lunes, 26 de enero de 2015

Juana Manso - Bs. As. 1819/1875 (por Silvia Magnavacca)


Juana Paula Manso ha sido para la Argentina un extraordinario ejemplo de cómo la educación es el arma más potente para la defensa de la libertad. Los años de su formación son esos años difíciles en los cuales en la Argentina, se define la organización política nacional: el país está dividido entre los "federales", que defendían la autonomía de las provincias y la cultura popular; y los "unitarios", progresistas, inspirados por las ideas del "iluminismo" y filoeuropeos, que auspiciaban un fuerte gobierno central. De niña, Juana Manso pudo conocer una de las primeras escuelas gratuitas y públicas argentinas queridas por el presidente "unitario" Bernardino Rivadavia, con el cual colaboró el padre de Juana, tenaz adversario de Juan Manuel de Rosas, en cuyas manos se hallaba concentrado un gran poder. La persecución de Rosas obliga a los Manso al exilio en Montevideo, donde la joven Juana conoce y frecuenta a los intelectuales más brillantes - también ellos exiliados - de la así llamada "Generación del 37", que habían fundado la Asociación de la Joven Generación Argentina, inspirada en la "Joven Italia" de Mazzini. Bajo su influencia, en 1841, con sólo 22 años, Juana crea un "Ateneo Femenino" para la instrucción de las jóvenes argentinas en el exilio. Un año después, sin embargo, la amenaza persecutoria de Rosas llega también a Montevideo, y los Manso deben emigrar a Brasil. En Río de Janeiro, Juana contrae matrimonio con un violinista portugués, Francisco de Saá Noronha, y juntos parten para los Estados Unidos. En tanto, la actividad artística del marido no tiene mucho suceso, la nueva orientación de la educación norteamericana apasiona a Juana: los criterios pedagógicos, los movimientos feministas y antiesclavistas inciden sobre sus intereses intelectuales, sociales y politicos. Nace su primogénita, Eulalia, y los problemas económicos empujan a Juana y a Francisco a establecerse en La Habana, donde obtienen suceso artístico y estabilidad económica. Pocos años después del nacimiento de la segunda  hija, Herminia, los cónyuges vuelven a Brasil, donde Juana publica el "Jornal das Senhoras", que tiene como objetivo concientizar a las mujeres de su derecho a la educación y a la emancipación. El bienio 1852-53 es decisivo para Juana. Abandonada por el marido, después de la caída del gobierno de Rosas, vuelve a Buenos Aires, donde su trabajo intelectual y político adquiere un nuevo salto. Colabora con "la ilustración literaria" y publica la primera novela histórica argentina: "La Familia del Comendador". Funda en su ciudad "Album de Señoritas", en la misma linea del "Jornal das Senhoras", sobre cuyas páginas sostiene también la libertad de culto religioso. La hostilidad social, la obliga a residir un tiempo en Río de Janeiro, donde continúa enseñando y luchando por los derechos de las mujeres.
1859: Es otro año clave en la vida de Juana, porque signa no solamente su reingreso definitivo en Buenos Aires, sino también el encuentro con Sarmiento, "el padre de la educación pública argentina", que se inspira en las ideas de Horace y Mary Mann. Juana condivide plenamente la divisa "Educar al (pueblo) soberano" de Sarmiento,  quien le confía la dirección de la primera Escuela Primaria Común para niños y niñas. Desarrolla su actividad pedagógica inspirada en algunos principios esenciales: La formación integral desde la primera infancia, la abolición de los castigos físicos y del estudio mnemónico; el estímulo de la observación y el desarrollo de las capacidades críticas. Difunde estas ideas, junto a las últimas técnicas pedagógicas desde la Dirección de los "Anales de la Educación Común" y, en 1871 llega a ser la primera mujer miembro de la Comisión Nacional de Escuelas, motivo de escándalo para los conservadores, que se encarnizan contra Juana también a causa de su conversión a la Iglesia Anglicana.
Decisiva la colaboración con Sarmiento - convertido en Presidente de la República - en la creación de las Escuelas Normales; base de un nuevo método de educación que alcanza todo ángulo del país. "La escuela es democracia. Los maestros son los únicos que pueden signar el fin de la barbarie, de los demagogos y de los holgazanes. Debemos transformar toda la República en una escuela, porque un pueblo ignorante elige siempre al tirano. Se necesita educar al pueblo soberano."
Juana Paula Manso, maestra, escritora, pedagoga, periodista, que había luchado largamente contra toda forma de sumisión y de ignorancia, muere el 24 de abril de 1875, con sólo 55 años de edad. Fue sepultada en Buenos Aires, en el Cementerio de los Disidentes.

(Traducción del italiano 
de Pablo Claudio Salvato)

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