jueves, 7 de junio de 2018

LA INVOCACIÓN ES UNA DECISIÓN DE FE. 4° Parte


Serie: Invocando el NOMBRE de Dios.
   INVOCAR el NOMBRE de Dios es una decisión de Fe.
   Para INVOCAR el NOMBRE de Jesús debo ejercer Fe en ese NOMBRE Santo. INVOCO el NOMBRE de Jesús para recibir, ante todo, SALVACIÓN por Gracia. Otros motivos: para pedir su auxilio, para adorarle, alabarle, agradecerle, hacer memoria de su Palabra, de sus maravillas, de sus misericordias,… y para que el mundo tenga conocimiento del Señor Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores.
   En el Salmo 80, el salmista INVOCA a Dios como Pastor y le pide que SALVE y RESTAURE a su Pueblo, haciendo RESPLANDECER su Rostro sobre ellos, para que no se aparten de Él y para que les IMPARTA VIDA.
   En el Salmo 88, el salmista INVOCA a Dios para que lo libere de la muerte. Le describe su situación: se encuentra sin fuerzas, abandonado, solo, en tinieblas, encerrado, no puede salir, sus ojos enfermaron por su aflicción. INVOCA su Presencia porque siente que Dios lo abandonó y que su muerte está cercana.
   Otro motivo para INVOCAR a Dios: ARREPENTIMIENTO, luego de
DESOBEDECER a su Palabra y PECAR contra Él.
   Éste es el caso de Jonás, quien ORA a Dios e INVOCA su NOMBRE, angustiado, desde dentro del vientre del pez, por haber desobedecido y pecado contra Dios. .
   Una frase de Jonás, describe su tremendo, terrible, dramático padecimiento. Da escalofríos aún leer en voz baja sus pensamientos traducidos en palabras:
LA TIERRA ECHÓ SUS CERROJOS SOBRE MÍ PARA SIEMPRE.
   Vivo, estaba encerrado vivo en una tumba bajo tierra y con cerrojos PARA SIEMPRE. Imposible salir por él mismo de ese lugar. ¡No tenía ninguna salida!
   Entonces, solo y en la oscuridad hizo memoria de su pecado contra Dios. Y ahí mismo, desde esa tumba, INVOCÓ a Dios, gimió, clamó, gritó, se arrepintió. No sabemos durante cuánto tiempo estuvo invocando su NOMBRE, pero podemos oírlo decir de Dios:
Y ÉL ME OYÓ”.
   Nos produce gran gozo leer sus palabras:
MAS TÚ SACASTE MI VIDA DE LA SEPULTURA, OH, DIOS MÍO.
   Cuando mi alma desfallecía en mí, me ACORDÉ de Dios y mi oración llegó ante Ti.”
   Agradecido a Dios por la Salvación, Jonás se compromete a retribuirle con alabanzas.
   No creas que ésta es una experiencia personal de Jonás solamente. Dice la Biblia que todos nacemos muertos en nuestros delitos y pecados y que sólo INVOCANDO el NOMBRE del Señor Jesús recibiremos por GRACIA Salvación y VIDA Abundante, porque Jesús es el Dador de Vida. ¡Sólo Jesús puede sacarnos de la sepultura, de la oscuridad y de las tinieblas en que nacemos!
   Otro motivo para INVOCAR el Nombre de Dios, está en el Salmo 107. El salmista alaba a Dios porque es Bueno, su Misericordia es para siempre y porque los redimió del poder del enemigo.
   Dice que ANDABAN PERDIDOS por el desierto, inmersos en la soledad, sin camino, sin hallar ciudad donde morar, hambrientos y sedientos, desfallecientes…
   Entonces INVOCARON a Dios y Dios RESPONDIÓ y los LIBRÓ, los DIRIGIÓ por camino derecho y les DIO una ciudad donde habitar. Los SACÓ de las tinieblas y de la sombra de muerte y ROMPIÓ sus prisiones, QUEBRANTÓ las puertas de bronce y DESMENUZÓ los cerrojos de hierro. ENVIÓ su Palabra y los SANÓ.
   El salmista invita a ofrecer sacrificios de alabanza y a publicar sus obras con júbilo. Finaliza preguntando:
¿Quién es SABIO para GUARDAR estas cosas y ENTENDER las Misericordias de Dios?


   ¿Quieres ser sabio? Invoca el NOMBRE del Señor Jesús.      Ya no vas a andar perdido, porque Jesús es EL CAMINO. No vas a estar hambriento, sediento, ni desfalleciente, porque ÉL es AGUA VIVA y PAN DE VIDA y te sustentará y es el único que puede darte DESCANSO y fuerzas. Sólo Él puede rescatarte de las tinieblas y trasladarte a su Reino de Luz. Sólo Él puede romper tus prisiones y sanarte por medio de su Palabra. Y además, tiene una morada preparada para ti.
   David, en su cántico de liberación, a Dios dice, (2° Samuel 22):
INVOCARÉ a Dios quien es digno de ser alabado y SERÉ SALVO de mis enemigos. En mi angustia INVOQUÉ y CLAMÉ a Dios. Él OYÓ mi voz y mi clamor llegó a mis oídos.
   David alaba a Dios y declara:
Dios es MI Roca, MI Fortaleza, MI Libertador, MI Escudo, MI Alto Refugio, y el Fuerte de MI Salvación.
   David describe su situación que lo llevó a confiar a Dios y a INVOCAR su NOMBRE:
Me rodearon ondas de muerte, torrentes de perversidad me atemorizaron…
   David INVOCA a Dios porque DECIDIÓ:
EN ÉL CONFIARÉ.
   ¿Te das cuenta? Antes de INVOCAR el NOMBRE de Dios, la persona manifiesta CREER EN ÉL, reconoce quién es Dios en su vida, lo alaba y decide poner toda su confianza en Él e INVOCAR su Nombre para que lo libere, lo salve, lo perdone, le de Vida, etc. Decide confiar sólo en la Salvación que viene de Dios. No busca otra salida ni otros medios de salvación.
   ¡Sólo confiará en Dios e INVOCARÁ SU NOMBRE! Pero no sólo eso, CREE que Dios lo escucha y lo salvará! ¡No duda que será así!
   INVOCAR el NOMBRE de Dios es un tema de FE, una DECISIÓN DE FE en su NOMBRE.
   En 1° Crónicas 16, podemos leer el Salmo de David a Dios. David exhorta al Pueblo:
A que alabe a Dios e INVOQUE su NOMBRE, que dé a conocer a los pueblos sus obras, le cante Salmos, hable de sus maravillas, que se gloríe en su Santo Nombre, que se alegre el corazón de los que buscan a Dios y que busquen su Rostro sin cesar.
   David dice que toda la Creación se alegra y canta a Dios.      Invita al Pueblo a que haga MEMORIA de sus maravillas, prodigios y de su Palabra. Les recuerda: “Él es nuestro Dios”. Pide que lo aclamen porque es Bueno y para siempre es su Misericordia y que diga a las naciones: JEHOVÁ REINA, que confiese su Santo NOMBRE públicamente y todo el Pueblo dijo:
AMÉN, BENDITO SEA JEHOVÁ NUESTRO DIOS.
(Continuará) 







Elena Sanfilippo Ceraso
    viernes 08/06/2018

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