sábado, 28 de julio de 2018

SERIE: ÁRBOLES QUE ANDAN

                         SERIE: ÁRBOLES QUE ANDAN


   “VEO LOS HOMBRES COMO ÁRBOLES, PERO LOS VEO QUE ANDAN”. Marcos 8:22.

¿Cómo vas a transitar este año 2018?:
¿Como un árbol andante perdido entre los árboles? O ¿Como un Árbol de Vida?

                  DADORES ALEGRES (1° Parte)
   Muchas son las acciones que se llevan a cabo a nivel mundial con el fin de preservar la vida de los árboles de las ofensivas humanas, generalmente fundadas en la codicia.
   Salimos a la calle y nos vemos rodeados por árboles. En los jardines o fondos de muchas casas, también los hay, para alegría de otros seres vivos que encuentran en ellos reposo, recreación, abrigo, amparo, un hogar, etc.
   Los árboles son seres vivos, silenciosos, generosos, dadores alegres, que nunca demandan nada. Reciben a todos por igual, sin hacer distinción de ninguna clase.
   Decir ÁRBOL equivale a decir VIDA.
   El árbol produce oxígeno y absorbe durante la fotosíntesis, el dióxido de carbono. 
   Piensa:
   ¿Qué lugar le das al árbol en tu vida?
   ¿Qué sabes de él?
   ¿Te preocupa sinceramente que está siendo objeto de una tremenda explotación y que su tala indiscriminada trae terribles consecuencias para los habitantes de la Tierra?
   Tu vida, mi vida, la vida del planeta, depende de los árboles. Dios lo planeó así. El árbol forma parte de su Creación. Pero depende de nosotros que puedan seguir cumpliendo con su función: ser Dadores de vida.
   “Y vio Dios todo lo que había hecho y era bueno en gran manera”. Génesis 2:31.
   Todo lo que hagamos para beneficio o perjuicio de la Creación, redundará en beneficio o perjuicio nuestro. Si amamos, respetamos y cuidamos a la Creación, nos estamos amando, respetando y cuidando a nosotros mismos. No olvidemos que somos Creaturas especiales de Dios y parte de Su Creación.
   Los árboles trabajan incansablemente:
Combaten el cambio climático, limpian el aire, proporcionan oxígeno, refrescan las ciudades, conservan energías, ahorran agua, ayudan a prevenir la contaminación del agua y la erosión del terreno, protegen de los rayos ultravioletas, proporcionan alimento, sanan, reducen la violencia, marcan las estaciones del año, generan oportunidades económicas, son maestros y compañeros de juegos, reúnen grupos diversos de personas, aumentan la unidad, proporcionan su copa y un hábitat para la vida silvestre, proporcionan madera, aumentan el valor de la propiedad, aumentan el movimiento comercial, etc.
   El salmista en la Biblia exhorta a la Creación para que alabe a Dios, desde los Cielos y desde la Tierra. (Salmo 148).
   Cuando pide “Alabad a Dios desde la Tierra”, menciona entre otros los montes y todos los collados, el árbol de frutos y todos los árboles, cedros...
   En el Salmo 150 hace una Invitación:
   “Todo lo que respira alabe a Dios”.
   Alaba a Dios, alaba a TU CREADOR.
   No olvides dar gracias a Dios por los árboles, que trabajan sin descanso y en silencio para producir el oxígeno necesario para la vida.
   ¿Sabías que están realizando estudios acerca de la Comunicación de los árboles, bajo el título “Los árboles nos hablan”? Por investigaciones realizadas han llegado a la conclusión que tanto arriba como bajo tierra no viven como “individuos aislados”, sino que su existencia está en interrelación e interdependencia con otros seres vivos en el ecosistema.
   Ahora, cuando pases al lado de un árbol, detente y míralo con otros ojos.
   ¡Cuánto le debemos! ¡Qué diferente sería nuestra vida personal y en la tierra toda, si tomáramos ejemplo de estos “dadores alegres”!

Canciones: 






Elena Sanfilippo Ceraso
    Febrero del 2018

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