viernes, 23 de septiembre de 2016

Vamos, Corderito de Dios



ES NECESARIO QUE A TRAVÉS DE MUCHAS TRIBULACIONES ENTREMOS EN EL REINO DE DIOS. (Hechos 14:22).

Querido/a Hermano/a:

Ella ya está aquí. Es mundial. Significa la persecución para los Cristianos Fieles a Jesús, que no niegan su Nombre, aún, cuando ella los enfrenta de muchas maneras diferentes, pero todas horribles, para obligarlos a renunciar a su Fe en JESÚS. Discípulos que lo confiesan públicamente, que declaran que la SALVACIÓN es por GRACIA y no por obras, que lo recibieron como Salvador Personal y Señor de su vida, que predican que Jesús murió en la Cruz del Calvario y derramó su Sangre sólo por Amor y para dar a quien lo reciba, Salvación Gratuita en Su Nombre. Cristianos que confiesan que Jesús es el ÚNICO CAMINO al Padre.

¿Quién está aquí, me preguntas?
¡La TRIBULACIÓN! La tribulación ya comenzó y es MUNDIAL. Sólo que en algunas partes, aún permanece oculta, silenciosa, pasa inadvertida, pero, aunque no lo creas, ¡ya está actuando!
Pedro dice que debemos gozarnos si padecemos,(no sorprendernos), porque somos Participantes de los padecimientos de Cristo, para que cuando Él revele su Gloria, ¡nos gocemos con alegría! Nos aconseja que seamos sobrios y velemos, que resistamos al diablo, firmes en la Fe, sabiendo que los MISMOS padecimientos se van cumpliendo en TODOS los Hermanos en la Fe en TODO el mundo.
Hermano/a, quiero rogarte que dejes de ser un cristiano más. Que con el Poder del Espíritu Santo morando en tu vida, declares como Pablo:
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen Fe para preservación del alma. (Hebreos 10:39)


Si tuviste un Encuentro Personal con Jesús, pero no te has comprometido con Él, no eres ni frío ni caliente, sino que eres tibio, debes tomar una decisión AHORA MISMO, en cuanto a tu relación personal con Él. Dice el Señor:
Sé fiel hasta la muerte y te daré la Corona de la Vida.
Fidelidad exige compromiso, amor, comunión, entrega, renuncia…

Querido Hermano/a: detente, medita en tu relación con Dios antes que sea demasiado tarde. Decídete a comenzar a andar por el Camino de Santidad, siguiendo los pasos del Señor Jesús, quien te guíará hacia la Jerusalén Celestial, donde dentro de sus Muros, tiene preparado un lugar para ti. Pero no sólo eso, te dará un Nombre Perpetuo que nunca perecerá y habitarás en Moradas de Paz, en habitaciones seguras, en Recreos de Reposo. Y más aún, verás con tus propios ojos ¡al Rey Jesús en su Hermosura!
Si tú quieres llegar a la Jerusalén Celestial, el ÚNICO CAMINO es JESÚS. Sólo Él puede guiarte allí.
Deberás andar por este Camino, pisando sobre las huellas que Jesús dejó. Cada Pisada representa renuncia, negación a sí mismo, crucifixión del yo, tomar tu Cruz,…Muchas veces caerás, pero la Poderosa Mano del Señor, te levantará. Si has leído “Encuentro”, podrás ver que muchos escritos tuvieron su origen en mis reflexiones y meditaciones bíblicas: ¡Hasta aquí llegué!, Esta leve tribulación momentánea, Gigantes de cartón, Una vez más, ¿Y ahora qué?, Son algunos de los títulos que menciono como ejemplo.
Una vez que Jesús te LIBERTÓ del pecado y te hizo SIERVO/A de Dios, ¡debes fructificar. ¿Qué FRUTO debes dar? ¡El fruto de la SANTIFICACIÓN! ¿Para qué? Con qué fin? Con el FIN de la VIDA ETERNA, que es la DÁDIVA de Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Recuerda que Jesús SIEMPRE estará contigo, No te dejaré ni te desampararé, te promete.
El Espíritu Santo mora dentro de ti y su FRUTO es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. (Gálatas 5:22-23). ¿Y cómo hace el Espíritu Santo para otorgarte estos FRUTOS tan codiciables? A través de los padecimientos, tribulaciones…Pisar sobre las huellas del Señor Jesús te hará Fructificar, serás como un precioso árbol con dos FRUTOS: el Fruto de la SANTIFICACÓN y el Fruto del ESPÍRITU, (observa en el texto que es un solo fruto). Y el Espíritu Santo también, te repartirá DONES, te enseñará qué es lo que debes hacer mientras andes por este Camino y te capacitará para ello.
¡Nunca estarás solo! Los ojos del Padre están abiertos y sus oídos atentos para escuchar tu clamor, ¡las 24 horas!


