en menos de veinticuatro horas, atemorizado, ¡huyó al desierto!
Luego de una tremenda VICTORIA de Dios por medio de él, Elías huyó, solo, completamente solo, atemorizado, deprimido, agotado, desanimado, huyó al desierto. Y ahí, sentado bajo un enebro, deseando morir le dijo a Dios:
-Basta ya, oh, Jehová, quítame la vida.
Y echándose, se quedó dormido.
Profundamente deprimido hasta la muerte, se acostó bajo el árbol y se quedó dormido.
-¡Basta ya!, ¡Quiero morir!, había sido su clamor a Dios.
Pero Dios, que en ningún momento lo había dejado solo, envió un ángel para fortalecerlo, y le pidió que coma una torta y beba agua. Elías así lo hizo, pero nuevamente se quedó dormido. ¡No quería saber nada con nada ni con nadie! Sólo quería dormir y morir en el transcurso del sueño. Dios insistió una segunda vez por medio del ángel y le reiteró el pedido de comer y beber, pero esta vez añadió: “…porque largo camino te resta”.
Elías así lo hizo. Comió, bebió y caminó cuarenta días y cuarenta noches, pasando la noche en una cueva.


Vino Palabra de Dios a él:
-¿Qué haces aquí, Elías?
-Sentí un VIVO CELO POR TI, oh, Dios, porque los hijos de Israel han dejado tu Pacto, han derribado los altares y han matado a espada a tus Profetas, y SÓLO YO HE QUEDADO y me buscan para quitarme la vida.

Elías continuaba escondido en la cueva. ¡No pensaba salir fuera de la misma! Nada le dijo a Dios de lo que realmente había ocurrido, de la gran victoria obtenida, como si se hubiera borrado de su mente que Dios mismo era quien había realizado un gran Milagro en el Monte Carmelo, y él había sido partícipe directo.
Ésa es una de las tácticas preferidas del diablo, nos presenta cada vez un gigante mayor que nos enfrenta y atemoriza con sus amenazas, y al verlo tan grande y poderoso, nos olvidamos de las victorias que Dios nos ha permitido obtener y a cuántos gigantes hemos vencido ya en Su Nombre
Olvidamos cuán grandes Bendiciones hemos recibido de nuestro Padre Celestial. Olvidamos… olvidamos.


Elías, oculto en la cueva, se sentía solo, desamparado, ante un gigante poderoso como Jezabel.
¿Había alguien que no le temiera a Jezabel? Era imposible de vencer, y él bien lo sabía, porque conocía su poder. Por lo que se consideraba hombre muerto. Se había enfrentado SOLO ante el soberano, ante el Pueblo, ante los profetas de Baal, pero ante Jezabel… ¡no!
Por eso le pidió a Dios que lo mate antes que lo encuentre JEZABEL y lo sacrifique a Baal.
Elías se sentía culpable. Si no hubiera sentido ese vivo celo por Dios y no hubiera actuado en consecuencia, ahora no le estaría pasando esto. Todo esto era su culpa, por ser celoso de las cosas de Dios y pretender que las demás personas las guarden. Una y otra vez se repetía: sólo yo he quedado, me buscan para quitarme la vida
En Juan 2: 17, leemos: “el celo de tu Casa me consume”, había dicho el Señor Jesús. Y PURIFICÓ el Templo utilizando un azote de cuerdas diciendo:
“ … no hagáis de la Casa de mi Padre, Casa de mercado”.
Elías no comprendía que gracias al VIVO CELO que había sentido por Dios, se había purificado no sólo de idolatría el Pueblo, sino que Dios iba a producir una transformación política y religiosa en Su Pueblo, que él desconocía. La obra de Dios aún no había terminado y él iba a continuar siendo parte activa en la misma.
Continuemos con esta preciosa historia.
Dios tuvo compasión de Elías, sabía que estaba deprimido y buscó, con Amor y Paciencia, sacarlo de la cueva, de la oscuridad, de ese estado de no querer vivir más. Por lo que se manifestó a él, no por medio de un trueno, o un terremoto, sino con un SILBO APACIBLE y DELICADO, que al oírlo Elías, se sintió atraído y saliendo se puso a la puerta de la cueva.
Y ahora sí, ya en la Luz y Cara a cara, se podría decir, ambos reanudaron el diálogo suspendido.
Dios le hizo, por segunda vez, la misma pregunta:
-¿Qué haces aquí Elías?
Y el Profeta le respondió de igual manera que la vez anterior.
Pero como Dios no detiene su propósito, siguió adelante con su Plan, sin dejar de lado, que Elías continuaba con un gran deseo de morir.
Fue ahí que al darle nuevas indicaciones, le demostró que no era verdad que estaba solo y que sus pensamientos eran erróneos. Le encomendó que regrese por el mismo camino que había venido y debía ungir a los nuevos reyes de Siria y de Israel y a un nuevo Profeta llamado Eliseo.
Dios le pedía que regrese para terminar la obra comenzada y los que lo buscaban para matarlo, morirían a espada a manos de los nuevos reyes o del Profeta Eliseo. Le dio además, una buena nueva, tenía reservados siete mil fieles que no se habían arrodillado ante Baal y tampoco lo besaron.
¡Sorpresa! ¡Elías descubrió que no estaba solo! Había personas fieles a Dios que lo estaban esperando. ¡Debía ir hacia ellos AHORA!



