viernes, 27 de enero de 2017

¿LENGUA CELESTIAL O INFERNAL?



PON GUARDA A MI BOCA, OH JEHOVA,
GUARDA LA PUERTA DE MIS LABIOS.
NO DEJES QUE SE INCLINE MI CORAZÓN A HACER COSAS MALAS,
 A HACER OBRAS IMPÍAS CON LOS QUE HACEN INIQUIDAD
Y NO COMA YO DE SUS DELEITES. Salmo 141:3-4.

Todo creyente que ama y sirve fielmente a Nuestro Señor Jesucristo, no puede ser ajeno a lo que le acontece al salmista en los salmos 120 a 126, con respecto a su padecimiento por la lengua perversa de otras personas.
Nos dice Pedro 2:20, que el Señor Jesús, es nuestro MODELO a seguir:
Pues para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dándonos ejemplo, para que sigáis sus Pisadas, el cual no hizo pecado NI SE HALLÓ ENGAÑO en su BOCA, quien cuando le maldecían NO RESPONDÍA CON MALDICIÓN… sino ENCOMENDABA la causa al que juzga justamente.
Isaías 53 describe así a Jesús, con respecto a este tema:
DESPRECIADO, DESECHADO entre los hombres, ANGUSTIADO, AFLIGIDO, NO ABRIÓ SU BOCA, como cordero fue llevado al matadero… 
ENMUDECIÓ, NO ABRIÓ su BOCA, nunca hubo ENGAÑO en su BOCA…
El mismo Señor Jesús nos dice en Juan 16:33:
EN EL MUNDO TENDRÉIS AFLICCIÓN, PERO CONFIAD, YO HE VENCIDO AL MUNDO.

¿Quién no ha padecido alguna vez por ser víctima de la lengua perversa de otras personas? El Señor Jesús nos dejó su ejemplo:
 …no abrió su boca y encomendó la causa al que juzga justamente.

                                       Lectura del SALMO 120.

Angustia: Estado de intranquilidad, inquietud psíquica, que afecta también lo físico y lo espiritual.
Clamor: Gritar. Manifestar con vehemencia la necesidad de algo en forma repetida y continua.

Este salmista fiel a Dios, desde hace muchos años padece, diariamente, una dramática situación que desencadenó en una crisis de angustia, por lo que dirige a Dios su clamor y antes de continuar, por FE declara:
Y ÉL ME RESPONDIÓ.
Pablo, en Filipenses 4:6 dice:
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios, en toda oración y ruego con acción de gracias.
Al proclamar “Él me respondió”, está reafirmando su FE y depositando toda su confianza en un Dios que oye la oración y la responde, en un Dios que tiene sus ojos abiertos y su oído atento a lo que le está ocurriendo. Habla con la certeza de que Dios lo escucha y ya respondió a su clamor. Leemos en:
 Isaías 65:24. Antes que clamen responderé YO.
 Jeremías 33:3. Clama a Mí y YO te responderé.
 Salmo 34:17. Claman los justos y Jehová oye.



Al dirigir a Dios su clamor, le abre su corazón y le expone sinceramente su dramática situación. Le pide a Dios que lo libre del labio mentiroso, de la lengua fraudulenta, engañosa y la compara con agudas saetas de valiente con brasas de enebro. Éste es su real estado: la lengua de otras personas le ha provocado heridas mortales, heridas quemantes, como si cada una contuviera brasas encendidas.
El salmista le narra a Dios la situación que vive diariamente, de inseguridad, temor, angustia, por causa de que habita entre personas que aborrecen la Paz. Él se presenta como PACÍFICO, pero cuando abre la boca le hacen la guerra. Le dice que hace ya mucho tiempo que vive en esta comunidad perversa y para nada se ha entregado a ella. No ha adoptado para sí sus dioses, ni su forma de vida, ni sus costumbres, nada. Pero claro, al permanecer ajeno, luego de muchos años de vivir en medio de esas tiendas, llegó a un punto en que no puede más. Sus lenguas lo han herido. Cada herida que se originó en una mentira, un fraude, un engaño, arde, quema como fuego. Anhela vivir en Paz. Ama la Paz. Pero sus vecinos aman y disfrutan al vivir en guerra. Mentir, engañar, defraudar, son parte de su forma de vida.

Engaño: Hacer creer algo que no es verdad.
Fraude: Eludir leyes para perjudicar a otro, burlando sus derechos.
Mentira: Decir algo que no es verdad, con la intención de engañar.

