miércoles, 25 de julio de 2018

Las dos caras de una moneda: Fidelidad y apostasía. 4° Parte.


   ¿Y la Iglesia de Dios? ¿Qué dice la Palabra de Dios de quienes la componen?
   Hebreos 11:38 dice que el mundo no es digno de los creyentes en Jesús que CONFIESAN ser extranjeros y peregrinos sobre la Tierra y que van en busca de su Patria Celestial, cuyo Arquitecto es Dios.

   Pero veamos qué hay en la otra cara de la moneda.   Santiago reprende a las tribus en la dispersión:
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?   ¿No es de vuestras pasiones las cuales combaten en vuestros miembros?.....
¿No sabéis que la AMISTAD del mundo es ENEMISTAD contra Dios? 
   Cualquiera, pues, que quiera ser AMIGO del mundo, se constituye ENEMIGO de Dios.
   Pecadores, limpiad vuestras manos… purificad vuestros corazones.
   Pablo escribe a los Romanos acerca del PECADO, les dice que todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios, siendo JUSTIFICADOS GRATUITAMENTE POR SU GRACIA, mediante la Redención que es en Cristo Jesús.
   Como Discípulos del Señor Jesús, también en otro tiempo, fuimos enemigos de Dios y lo grandioso es que siendo aún pecadores, Jesús murió también por nosotros y nos reconcilió con Dios, siendo salvos por su vida. Así muestra Dios su Amor por nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros, nos justifica en su Sangre y por Él somos salvos de la IRA de Dios.
    La Iglesia de Dios está compuesta por Pecadores ARREPENTIDOS.
   El problema no es el mundo. 
   Jesús dijo: Mi Reino no es de este mundo.
   Cuando oró al Padre por sus Discípulos, le rogó que los guarde del mal, porque no son del mundo y porque el mundo los aborrece, no le pidió que los quite del mundo
   ¿Cómo debemos vivir en este mundo perverso, siendo parte de la Iglesia, cuando estamos en tiempo de apostasía?
   Jesús le rogó al Padre también por los que iban a creer en Él por medio de ellos, es decir, oró por ti, por mí y por los que van a venir después de nosotros, para que todos seamos UNO, “así como nosotros somos UNO”, le dijo.
   Los creyentes: -Debemos ANDAR en Vida Nueva, porque nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo.      -Somos libertados del pecado y hechos siervos de Dios.        -Nuestro FRUTO es la Santificación y nuestro FIN la Vida Eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. 
   -Recibimos el Espíritu de Adopción por el cual clamamos ¡ABBA, PADRE! y somos Hijos de Dios.
   –Somos un Cuerpo en Cristo con diferentes dones. 
   –No nos conformamos a este siglo, sino que renovamos nuestro entendimiento de acuerdo a la Escritura y por el Poder del Espíritu Santo, en lo personal, matrimonial, familiar, en la Iglesia.
   Pablo rogó a los creyentes en Roma que:
se amen sin fingimiento, aborrezcan lo malo, sirvan al Señor fervientes en Espíritu, gozosos en la Esperanza, siempre en oración y sufridos en la tribulación, supliendo las necesidades unos de otros, siendo hospitalarios, bendiciendo a los que los persiguen, no maldiciendo a nadie, ni debiendo a nadie, sometiéndose a las autoridades, que anden vestidos del Señor Jesús, desechando las obras de las tinieblas y vestidos de las armas de la Luz. Les dijo que el cumplimiento de la Ley es el AMOR y que debían CONFESAR al Señor al mundo, INVOCAR y CANTAR a su Nombre, practicar ANÁMNESIS siempre y sea que vivan o que mueran ¡son del Señor!
   Así, sólo así, el DIABLO huirá de delante de la Iglesia y ni el MUNDO ni la CARNE tendrán cabida en ella.











Elena Sanfilippo Ceraso
16 de julio del 2018.










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