Hermano/a:
Elías era un siervo y Profeta CELOSO de Dios y de su Obra, tanto que SOLO se levantó ante la idolatría, se enfrentó sin temor a los enemigos de Dios y destruyó su obra, unió a las doce tribus con el fin de adorar al único Dios verdadero, se indignó porque habían asesinado a los Profetas de Dios y estaba confiado en que Dios lo respaldaba. Todo esto le demandó mucho esfuerzo, desgaste emocional y físico. Y por qué no, también espiritual. En el primer momento se burlaba de los profetas de Baal, porque su dios no respondía a su clamor. Pero cuando Jezabel se levantó contra él, dudó del Poder de Dios y se vio solo ante esa mujer poderosa. Y huyó. Se escondió en una cueva. Estaba muy deprimido Su deseo era morir mientras dormía. Hasta que Dios, con un silbo apacible y delicado, lo hizo salir a la puerta de la cueva, reiniciaron el diálogo y logró que abandone definitivamente el lugar. Tenía mucho que hacer aún. Dios no iba a permitir que se entierre en vida o que permaneciera en esa tumba.
Elías era un SIERVO del Dios VIVO, no de un dios muerto.
Dios no abandona a sus siervos porque enferman o sufren “un accidente de trabajo o enfermedad profesional”. No es el “PATRÓN”, muy preocupado por llevar adelante su OBRA a costa de sus SIERVOS. Dios podría haberlo desechado, poniendo en su lugar, un reemplazante, y de hecho, ya lo tenía, era Eliseo. Pero primero, antes que nada, Dios detuvo SU OBRA, se ocupó de la sanidad y restauración de Elías, le dio nuevas indicaciones en el Plan a seguir y cuando Elías finalizó la tarea encomendada, ¡mandó a buscarlo en un carro de fuego!
¡Dios no es hombre para mentir ni para abandonar! Jesús vino a buscar al débil, enfermo, cargado, deprimido, rechazado, solo, acabado, excluido,…
En la Biblia leemos:
No es Dios de muertos sino de VIVOS. Mateo 22:32.
“…os convirtáis al Dios VIVO”. Hechos 14:15.
Para servir al Dios VIVO y VERDADERO. 1° Tesalonicenses 1:9.

Hermano/a:
¿Te sientes solo, sin fuerzas, desanimado, deprimido hasta la muerte? ¿Crees que no tienes nada más para hacer, que se terminó todo para ti? ¿Estás convencido que llegó tu fin?
Para los hombres, ¿ya estás acabado, fuera de juego?
Tengo una buena noticia para darte: éste es el momento justo para que dejes actuar a Dios. El NO de los hombres es el SÍ de Dios.
Escucha la voz de Dios que te llama por tu nombre, de manera apacible y delicada. Sal fuera de la cueva. Deja la oscuridad, abandona las tinieblas y acércate a la Luz Divina. Reanuda el diálogo con Dios. Él tiene muchas cosas para decirte. No le temas a Jezabel tampoco creas sus mentiras: ¡No puede sacrificarte! Jesús se entregó a Sí mismo como Cordero por Amor a ti, a mí… ¡Está RESUCITADO! Jamás te va a dejar solo, está tu lado y es Poderoso, más poderoso que Jezabel.
¡El TODOPODEROSO ES tu defensa!
Aviva el fuego que hay en ti. Aviva el CELO por Dios y por su Obra.
Repite hasta memorizar:
El celo de tu Casa, oh, Dios, me consume”.
¡ALELUYA, porque el Señor nuestro Todopoderoso REINA! (Apocalipsis 19:6.).





