sábado, 25 de abril de 2015

Después de esta fidelidad. . . vino el enemigo.

Lectura: 2º Crónicas 31:20-21; 32:1-23 

Cuando Ezequías comenzó a reinar, inmediatamente restableció el culto del Templo, celebró la Pascua, reorganizó el servicio de sacerdotes y levitas. Ezequías ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios. En todo cuanto emprendió en el servicio de la Casa de Dios. . . buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón y fue prosperado.
Quitó los lugares altos y derribó las imágenes. ¿Te acuerdas de la serpiente de bronce llamada Nejustán? (Números 21:7-9). El pueblo de Israel confesó su pecado ante Moisés de haber hablado mal contra Jehová y él, y le pidió que ruegue a Dios para que quite las serpientes ardientes que les había enviado como castigo. Estas los mordían y muchos morían. (No están seguros cuál habría sido la serpiente ardiente - quizas la vibora echis coleratus, "vibora carpeta".
a. Se encuentra en grandes cantidades en varias partes de Africa y Asia - En India se mataban 200,000 en un año.
b. Según la enciclopedia ilustrada de la Biblia de Zondervan El veneno de la serpiente es más potente por su peso, que el veneno de cualquier otra vibora.
c. También es una vibora muy nerviosa y agresiva). 
Moisés oró por el pueblo y Jehová le mandó que haga una serpiente ardiente de bronce y la ponga sobre una asta, cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, viviría. Y así fue.



Bueno, pasó el tiempo, mucho tiempo y esa serpiente de bronce se había convertido en objeto de adoración. ¿Cuál fue la reacción de Ezequías? ¡La hizo pedazos! (¿Por qué?). Por el 2º mandamiento que Dios les dejó: "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios. . ." (Ex.20: 4-5).
Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib, rey de los asirios. Invadió Judá y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas. "Intención" es el propósito de hacer algo o conseguir un objetivo.


Preparación frente al enemigo

Viendo pues Ezequías, la venida de Senaquerib y conociendo su intención, con ánimo resuelto llevó esta situación ante el Dios de Israel y confió en Él. Proclamó públicamente la Palabra de Dios. Confesó victoria. Agradeció por anticipado la liberación. Declaró públicamente su fe en Dios y habló con su Palabra. Luego procedió a tomar consejo de sus príncipes y hombres valientes, para tomar urgentes medidas y así evitar el avance del enemigo. Cegó las fuentes de aguas que estaban fuera de la ciudad. Edifico muros. Alzó torres. Fabricó espadas y escudos. Puso capitanes de guerra sobre el pueblo.
Habló al corazón del pueblo: "Esforzaos y animaos, no temáis ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que viene con él, porque hay más con nosotros que con él. Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios, para ayudarnos y pelear nuestras batallas".
Y el pueblo tuvo confianza.



Estrategias de guerra

En este caso el enemigo decidió sitiar a Ezequías, hasta lograr su completa rendición, confiando en su poder y en sus dioses.
Amenazó con arrojarle dardos de fuego, esto es: hambre, sed, saqueo, muerte, esclavitud, etc. Envió mensajeros para: declarar victoria sobre ellos en el nombre de sus dioses, ya que eran idólatras. Infundió miedo, pánico, verguenza, duda. Escribió y envió cartas blasfemando, maldiciendo a Jehová el Dios de Israel. Utilizó el mismo lenguaje en hebreo, apelando a los sentidos y pensamientos del otro, haciendo alarde de su poder. Buscó obtener la rendición incondicional. Desacreditó a Ezequías delante del pueblo. Contó victorias anteriores, grandes hazañas, etc., para demostrar su gran poder. Narró cuán grandes eran sus dioses y sus obras con otros pueblos (conquistas).


Ezequías se vistió con la armadura de Dios (Ef. 6:10-18)


Ante una situación tan dramática y viendo atacado a su pueblo, Ezequías no confió en su poder sino en Jehová de los Ejércitos. El rey Ezequías y el profeta Isaías oraron y clamaron a Dios. Proclamaron su Palabra. Por ejemplo en Zacarías 2:5 "Yo seré para mi pueblo muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de él.", en Jeremías 20:11 "Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante."


Jehová libera a Ezequías


Y Jehová mandó un ángel que destruyó el campamento del rey Senaquerib, quien volvió avergonzado a Asiria. Al entrar en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos.
Jehová le dio liberación y reposo a Ezequías y a Jerusalén por todos lados.
Pero no sólo eso. Muchos trajeron ofrendas a Jehová y ricos presentes al rey. Fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto. Ezequías fue bendecido por su fidelidad y el nombre de Jehová fue enaltecido en todas las naciones.
"¡Den gloria a Jehová y anuncien sus loores en las costas!" (Isaías 42:12).

Meditación: 

Todos nacemos picados, mordidos por la muerte. El enemigo nos asedia con la intención de destruirnos. Pero, el que mira a Jesús levantado en la cruz del Calvario no muere, sino que tiene Vida Eterna.
Si estás en un estado deplorable, sitiado por serpientes ardientes buscando morderte, herido, sangrando hasta la muerte por dardos de fuego que el maligno te arroja, buscando tu destrucción, haz como el pueblo, que levantó sus ojos a Nejustán, imagen de Cristo y confesó sus pecados. En el instante en que la miraban, no morían aunque hubieran sido mordidos, sino que vivían.
Porque Jesús es el Dador de Vida.
Y si en tu desesperación, buscando una salida, una respuesta, corres ante imágenes o estatuas o lugares altos por un milagro. ¡No lo hagas! ¡Renuncia a ellas ahora!. Como Ezequías: ¡destrúyelas, hazlas pedazos! (aunque sean recuerdos muy queridos). 
El primer mandamiento de la Ley de Dios dice: "Yo soy Jehová tu Dios, no tendrás dioses ajenos delante de mí." Relee el segundo mandamiento. ¡Mira a Jesús crucificado!. Míralo a Él solamente, y tendrás Vida Eterna. Pues hay un solo mediador entre Dios y los hombres: ¡Jesucristo! (1ª Timoteo 2:5).
O, si después de esta fidelidad. . . vino el enemigo y estás atribulado, desfalleciente, tal vez sin darte cuenta, has bajado tus ojos. . . ¡Mira a Jesús crucificado!


Invitación:

Te invito a que creas en las promesas bíblicas: "Porque los que miraron a Él fueron alumbrados" (salmo 34:5).
"Mirad a mí y sed salvos todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios y no hay más" (Isaías 45:22).
Vístete con toda la armadura de Dios, para que puedas estar firme contra las asechanzas del enemigo (Ef. 6:10-20).


Decisión Personal:


¡Mira al Señor crucificado y resucitado!





(Elena Sanfilippo Ceraso
    martes 28/04/2015)

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