viernes, 16 de diciembre de 2016

EL REY QUE NACIÓ PARA SERVIR



LECTURA: FILIPENSES 2: 5 – 11.

Primera Nochebuena del año 1°: nacía un REY, nacía EL REY.
Nacía el Niño Jesús, Emanuel, Dios con nosotros.
Nacía el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, por quien tenemos el perdón de nuestros pecados ¡y la Vida Eterna!
Nacía el Buen Pastor que vino a buscar a las ovejas perdidas, a los pecadores y no a los justos. Vino a buscar al necio, al débil, al menospreciado, al que no es, para avergonzar al fuerte, al sabio, al que es…
Dios mismo se hizo hombre para venir a buscarme, a rescatarme de mi vana manera de vivir, para trasladarme del reino de las tinieblas a su Reino de Luz.
El siguiente Himno "Alza tus alabanzas a Cristo", que entona la Iglesia Cristiana Copta, dice así:
LLAMA DIOS A SUS HÉROES
LOS HÉROES QUE MARCHAN DELANTE DE SU CRUZ.


¿Hay algo que puedo hacer para agregar, añadir de mi parte, a este tremendo Milagro de Amor?

Sí, sólo UNA cosa y nada más: ADORARLE

Así como le adoraron los reyes magos, y para ello, debieron viajar desde muy, muy lejos. También los pastores, muy humildes ellos, CREYERON al anuncio de los ángeles y corrieron a ADORARLE sin demora.
Pero hay una diferencia, no tengo que viajar a ningún lugar para adorarle. Puedo hacerlo allí donde esté: en mi casa, en la calle, en el colectivo, en el hospital, etc. ¡No importa dónde esté, allí le ADORO!
Jesús dijo que la ADORACIÓN debe ser en ESPÍRITU y en VERDAD. El Espíritu Santo dentro de nosotros, es quien clama, gime, adora, de acuerdo con la Verdad, la Palabra de Dios.
Leí que alguien escribió:
ADORAR a Jesús es SERVIRLE con fervor y OBEDECERLE con placer.
ADORAMOS a Dios por medio de la ORACIÓN, pero también al OBEDECERLE y al SERVIRLE.
Toda nuestra vida debe ser un Canto de ADORACIÓN A DIOS.
Pero… pero… pero… ¡No puedo adorar al Señor si antes no ejercí FE en ÉL!
Juan 9:38, narra cómo el hombre ciego sanado por el Señor Jesús, al reencontrarse ambos, manifestó su Fe en Él con estas palabras:
CREO (en Ti), SEÑOR. Y le ADORÓ.
Los reyes magos, los pastores, primero creyeron en Jesús y luego le adoraron.


¿CREES en Jesús? ¿Le has recibido como tu Salvador Personal? ¿Has recibido el perdón de tus pecados en Su Nombre? ¿Has sido rociado con la sangre de Jesucristo?
Confiesa bien fuerte, conmigo: ¡CREO, Señor, en Ti y te ADORO!
GRACIAS, SEÑOR JESÚS, porque por medio de Ti, fui elegida según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu para OBEDECER y ser rociada con la Sangre de Jesucristo. (1° Pedro 1:2)
ORO con las palabras del salmista: (43:3-4)
… Oh, Dios, envía tu Luz y tu Verdad, éstas me guiarán.
Me conducirán a tu Santo Monte y a tus Moradas.
Entraré al Altar de Dios,
Al Dios de mi ALEGRÍA y de mi GOZO
Y te alabaré con arpa, oh, Dios, Dios mío.
Gracias Señor Jesús, porque eres el Autor de la Vida, el Dador de Vida. Gracias por ser el Pan de Vida y el Agua Viva con los que me alimentas. Gracias por perdonar mis pecados y darme gratuitamente, la VIDA ETERNA.
Gracias por NACER y entregar tu Vida por mí en la Cruz del Calvario.
¿Qué sería de mí si No hubieras nacido?
¡Gracias por tu Nacimiento, tu muerte Redentora y tu Resurrección!
Lléname, Dios mío, de tu Santo Espíritu, que mi Copa reboce, para que pueda ANDAR por el CAMINO que es Jesús, alumbrada por tu Palabra Santa, la Biblia y amando la Vida que es el Señor Jesús. Porque Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, SÓLO Él nos conduce a Ti.