(Elena Sanfilippo Ceraso
  domingo 12/ 02/ 2017)



jueves, 11 de mayo de 2017

¿Deprimido hasta la muerte? ELÍAS. 1° Parte.



Lectura: 1° Reyes 16 a 19.
Depresión: Abarca distintos grados, la forma más profunda es la melancolía. Disminuye la actividad psíquica e intelectual, aparecen la culpa imaginaria o aumentada, cansancio, falta de ánimo, pesimismo, deseo de morir. Decae el sentimiento del valor personal.

Acab comenzó a reinar sobre Israel en el año 38 y durante 22 años hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que los reyes que le precedieron. Tomó por mujer a Jezabel, hija del rey de los sidonios y sacerdotisa de Astarté, desde antes de casarse. Acab adoró y sirvió a Baal, su nombre es un título que significa SEÑOR. También llamado Baal, Belu o Bel. Era un dios - sol o señor del cielo y gran cantidad de sacerdotes le ofrecían sacrificios humanos, niños primogénitos quemados vivos, para apaciguarlo en épocas de hambre, sequía, plagas, etc. Cada nación tenía su propio Baal, por ejemplo Baal-tarz era el señor de Tarso.
Los israelitas, repetidas veces fueron seducidos y cayeron en adorar a Baal. Cuando el Reino se dividió en 12 tribus, Acab aprovechó y estableció esta religión en Israel. Jezabel dio muerte a todos los profetas que pudo apresar, muchos sobrevivieron al esconderse en cuevas.
Éste era el tiempo que le tocó vivir a Elías como siervo y Profeta de Dios. Repentinamente apareció ante el soberano y le anunció el castigo de parte de Dios por su APOSTASÍA: una tremenda SEQUÍA, de duración indeterminada y como consecuencia vendrían hambre, pestes, violencia, muerte, etc. El rey Acab mandó a buscarlo por todas partes, pero Dios ya lo había enviado a ocultarse y se ocupaba de su sustento.
Pasaron muchos días de sequía, hambre y todo tipo de males. Dios envió al Profeta a ver al rey Acab, pues iba a enviar lluvia. Se produjo así el gran encuentro: Elías - Acab. El profeta le pidió que convoque en el monte Carmelo, al pueblo de Israel y a los 900 profetas de Baal y Astarté, que comían a la mesa de Jezabel.
Ya frente al “Pueblo de Dios”, Elías lo reprendió duramente diciendo:
-¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios SEGUIDLE y si Baal, id en pos de él.
¿Y qué respondió el pueblo a esta reprensión?
¡Nada! No respondió palabra alguna.
En Mateo 24, Jesús exhortó a que ninguno puede servir a dos dioses o señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro…
Continuó el Profeta de Dios con una DECLARACIÓN PÚBLICA DE SU FE:
-Sólo yo he quedado, Profeta de Jehová, mas de los profetas de Baal hay 450 hombres.

