domingo, 3 de junio de 2018

La INVOCACIÓN en la Biblia. 2° Parte.


SERIE: Invocando el NOMBRE de Dios. 
   Poco se conoce acerca de la INVOCACIÓN en el día de hoy entre los Cristianos, es más, muchos creen erróneamente, que la Invocación es una práctica de quienes invocan espíritus malignos, otros no lo hacen por TEMOR a ser descubiertos como Cristianos.
   Pero en la Biblia encontramos que los Cristianos eran reconocidos, identificados, perseguidos y martirizados, porque no dejaban de INVOCAR en alta voz, el Nombre del Señor Jesús, no ocultaban su FE en el NOMBRE de Jesús.
   Leemos en Romanos 10:
Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con TODOS los que le INVOCAN.
¿Cómo pues INVOCARÁN a Aquel en el cual NO han creído?
   Y hay una Promesa:
Porque TODO aquel que INVOCARE el NOMBRE del SEÑOR será SALVO.
   Pero también es cierto que hay una condición para INVOCAR el NOMBRE DE JESÚS. Leemos en 2° Timoteo 2:19:
APÁRTESE DE INIQUIDAD TODO AQUEL QUE INVOCA EL NOMBRE DE CRISTO. Esto es, quien INVOCA este NOMBRE SANTO, debe ser instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra. Debe seguir la Justicia, la Fe, el Amor y la Paz, CON los que de corazón LIMPIO INVOCAN al Señor. Dios nos llama a ser SANTOS para INVOCAR el Nombre del Señor Jesús.
   Pedro en su carta hace un llamado:
Si INVOCAN por Padre a Dios, como Hijos OBEDIENTES, sean SANTOS en TODA vuestra manera de vivir, así como Aquel que los llamó es SANTO, y condúzcanse EN TEMOR todo el tiempo de su PEREGRINACIÓN.
   El Salmo 14 habla del necio que dice en su corazón NO HAY DIOS.
    Personas necias, que por estar fundadas en esta creencia errónea, se corrompen, no practican el bien, hacen obras abominables, hacen iniquidad, porque no tienen discernimiento y DEVORAN al Pueblo de Dios como si comieran pan.
   Estos necios que proclaman “no hay Dios”, NO INVOCAN a Dios. Pero Dios mira desde los cielos sobre los hijos de los hombres para ver si hay algún ENTENDIDO que lo INVOCARA y lo buscara.

   ¿CUÁNDO comenzó la INVOCACIÓN?
   Según la Biblia, después de la caída de Adán y Eva. Porque antes de la caída, Dios los visitaba diariamente y dialogaban naturalmente.
   Narra Génesis que Eva dio a luz un hijo que llamó SET, esto es Sustitución, porque dijo ella: Dios me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, quien fue asesinado por su hermano Caín. A Set le nació un hijo que llamó ENÓS, nieto de Adán y Eva.
   En esta tercera generación, los hombres comenzaron a INVOCAR EL NOMBRE de Dios. Génesis 24:25/26.
   Pero, como ya dije, la INVOCACIÓN está presente en toda la Biblia.
   Dice Job (12:4), que INVOCA A DIOS y Él le responde. Pero, cuidado, luego añade: “Con todo, el Justo y Perfecto es escarnecido”.
   ¿Y qué decir del AMIGO de Dios, Abraham?
Génesis 12:8 dice que en el lugar donde plantó su tienda, (su casa móvil), edificó allí un Altar a Dios e INVOCÓ SU NOMBRE.

   ¿Tienes un lugar, allí donde vives, donde INVOCAS siempre el Nombre de Jesús, estudias su Palabra, alabas, adoras, agradeces, bendices su NOMBRE?
   ¿Le has consagrado el lugar donde moras y todo lo que en él hay y a todos los que moran, incluso los que entran y salen del mismo?
   Si aún no lo tienes, te invito a que prepares ahora mismo un lugar donde encontrarte en todo momento, con el Señor Jesús. Dios quiere morar donde tú moras. Si Él mora en tu corazón, ábrele la puerta del lugar donde vives, no importa si es una pequeña habitación.
   Padre Amado: Te consagro AHORA MISMO, toda mi vida y todo lo que hay en este lugar donde Tú has permitido que more. Que mi computadora, radio, televisión, sillas, mesa, mis estudios, libros, trabajo, dinero, amistades, (menciona todo), sean utilizados para tu Gloria. Me comprometo a que no ingresarán personas que blasfemen Tu Nombre y que Tú no tendrás que retirarte avergonzado de TU morada. Reina en mi vida y en este lugar.

   Isaac edificó un Altar e INVOCÓ el Nombre de Dios y plantó allí su tienda. (Génesis 26:25).
   Dios mismo, permanentemente, nos PIDE que lo invoquemos y promete responder:
Invócame en el día de la angustia,
 te libraré y tú me honrarás. Salmo 50:15.

(Continuará)







Elena Sanfilippo Ceraso
    lunes 04/06/2018

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