Jesús es el Rey de la Creación. Todo lo que Dios creó es Bueno. (1° Timoteo 4:4)
Ayúdame a amar, respetar, valorar, cuidar la Vida, porque al hacerlo te estoy ADORANDO a Ti, Dios mío y Señor Mío.
Que tu Pueblo, el Pueblo de la Cruz, levante en alto la Bandera de la Vida en tu Nombre, Señor Jesús, ¡porque Tú eres la Vida!
Oye mi oración cooperando a favor de los que padecen por dar testimonio con sus vidas de Ti. Oye te ruego, el gemido de los que sufren persecución, de los que son saqueados o están en prisión, soledad, enfermos, angustiados, desconociendo el paradero de sus familiares cristianos,…
Te ruego, oh, Dios, que “tus Pequeños” no pierdan la Fe en Jesús, que no los inunde la duda, el temor, la desesperanza…
Te ruego por mis Hermanos por la Sangre de Cristo en todo el mundo, que son parte de tu amado Pueblo.
Que tu Bendición sea sobre tu Pueblo, el Pueblo de la Cruz.
Oye, te ruego, Dios mío, el gemido de toda tu Creación y de tus Hijos, los que tenemos las primicias del Espíritu Santo, nosotros tambíén gemimos, dentro de nosotros mismos… Porque el anhelo ardiente de la Creación es ¡la manifestación de los Hijos de Dios!



Escucha, oh, Dios, mi oración.
En esta Nochebuena RENUNCIO al mundo, a la carne y al diablo.
Quiero pertenecerte sólo a Ti. Renuévame. Santifícame. 
Transfórmame. Quiero ser cada día más semejante al Señor Jesús, para adorarte y glorificarte con mi vida que te pertenece sólo a Tí.
Que a partir de esta Nochebuena mi oración y accionar sean:
“No ya yo, mas Cristo vive en mi” (Pablo, el Apóstol).
Te ruego que envíes tus TIERNAS MISERICORDIAS sobre tu Pueblo, el Pueblo de la Cruz, que te ADORA, te SIRVE con fervor y te OBEDECE con placer. ¡Sea tu BENDICIÓN sobre tu Pueblo!
Gracias Dios mío, porque en la tierra se hace tu Voluntad. Aún cuando el diablo trata de impedirlo, porque él vino para robar, matar y destruir. El rey Herodes, con todo su poder, no pudo ejecutar el plan del diablo, de asesinar al Niño Jesús, porque desconocía que sobre él existe alguien más poderoso, TODOPODEROSO, que había determinado desde mucho, mucho antes que él naciera, el nacimiento de un Niño, de un REY, que vivió como SIERVO y regresará como JUEZ.
Ni el diablo, ni los líderes religiosos-políticos mundiales, que le sirven, pueden obstaculizar, detener, frustrar el Plan de Dios a favor de su Amada Creación, a favor de sus Hijos adoptados por medio de Jesús, a favor de su amado Pueblo, el Pueblo de la Cruz, que CONFIESA a los cuatro vientos el Nombre de su REY: JESUCRISTO.


Hermano/a: Medita en este preciosísimo pasaje.
Marta y María salían del sepulcro, con temor y gran gozo, para anunciar las Buenas Nuevas a los discípulos, luego de que el ángel les anunciara que Jesús ya no estaba ahí, ¡HABÍA RESUCITADO!
Pero he aquí que Jesús les salió al encuentro diciendo ¡Salve!
Y ellas, acercándose, ABRAZARON SUS PIES Y LE ADORARON. (Mateo 28).
En esta noche, recordemos el día en que Jesús salió a nuestro encuentro y avivemos el fuego que hay en nosotros.
Dame tu mano, acerquémonos a Jesús, abracemos sus pies y que reciba toda nuestra ADORACIÓN, mientras le confesamos:
Creo, Señor Jesús que ´Tú eres Dios, MI DIOS.
Hagamos propias las palabras de Isaías 61:10:
En gran manera me gozaré en Dios, mi alma se alegrará en mi Dios, porque me VISTIÓ con vestiduras de Salvación, me RODEÓ de MANTO DE JUSTICIA, como a novio me atavió y como a novia adornada con sus joyas.
¡Alabemos juntos a Dios!
Porque nos ungió con ÓLEO de ALEGRÍA. (Salmo 45:7).
¡Que tu BNDICIÓN sea sobre tu Pueblo, el Pueblo de la Cruz!



(Elena Sanfilippo Ceraso
      lunes 21-11-2016)

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