Dios había permitido la matanza de muchos de sus Profetas a manos de Jezabel y los profetas de Baal estaban muy felices por su victoria. Murmuraban entre sí que Elías solo no podría contra ellos. ¡Estaba loco si intentaba algo!
El pueblo, temeroso, callaba.
Seguidamente, Elías desafió a los profetas de Baal a presentar, un buey como ofrenda y a invocar a sus dioses, él, por su parte, haría lo mismo con Jehová, el único Dios Verdadero. El que respondiera por medio de fuego, éste sería Dios.
Esto no era una competencia entre fanáticos religiosos. Dios quería erradicar por medio de Elías el culto a Baal en su Pueblo, erradicarlo por completo. Por eso es que Elías, aunque estaba solo frente a todos, se burlaba de los profetas, porque Baal no respondía a su clamor y a sus rituales sangrientos. Cuando le tocó el turno, convocó al pueblo y para que fuera más evidente el milagro de Dios, que estaba confiado iba a ocurrir, añadió agua a la ofrenda. Había edificado el Altar de Jehová que estaba destruido, arruinado, tomando doce piedras, una por cada tribu. Éste era el gran Milagro de Dios, ¡que Israel era uno otra vez y adoraría al Dios único!
Dios envió fuego que consumió el holocausto y todo el pueblo se postró y dijo:
¡Jehová es el único Dios! ¡Jehová es el único Dios!


Finalmente, Elías procedió a degollar a los profetas de Baal.
Pero la historia no finaliza aquí.
El rey Acab corrió a informar a su esposa Jezabel, SACERDOTISA MAYOR de Baal, de la matanza de sus profetas en manos de Elías y ella, de inmediato, le envió un mensajero para comunicarle que en el término de 24 horas iba a morir en SUS PROPIAS MANOS.

CONTINUARÁ






(Elena Sanfilippo Ceraso
  domingo 12/ 02/ 2017)

viernes, 5 de mayo de 2017

LA MANO DE DIOS HA SALIDO CONTRA MÍ. NOEMÍ.



¿Recuerdas a Noemí, quien perdió a su esposo y a sus dos hijos, quedando en una situación de completo desamparo y en un lugar que no era su Pueblo?
Éstas son las palabras que Noemí dirigió a sus nueras:
…mayor AMARGURA tengo yo que vosotras, pues la MANO de Dios ha salido CONTRA MÍ. No me llamen Noemí, sino MARA, porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Dios me ha vuelto con las manos vacías. Dios ha dado testimonio en contra de mí y el Todopoderoso me ha afligido.

“Yo me fui llena”, dijo Noemí, sin pensar en lo que decía. ¿No era el mismo Dios quien le había dado la llenura y luego la había despojado?
“Dios dio y Dios quitó”, reflexionó Job, ante su dramática situación.
Noemí hablaba de acuerdo a lo que sus ojos veían y a la situación que estaba padeciendo. No conocía los planes de Dios para su vida, pero de una cosa estaba segura, no podía esperar nada bueno, se había terminado todo para ella. Ahora sólo debía buscar la forma de sobrevivir y esperar la muerte.
Noemí estaba muy amargada y con razón. Las pérdidas sufridas por ella eran muy difíciles de sobrellevar. Iba camino de regreso a su Pueblo, SOLA, sin su familia y sin sus pertenencias. Regresaba como una MENDIGA. 
¿Qué esperanzas podía albergar? ¡Ninguna! Era muy anciana y se veía como un trapo viejo: desechada, tirada, arrinconada, destrozada… Había llegado el fin para ella.
Pero los planes de Dios, eran otros. Él estaba presente y a su lado, aunque ella no lo notara y creía todo lo contrario. En su Misericordia, había actuado en el corazón de Rut, su nuera, para que voluntariamente, se quedara a su lado, mientras que la otra nuera, sí regresaría a su Pueblo natal y a sus dioses.
Dios no sólo iba a transformar la vida de Noemí, sino que a partir de ella y ¡en su vejez! daría comienzo a una nueva historia. Rut sería aceptada en su Pueblo, se casaría con Booz y de ella descenderían, con el tiempo, David y Jesús.
Dios no tenía puesta su mano en contra de Noemí, sino que la estaba bendiciendo y en ella a su descendencia.
Todo el pueblo la vio regresar en amargura y a su pedido, comenzaron a llamarla MARA, Pero, luego, todo el pueblo, fue testigo de que Dios estaba llamando a Noemí a ser ¡HEREDERA de BENDICIÓN!


¿Qué nombre se habrá puesto Mara, cuando tomó el hijo de Rut y Booz en su regazo y fue su nodriza?
Cuenta la Biblia que las vecinas le pusieron por nombre OBED, esto es padre de Isaí, padre de David y le daban gracias a Dios por las maravillas obradas en Noemí y porque su Mano, la había RESTAURADO y SUSTENTADO en su vejez.

