viernes, 13 de abril de 2018

AMADA DE DIOS: LLAMADA POR GRACIA. (4° Parte)


ANTES QUE TE FORMASE EN EL VIENTRE TE CONOCÍ. Sr. Jesús. 

Serie: Con Amor Eterno te he amado.

   Pablo, Apóstol de Jesucristo, escribe a las iglesias de Galacia, acerca de su Ministerio, que el Evangelio que anuncia, lo recibió por Revelación de Jesucristo. Te ruego que leas cuidadosamente sus palabras:
   “Pero cuando agradó a Dios, que me APARTÓ desde el VIENTRE de mi madre. Y me LLAMÓ POR SU GRACIA, REVELAR a Su Hijo en mí…
PARA que yo le predicase entre los gentiles.”
   AMADA DE DIOS:
   El Creador del Cielo y la Tierra, Dios mismo, te hizo con sus Manos, te APARTÓ desde el VIENTRE de tu madre y por su GRACIA te LLAMÓ, con un PROPÓSITO te dio VIDA y tiene una TAREA ESPECIAL para encomendarte..
   Su llamado es por GRACIA, no por nuestros méritos, obras o por la familia a la que pertenecemos.
   ¿Qué decisión fundamental para tu Vida vas a tomar HOY ante el Señor Jesús?

   Isaías 49: 1/5 proclama a los cuatro vientos:
   Oid costas y escuchad pueblos lejanos…
DIOS ME LLAMÓ DESDE EL VIENTRE, desde las entrañas de mi madre, tuvo mi nombre en memoria… El que me formó desde el vientre,
                      PARA SER SU SIERVO.

   Jeremías (1:5) escribe la Palabra que Dios le dio:
   ANTES que te formase en el vientre te CONOCÍ y antes que nacieses te SANTIFIQUÉ, te di por PROFETA a las naciones.
   El salmista alaba maravillado a Dios, (Salmo 139), por su Omnisciencia: Dios TODO lo sabe y por su Omnipresencia: Dios está en TODAS partes a la vez y no hay lugar donde no esté.
   David dice que Dios lo ha examinado y conocido y entendido sus pensamientos, ha escudriñado su andar y su reposo y conoce todos sus caminos.
   Se pregunta: ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu Presencia? En los Cielos, en el seol,,, en el mar, en las tinieblas,… no existe lugar donde Dios no esté.
   Y aún en esos lugares, dice David:
Aún allí me guiará tu Mano y me asirá tu diestra.



   David está seguro, confiado en Dios. ¿Por qué? Porque Dios es SU HACEDOR. Dice así:
   TÚ formaste mis entrañas, TÚ me hiciste en el vientre de mi madre… No fue encubierto de Ti mi cuerpo. Mi embrión vieron tus ojos. Despierto y aún estoy contigo.
   El salmista alaba a Dios. ¡Está maravillado porque formidables son sus obras! Le dice:
   ¡Cuán preciosos son, oh, Dios, tus pensamientos! El conocimiento de Ti es demasiado maravilloso para mí. Alto es, no lo puedo comprender.
DETRÁS Y DELANTE ME RODEASTE Y SOBRE MÍ PUSISTE TU MANO.
   ¡Qué bellas son sus palabras, reveladoras de la relación personal e íntima que mantiene con Su Creador!
   David finaliza su alabanza con el compromiso de serle FIEL y hacer su Voluntad. Le pide a Dios que examine su corazón y pruebe sus pensamientos y que lo guíe por el Camino Eterno.

   AMADA DE DIOS:
   Te invito a que alabes a Dios con el Salmo 139 de David. Pídele perdón a Dios por tus pecados y dile que quieres que tome tu mano y te guíe en el Camino Eterno. Entonces vas a maravillarte como David, al decir como él de Su Creador:
  
 Detrás y delante me rodeaste y sobre mí pusiste Tu Mano.
 Me guiará tu mano y me asirá tu diestra. 


Elena Sanfilippo Ceraso
    viernes 13/04/2018



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