A medida que transites por este Camino, viviendo en el Espíritu, leas la Palabra de Dios, la memorices, la practiques, serás transformado en un Discípulo del Señor Jesús, en su Hermano Menor, en su Pequeño, en un Niño en la Fe. Pero cuando llegues a tu Getsemaní y luego de atravesar por un tiempo de tremendo dolor y lucha interior, decidas someterte por completo a la Voluntad del Padre, diciendo: No se haga mi voluntad sino la tuya, y aceptes tomar la Copa que Dios tiene preparada para ti, ahí serás transformado a la misma Imagen de Jesús: un CORDERO. Así llegarás a la Santa Ciudad, como un Cordero Victorioso, que venció, por la Potencia de Dios en su vida, al diablo, a la carne y al mundo.

Hermano/a: FIJA TUS OJOS EN JESÚS y síguelo. Te llevará a la Santa Ciudad y llegarás con alegría, y Gozo perpetuo será sobre tu cabeza. Y tendrás Gozo y alegría y huirán la tristeza y el gemido.

MEDITA en Apocalipsis 21 y 22. ¡Cree en la Palabra de Dios! Memoriza y dibuja lo que lees. Realiza carteles y pégalos en tu habitación. Duérmete meditando en ellos.

Vamos, corderito de Dios. ¡No te desanimes! Queda poco ya y pronto nos veremos en la Jerusalén Celestial.
Por si se te ha cruzado la pésima idea de volverte atrás, lee un poquito más en Apocalipsis 22: 1-5:
Dice Juan: Después me mostró un río limpio de Agua de Vida, resplandeciente como cristal, que salía del Trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la Ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el Árbol de la Vida, que produce doce Frutos, dando cada mes su Fruto, y las hojas del Árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición y el Trono de Dios y del Cordero estará en ella y sus siervos le servirán y verán su rostro y su Nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos.


Hermanito/a: Si te has comprometido con Jesús y a partir de ahora lo seguirás, lo amarás por sobre todo, lo servirás y pondrás sólo tus ojos en Él, te invito a que repitas conmigo esta oración:

Padre Celestial: Gracias por amarme tanto y por tener reservadas tantas sorpresas para mí. Ayúdame. Quiero seguir sólo a Jesús y andar por el Camino de la Santidad hacia la Nueva Jerusalén. Tú ya tienes preparado mi equipaje para el Camino. De mi parte, sólo debo andar, viviendo en el Espíritu. Perdóname, es muy débil mi Fe. Ayúdame a orar en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu y velar en ello con toda perseverancia, por todos los santos. Aviva tu Fuego en mí, para que mi corazón palpite junto al corazón de mis Hermanos perseguidos, atribulados. Ayúdame, quiero compartir sólo con Hermanos Fieles a ti y que van rumbo a la Santa Ciudad. Ayúdame en mi Getsemaní, para que me someta a tu Voluntad y puedas transformarme en un CORDERO que enmudezca y no abra su boca, que pueda decir como Pablo: No ya yo, mas Cristo vive en mí.
Ayúdame, para que me ocupe en el Ministerio que me has otorgado como Embajador/a en Nombre de Jesús, encargándome la Palabra de la Reconciliación y rogando a cada persona que se Reconcilie contigo por medio de JESÚS. ¡Gracias porque has preparado Morada en las alturas para mí! ¡Ayúdame a llegar a ella! Quiero morar para siempre en la Ciudad Santa y ¡contemplar al Rey Jesús en su Hermosura!
¡Gracias porque soy parte de tu Pueblo: EL PUEBLO DE LA CRUZ!
Llena mi boca de alabanza, para que pueda transitar por este Camino como los primeros Cristianos.
En el Nombre de Jesús. Amén.






(Elena Sanfilippo Ceraso
       26/06/2016)

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