Se podría decir: “Dime a qué Dios amas y sirves y te diré cómo vives”.
De acuerdo a la Biblia, el salmista es un hombre fiel a Dios, por lo tanto recibe SABIDURÍA DE LO ALTO.
 Veamos 1° Pedro 3:10, exhortando a los Hermanos en la Fe:
Porque el que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño. Apártese del mal y haga el bien. Busque la Paz y sígala.
Santiago, también habla de la lengua y exhorta a los Hermanos en la Fe. Dice que es un miembro pequeño, pero capaz de encender un gran bosque. La describe como un fuego, un mundo de maldad, que contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la Creación y que es ¡inflamada por el infierno! Se refiere a ella, como un MAL que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
 Y pregunta Santiago a los Hermanos:
¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
 Sí, el salmista es un hombre sabio. Su Sabiduría proviene de lo alto, de Dios mismo. Su Fruto es la PAZ y HACE la PAZ. 
Pero si tienen celos amargos y mienten contra la Verdad, siendo contenciosos en sus corazones, tienen una sabiduría terrenal, diabólica, animal y sus obras son perversas.
Por lo que al elevar su clamor a Dios, este hombre identifica claramente cuál es el origen de su problema: está en peligro, a merced de la lengua engañosa, fraudulenta, mentirosa. Y por este tema, la lengua de sus vecinos perversos, clama a Dios y pide que lo libere del poder de la lengua de esas personas, el efecto de su accionar lo ha herido completamente y conducido a la angustia.
 El salmista se define como PACÍFICO, y cuenta que cuando abre la boca, le hacen la guerra. Es decir, que estas personas rechazan escuchar palabras provenientes de la Sabiduría de Dios, palabras de Salvación, de Bien, de Amor, de Paz, de Respeto, de Solidaridad, etc.



Santiago 3:9-12, exhorta a sus Hermanos en la Fe:
¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Ninguna fuente puede dar agua dulce y salada. De una misma boca proceden Bendición y maldición. Hermanos, esto no debe ser así. Con ella Bendecimos a Dios y con ella maldecimos a los que están hechos a la semejanza de Dios.
Cerca de ti está la Palabra, en tu boca y en tu corazón. Romanos 10:8.
De la abundancia del corazón habla la lengua. Lucas 6:45.
Si Jesús mora en tu corazón, debe ser el Rey de tu lengua.

PADRE AMADO:
Te ruego que en el Nombre de Jesús, llenes mi corazón de tu Palabra, de tu Presencia. Te pido PERDÓN por el mal uso que hago de la lengua y te ruego que seas el Señor de ella, que la refrenes, estoy imposibilitado de domarla por mí mismo. Santifícala, para que pueda alabarte y bendecirte con una lengua pura, limpia, que sea una fuente de donde sólo salgan palabras de Bendición, de Paz, de Amor por el Señor Jesús. Renuncio a las malas palabras, maldiciones, engaños, fraudes, mentiras. Que no arroje a través de ella,  dardos envenenados, que hieran al prójimo y que a imitación de mi Señor Jesús, no responda con maldiciones al que me hace mal.
RENUNCIO al uso de la lengua perversa HEREDADA. Soy NUEVA CRIATURA, Tú ya me has dado NUEVA LENGUA para que sea un instrumento, en tus Manos, de Bendición y para que la utilice para Predicar el Evangelio del Señor Jesucristo. Pon guarda a mi boca, oh Jehová, GUARDA la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a hacer cosa mala, a hacer las obras impías, con los que hacen iniquidad y no coma yo de sus deleites.
 Cumple tu Promesa en mí, de que tu PAZ GUARDARÁ mi corazón y mis pensamientos en Cristo Jesús, mi Señor, y por lo tanto, sólo saldrán de mi boca tus Palabras, Palabras de Bendición. (Filipenses 4:6)    
Te ruego, como el salmista, que me LIBRES de la lengua perversa, inflamada por el infierno y gobernada por el diablo, de otras personas. Guárdame, líbrame de ese veneno mortal, de ese mal tan grande. Sana mis heridas físicas, emocionales, espirituales, que me puedan haber ocasionado con ella.
¡Gracias, Padre Amado! Sé que me has escuchado. En el Nombre del Jesús. Amén.







(Elena Sanfilippo Ceraso
         20/08/2016)

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