viernes, 23 de enero de 2015

¿Dónde está Dios?


Es muy común escuchar esta, u otras frases semejantes, en situaciones límites: ¿Porqué Dios no interviene?, ¿Porqué permite esto? o, Es el tiempo del silencio de Dios, etc. 
Nos olvidamos que la injusticia, las guerras, la miseria . . . . son producto de la codicia del ser humano y que tiene su historia. Comenzó con Adán y Eva en el Huerto del Edén, cuando hicieron mal uso del libre albedrío que Dios les había concedido. Hoy Dios continúa queriendo evitar la destrucción, el dolor . . . . pero el diablo sigue tentando al ser humano como lo hizo al principio y éste vuelve a caer. Es por eso que en la Biblia leemos: "No deis lugar al diablo", "Estad firmes contra sus acechanzas", "Resistidle y huirá", "El diablo es el príncipe de este mundo" . . . .
Ante este panorama Dios siempre ha intentado comunicarse con el ser humano, enviandole mensajeros, luego al Señor Jesús y dejandole su Palabra, la Biblia.


La Tregua de Navidad 

La primera y la segunda guerra mundial se caracterizaron por la insensatez, la ferocidad y la brutalidad, nunca antes existieron guerras semejantes. Previo a desencadenarse completamente la Primera Guerra Mundial, el Señor Jesús se hizo presente durante la Nochebuena en el frente donde combatían alemanes e ingleses. Quería darles su Paz, no como el mundo la da.
Durante la tregua de esa Nochebuena, los soldados de ambos bandos alcanzaron una victoria extraordinaria que no se volvería a ver. Al comenzar a entonar canciones navideñas, salieron de sus trincheras, se abrazaron e intercambiaron presentes, jugaron al fútbol, etc. Cuenta la historia, que este milagro se extendió en varios frentes más. A consecuencia de esto, los soldados se negaron a continuar con el combate. No iban a ser más instrumentos útiles para destruir y matar. El mismo Señor Jesús había derramado su Perfecto Amor en cada corazón.
Pero los gobernantes llenos de codicia, tentados por el príncipe de este mundo, al enterarse que la guerra no continuaba por la decisión de los soldados, enviaron a reemplazarlos y a castigarlos por la desobediencia. El hombre nuevamente le dijo No a la invitación del Señor Jesús de recibir su Paz y de vivir en esa Paz.
Lamentablemente este hecho fue poco difundido. Y mucha gente que sobrevivió a las guerras dejó de creer en Dios, enojada, desilusionada y culpándolo por no impedir tanto horror experimentado, desconociendo que son las malas decisiones del hombre las que sumergen al mundo en el dolor.


Meditación

Video EL MEJOR ANUNCIO DE NAVIDAD DE LA HISTORIA: Tregua de Navidad de 1914




Invitación

Reflexiona cuántas veces en el transcurso de tu vida, el Señor Jesús se acercó a ti intentando guiarte y darte su Paz, pero tú no le abriste la puerta de tu corazón.


Decisión personal

El Señor Jesús está aún ahí, llamándote por tu nombre. Invítalo a que Él sea el Rey que gobierne tu vida, bajo la Ley del Amor.


Elena Sanfilippo Ceraso
   19 de enero de 2015

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