Hermano/a:
Cuidado con la AMARGURA.
Amargura: Gusto amargo. Aflicción, disgusto: “Las amarguras de la vida”. Resentimiento por frustraciones, problemas, pérdidas, etc.
La amargura es CONTAGIOSA, No permitas que te toque, porque si lo hace, echará raíces dentro de ti y quienes estén a tu alrededor también la padecerán o huirán lejos de ti, para no ser contaminados por ella. Hebreos 12:15.


1° Samuel 22:1 narra que David huyendo de Saúl fue a la cueva de Adulán y se juntaron con él todos los afligidos, todos los endeudados y todos los que se hallaban en amargura de espíritu. Fue hecho jefe de ellos y tuvo consigo como 400 hombres.
Dios utilizó a estos hombres desechados por la sociedad y, aún por ellos mismos, para conformar el ejército que necesitaba y así poder cumplir su PROPÓSITO: David: iba a ser el Rey de su Pueblo.

Dios no desampara a los sufrientes, que creen erróneamente, que Su Poderosa Mano se ha levantado en su contra, sino que trata con ellos en forma personal y los invita a ser partícipes de sus propósitos.
1° Pedro 5:6 nos da la clave para vencer la amargura, la aflicción, la depresión, el enojo, etc.:
HUMILLAOS pues, BAJO la poderosa MANO de Dios, para que Él los exalte cuando fuere tiempo.
Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.






(Elena Sanfilippo Ceraso
         27/01/2017)



miércoles, 3 de mayo de 2017

¿POR QUÉ ME HACES VER INIQUIDAD? HABACUC.



Habacuc padeció por la tremenda injusticia de su época y le recriminó a Dios:
¿Por qué me haces ver INIQUIDAD?
¿Hasta cuándo clamaré y no oirás y daré voces a Ti a causa de la violencia y no salvarás?
Destrucción y violencia están delante de mí y pleito y contienda se levantan. Por lo cual, la ley es debilitada y el juicio no sale según la verdad, por eso el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.
¿Por qué ves a los menospreciadores y callas cuando destruye el impío al más justo que él?

Este lamento-queja, ¿no te recuerda a Job cuando hastiado y amargado le habló así a Dios?
¿No ves lo que está ocurriendo, o tal vez, tienes Tú ojos de carne?
¿Te parece bien que deseches la obra de tus manos y favorezcas los designios de los impíos?
El tema de la existencia del MAL, del sufrimiento y la injusticia que padece el justo, de la prosperidad del impío y de la victoria de los malos en el mundo, hacen que el creyente pierda la Fe, la Esperanza y el Amor de Dios presentes en su vida, deje de orar y clamar sin cesar por la Justicia Divina. Todo esto ocurre al comenzar a dudar de Dios y su Palabra. 
¿Para qué orar si Dios no actúa a favor de los justos?

¿Cuál fue el final de Habacuc?
Dice la Biblia que OYÓ la Palabra de Dios y TEMIÓ. ¡Volvió a creerle A Dios!
Habacuc narra que Dios le permitió VER por anticipado, cómo saldría para socorrer a su Pueblo, actuando a favor de los suyos con tremendo PODER. Dice por ejemplo: Caminaste en el mar con tus caballos.
En 3:12-19 dice, luego de haber creído y temido a la Palabra de Dios:
Si bien estaré quieto en el día de la angustia, cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas… y aunque falten, por la invasión, los alimentos, los animales, etc. yo me alegraré en Dios, me gozaré en el Dios de mi Salvación, porque Dios es mi fortaleza, quien hace sus pies como de ciervas y en sus alturas me hace andar.


Habacuc ya no le recrimina nada a Dios, porque descubrió que Dios está con él y NO en contra de él, en la terrible situación que padece. No está solo. Y no sólo eso, Dios le da los medios para que ande en sus Caminos que están muy encima de los caminos terrenales. Dios le dio PIES de CIERVAS para que ANDE en Sus ALTURAS.

