viernes, 7 de abril de 2017

MIRÉ Y VÍ… (Primera Parte).



¿Teniendo ojos no véis…? Señor Jesús. (Marcos 8:18).

¿Qué ves cuando miras la figura anterior?
No te apresures a responder. Medita primero, con qué ojos estás mirando, si con los ojos de la carne o con los OJOS ESPIRITUALES, porque según los ojos con que miras, es lo que ves y es lo que crees.
SÓLO el Señor Jesús puede, con su Toque Misericordioso, abrir los ojos espirituales de quien se lo pide.

Leemos en la Biblia, en Mateo 20: 29-34, que dos ciegos estaban sentados junto al camino y cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron a Él pidiendo Misericordia. Jesús se detuvo, los llamó y les dijo:
-¿Qué quieren que les haga?
-Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos y enseguida recibieron la vista.  
¿Y cuál fue el final?
Ambos hombres, libres al fin de la doble esclavitud, de la ceguera física y de la ceguera espiritual, le SIGUIERON, se convirtieron en sus discípulos, porque ahora ¡VEÍAN con los ojos de la Fe!


¿Recuerdas a Esteban? (Hechos 7:55). 
Jesús había abierto sus ojos espirituales. Era un cristiano fiel al Señor, Diácono de la Iglesia Primitiva, de buen testimonio, lleno del Espíritu Santo, de Sabiduría, de Gracia y de Poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. Miembros de diferentes sinagogas se reunieron y se levantaron contra él, porque no podían resistir la Sabiduría y al Espíritu con que hablaba y lograron que lo arrestaran injustamente. Pero Esteban daba testimonio y lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el Cielo, VIO la Gloria de Dios y a Jesús y dijo:
He aquí VEO los Cielos abiertos y al Hijo del Hombre que está sentado a la Diestra de Dios…
Y mientras estos hombres furiosos lo apedreaban fuera de la ciudad, de rodillas, le pidió al Señor Jesús que reciba su espíritu y que perdone el pecado de quienes lo mataban.

Así es. Cuando el Señor Jesús, con su toque misericordioso, abre nuestros ojos espirituales y comenzamos a testificar con nuestras vidas y con la Palabra de Dios acerca de nuestro Salvador, muchas personas, aún familiares íntimos, se pondrán furiosas y buscarán nuestro mal.
“…agradó a Dios salvar a los creyentes por la LOCURA de la PREDICACIÓN… …nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos tropezadero y para los gentiles LOCURA, pero para los llamados, así judíos como gentiles, Cristo, Poder de Dios y Sabiduría de Dios” (1° Corintios 1:20-24).


El Apóstol Pedro envió cartas a cristianos judíos perseguidos, que lo habían perdido todo al huir de sus ciudades. En ellas escribió lo que VEÍA con sus ojos espirituales y exhortó a estos hermanos atribulados, a que continúen andando en la Fe en el Señor Jesús, mirando con sus ojos espirituales, con los ojos de la Fe, en medio de la terrible situación que padecían.
En 2° Corintios Pablo dice:
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de Gloria… No mirando nosotros las cosas que se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que NO SE VEN SON ETERNAS… Porque por Fe andamos y no por vista. (2° Corintios 4:17-18).


MEDITA:

¿ESTÁN ABIERTOS TUS OJOS?
El Señor Jesús quiere abrir tus ojos de la Fe, para que te conviertas de las tinieblas a la Luz y de la potestad de satanás a Dios, para que recibas por la Fe que es en su Nombre, Perdón de pecados y Herencia entre los santificados. (Hechos 26:18).

Si aún no le has pedido a Jesús que abra tus ojos espirituales, te invito a que lo hagas ahora mismo.
Si tus ojos espirituales aún están cerrados, la segunda parte de este Estudio te va a parecer una LOCURA.

CONTINUARÁ.






(Elena Sanfilippo Ceraso
           20/3/2017)

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