miércoles, 1 de marzo de 2017

INJERTADOS. 1° PARTE.



Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en MI NOMBRE, Él os enseñará todas las cosas y os RECORDARÁ todo lo que YO os he dicho.
Señor Jesús. Juan 14:26.

Lectura: Romanos 11:14-24.

INJERTADOS es la continuación de JESURÚN
En JESURÚN vimos cómo Dios sacó a su Pueblo, a su JESURÚN de Egipto, de la casa de servidumbre y lo rescató con Mano Fuerte de Faraón.
De igual modo, Dios hace con nosotros, cuando en el Nombre de Jesús nos arrepentimos de nuestros pecados, somos perdonados en Su Nombre y lo recibimos como Salvador Personal y Señor de nuestras vidas. ¡Le entregamos nuestra vida a Él! Nos apropiamos del Sacrificio en la Cruz del Calvario, donde Jesús se entregó a Sí mismo por Amor a nosotros. Al ejercer Fe en el Nombre de Jesús, Dios nos sacó de la casa de servidumbre y nos rescató del Faraón con Mano Fuerte ante el ESPANTO de los habitantes de Egipto, esto es el reino del diablo.
Espantar: Ahuyentar, echar de un lugar. Terror. Miedo.

Pero igual que con Israel, Dios nos guió y abrió el Mar ante nosotros para que lo crucemos.
¿Qué representa el cruce del mar para los cristianos?
Miqueas 7:19 dice que Dios echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Al cruzar dicho mar, somos SEPULTADOS juntamente con Él, (Jesús), para MUERTE por el BAUTISMO, a fin de que como Cristo RESUCITÓ de los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros ANDEMOS en NUEVA VIDA. Dejamos atrás nuestra antigua vida y forma de pensar. Ahora pertenecemos a Jesús, somos nuevas criaturas y ¡tenemos la MENTE de CRISTO! 2° Corintios 5:17dice:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí, todas son hechas NUEVAS.
Sí, Hermano/a, una vez que recibimos al Señor Jesús, Dios nos sacó de Egipto con milagros, señales y prodigios y nos abrió el mar ante nosotros para que podamos cruzarlo, ante el ESPANTO de Faraón y su ejército.


Pero luego, lo mismo que Israel, debemos cruzar el DESIERTO. Depende de nosotros CÓMO va a ser nuestro andar por el desierto y en CUÁNTO tiempo lo vamos a cruzar, es decir, si a causa del pecado nos vamos a quedar dando vueltas por años, para luego quedar postrados o si salimos rápidamente de él. Pero una cosa es segura, Dios está ahí con nosotros y quiere guiarnos hacia la “tierra de reposo” que está al final del desierto, para luego continuar viaje hacia la Jerusalén Celestial, porque somos EXTRANJEROS para el mundo, PEREGRINOS en el mundo, REFUGIADOS de Dios y PRISIONEROS de la Esperanza que es Jesús.

Titulé INJERTADOS al Pasaje de Romanos 11:14-24, que da fundamento al Estudio y está muy, muy relacionado con 1° Corintios 10:1-14 de JESURÚN.
Recuerda que Pablo dice que estas cosas le sucedieron a Israel como ejemplo y están escritas para AMONESTARNOS a nosotros para que no repitamos su historia al codiciar cosas malas, al ser idólatras, fornicarios, al tentar a Dios o al murmurar contra Dios.
Pablo nos RECUERDA DE DÓNDE VENIMOS.
Somos las ramas de un olivo silvestre y hechas participantes de la RAIZ y de la rica SAVIA del OLIVO.
Luego, continúa hablando con firmeza:
NO te JACTES contra las ramas naturales desgajadas, sabe que no sustentas tú a la RAIZ sino la RAIZ a ti.
NO te ENSOBERBEZCAS, sino TEME.
Pues las Ramas Naturales fueron DESGAJADAS, DICES, para ¡que YO fuera INJERTADO!
Bien, por su INCREDULIDAD fueron desgajadas…pero tú por la Fe estás en pie. Y aún ellas, si NO PERMANECEN en incredulidad, serán INJERTADAS, pues Poderoso es Dios para volverlas a INJERTAR.
Por lo que 1° Corintios 10:12 nos dice:
Pero el que piensa estar FIRME, mire que no caiga.
Filipenses 2:12 manda: OCUPAOS en vuestra Salvación con TEMOR y TEMBLOR.

¿Qué te parece? Cruzamos el mar por el Poder de Dios. Comenzamos a ANDAR por el desierto y… aparecen obstáculos aparentemente insalvables, tentaciones, dudas, temores, angustias, etc. y nos olvidamos que la Biblia afirma que DIOS ES FIEL y no permitirá que seamos tentados más de lo que podamos resistir, sino que Él nos dará la SALIDA, para que podamos soportar. Puede ser también, que nos rebelemos contra Dios, murmuremos y nos quejemos contra Él:
¿Por qué me sacaste de Egipto para traerme a sufrir y a morir a este lugar?
Sí, igual que el Pueblo de Israel, le tiramos la culpa a Dios, como si nos hubiera sacado a la fuerza de Egipto. Olvidamos que fuimos nosotros quienes clamamos a Dios por AUXILIO, para ser librados de la esclavitud en Egipto.
Y olvidamos sobre todo, que Pablo nos dice: No te jactes, no te ensoberbezcas, sino TEME. Apenas, apenas si eres una RAMA INJERTADA.
Tanto a Israel como al Pueblo del Nuevo Testamento, Dios los lleva por el mismo Camino y los PRUEBA de igual modo, aunque la Tierra Prometida para el primero es la Jerusalén terrenal y para nosotros es la Jerusalén Celestial.
Veamos ahora qué nos dice el Nuevo Testamento acerca de este tema, del ANDAR del cristiano, RAMA INJERTADA, hacia la Tierra de Reposo camino hacia la Ciudad Celestial.

CONTINUARÁ.







(Elena Sanfilippo Ceraso
        08/10/2016)

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