¡Oh, cómo anhelo que Dios me dé pies de ciervas para andar en las alturas!
¿Qué debo hacer?, te preguntas, tal vez.
Cuando el enemigo intente invadir con sus tropas, trayendo sobre nosotros todo tipo de males: enojo, amargura, depresión, aflicción hasta la muerte, porque vemos que Dios no actúa YA, AHORA, ante la creciente maldad, la injusticia, el asedio de los malos a su Pueblo o a nuestra vida, debemos fijar nuestros ojos en Dios, no bajarlos por nada, creer a su Palabra, porque sólo Jesús es nuestra Salvación y nuestra Fortaleza. Los tiempos de Dios no son nuestros tiempos.
Él en cambio, nos ofrece PIES de CIERVAS para andar en Sus alturas, hasta que llegue el tiempo en que actúe.


El salmista canta en el SALMO 73, su experiencia personal en relación con la maldad, la injusticia, la opresión, el asedio, que sufren los justos y la prosperidad de los impíos.
Al escucharlo, nos hace vivir en carne propia, el padecimiento de Job, Habacuc, Jonás, Elías, y muchos más y arroja LUZ a nuestro padecimiento, si es que estamos viviendo una situación similar a estas personas.
El salmista dice que casi se deslizaron sus pies, casi resbaló, cuando al mirar la realidad, bajó los ojos, quitándolos de Dios. Y al hacerlo, tuvo ENVIDIA de los arrogantes y de la prosperidad de los impíos. ¡Qué hombre sincero! Al fijar sus ojos en ellos, se dio cuenta de que no tienen congojas por su muerte, son sanos, fuertes y vigorosos, no sufren esfuerzos en el trabajo ni reciben azotes, la SOBERBIA es su corona, se visten de VIOLENCIA, sus ojos están llenos de gordura, de CODICIA y logran satisfacer todos sus antojos. Hablan con maldad y altanería contra el Cielo. Nadie ni nada los estorba y alcanzan riquezas.
Así es como el salmista se arrepiente de ser fiel a Dios, porque dice que al contrario de lo que ocurre con los impíos, él recibe azotes todo el día y es castigado todas las mañanas. En vano es temer a Dios. ¿Para qué serle fiel?
El salmista llegó a enfermarse física, emocional y espiritualmente. Cuenta que se llenó de amargura su alma, tenía punzadas en el corazón y se compara con una bestia delante de Dios, ya no le era posible entender ni razonar. Estaba invadido por la envidia y la amargura. Su carne y su corazón desfallecen. Pensaba que Dios estaba en su contra, que lo castigaba y azotaba sin piedad y sin cesar.


Hasta que… un día entró en el Santuario de Dios y comprendió el fin de los impíos. Vio a Dios que lo tomó de la mano derecha, lo guió por Su Camino y después lo recibirá en Gloria.
¿Dónde quedaron la envidia y la amargura de este hombre?
Desaparecieron al elevar nuevamente sus ojos a Dios y entrando en su Santuario CONFESÓ:
Fuera de Ti nada deseo en la tierra. La Roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. El acercarme a Dios es mi BIEN.

Hermano/a:
Si las injusticias te alcanzaron, sufriste la pérdida de tu trabajo, aparecieron problemas familiares, enfermedades, muerte repentina de un ser querido, perdiste bienes materiales, posesiones, te desalojaron, te quitaron la vivienda, fuiste afectado por un secuestro o asesinato de alguien cercano, en fin, todo tipo de males que abundan en el mundo corren detrás de ti y además, te das cuenta que te hiere la prosperidad del impío…
Te ruego, querido Hermano/a, que no bajes la mirada de Dios y que no te quites los pies de ciervas que te dio para andar en sus alturas.
¡Continúa, continúa en las alturas!
Si abandonas las alturas, los dardos de fuego del maligno te alcanzarán y sus mentiras acerca de Dios, traerán a tu vida depresión, enojo, aflicción, amargura, etc. El propósito del diablo es tu destrucción. Pero Jesús dice en Juan 16:33:
En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, YO he vencido al mundo.
Dí como el salmista: El acercarme a Dios es MI BIEN.


(Elena Sanfilippo Ceraso

          25/01/2017)