sábado, 3 de octubre de 2015

El Hermano Mayor


En FE DE NIÑOS vimos cómo Jesùs oraba al Padre y lo alababa porque le agradó revelar “estas cosas” a los NIÑOS. (Mateo 11:25).
En otro momento, Jesús le dice a sus discípulos: “...que si no se vuelven y se hacen como “niños” no entraràn en el Reino de los Cielos. (Mateo 18:3). Y que si no “reciben” el Reino como un “niño” no entrarán el Él. (Marcos 10:15).
No puedes ser discípulo del Señor Jesús si no eres niño en la malicia. (1º Cor. 14:20).
Estaba Jesús reunido con sus discípulos dándoles “Autoridad” sobre los espíritus inmundos para que los echasen fuera y para sanar toda enfermedad y toda dolencia, junto con “Instrucciones” para el camino, (Mateo 10:1-15): a qué lugares no debían ir, personas a quienes dar prioridad, el mensaje especìfico a transmitir, acciones a desarrollar, lo que no debìan llevar, dónde debían parar, qué actitud tomar si los rechazaban y qué virtudes debían ejercitar: justicia, ingenuidad, precaución. Por favor, te pido que leas el pasaje citado, porque describe cuál debe ser la forma de vida de un discípulo de Jesús, también hoy. En los V. 14-15 les manda que si alguno no los recibe u oye sus palabras, salgan de esa casa o ciudad y sacudan el polvo de sus pies. Y agregó algo tremendo: “El día del Juicio será más tolerable el castigo para Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad."
Ahí está Jesús, el Hermano Mayor, cuidando de sus “Hermanos pequeños o niños”. “Y cualquiera que le dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto les digo que no perderá su recompensa”. (Mateo 10:40-42).
Continuó Jesús hablando de las persecuciones venideras, diciéndoles que los enviaba como a ovejas en medio de lobos, por lo que les pedía que sean “prudentes” como serpientes y “sencillos” como palomas. Cuando pienso que soy una oveja del Señor en medio de lobos... Sí, es verdad, debo aprender a ser “prudente”. Pero no es tan fácil serlo si no le creo del todo a Jesús que estoy rodeada de lobos. ¡No es para tanto!, me dicen, ¿qué tenés, delirio de persecución? ¡No! Me lo dice Jesús: soy una oveja rodeada por lobos.


Pero volvamos al texto, ¿què más les previno Jesús?
“Guárdense de los hombres porque los entregarán a los concilios y los azotarán en sinagogas, y darán testimonio ante reyes y gobernadores por Causa de Mí. Pero les pidió que no se preocupen porque el Espíritu Santo les dirá qué decir.
Pero, la peor parte, y de ahí creo tanta reomendación del Señor Jesús, es el papel de la familia. Estando Él en la Cruz encomendó a su madre a su discípulo Juan, en una nueva relación “madre-hijo”, pues sus hermanos carnales no creían en Jesús y María tenía problemas con ellos por “seguir” a Jesús. Muchos años atrás, había cantado así al estar embarazada de Jesús:
“Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegró en Dios mi Salvador...”


No es fácil seguir a Jesús. Les dijo a sus discípulos que no piensen que Él vino a traer PAZ a la tierra, ¡no!, Él vino a traer espada y división. Y escuchá bien Hermano/a: la disensión comenzó por su casa, en su familia y por Él. ¿Qué? ¿Cómo, Jesús no recibiría el Premio Nobel de la Paz?
No, no recibiría el Premio Nobel de la Paz. Él ha venido a traer DISENSIÓN: a provocar contiendas, riñas, disputas, cortes de lazos, obligaciones y relaciones, incluso muerte.
“El discípulo no es más que su Señor”, dijo Jesús. Pero Señor, ¿ser tu discípulo significa disensión en mi familia, cortar con amistades, perder tal vez mi trabajo, etc?
¿Esto es ser tu “pequeño o niño”? ¿No significa ser un niño mimado, consentido, que recibe todo lo que pide? ¿No significa ser un “elegido” y por lo tanto ser “prosperado” y tener libertad para pecar porque total ya soy salvo? Mejor, Señor, voy a hablar con mi familia este tema y por ahí, lo dejamos para más adelante.
Y como Jesús conoce a sus pequeños, les dice: No teman a los que matan el cuerpo, sí deben temer al que los lleva al infierno. Con respecto a esto les declara que el que lo CONFIESE delante de los hombres Él lo confesará delante del Padre Celestial, de igual modo, hará con el que lo niegue. Y les dice algo preciosísimo: “Pues aún vuestros cabellos están todos contados”.
Las grandes religiones permiten OCULTAR y enseñan que no es pecado ocultar la fe para salvar la vida. Pero no sólo eso, permiten vivir como si no la tuvieran, disimular, ¡para salvar la vida! Jesús dice NO a OCULTAR. El discípulo tiene que confesar delante de los hombres su Fe en Jesús, aunque le cueste la vida.
En Mateo 10:34-42, Jesús dice que vino a traer espada no paz, disensión en la familia y que los enemigos del creyente son los de su casa. Hoy continúa haciendo esta pregunta:
“¿Amas más a tu familia, padre, madre, hijos... que a Mí?”
Y continúa apretando aún más:
“...y el que no toma su cruz y sigue en pos de Mí, no es digno de Mí.” “...y el que pierda su vida por causa de Mí la hallará.”
¿Te quedó alguna duda de que Jesús trae disensión en el mundo y en la familia?


Medita: Tú, ¿para què o para quién vives?
Pero qué significa esto? ¿Que el discípulo debe andar solo y ser presa de los lobos. No, no es lo que Jesús quiere. María, su madre, no quedó desamparada cuando Él murió, tampoco volvió con su familia carnal, Jesús le dio una “Familia Celestial”. Veamos qué le dijo Jesús a sus discípulos:
“De cierto les digo, que no hay ninguno que no “haya dejado” casa, hermanos/as, padre o madre, mujer o hijos o tierras “por causa de Mí y del Evangelio” que no reciba más ahora, en este tiempo: casas, hermanos/as, madres, hijos y tierras, CON PERSECUSIONES y en el siglo venidero, la Vida Eterna.” Marcos 10:29). Jesús te promete que si lo dejás todo por Él y por su Causa, Él te va a dar una nueva “Familia Celestial” aquì en la tierra y a cubrir tus necesidades básicas, aunque junto con esa Familia vas a sufrir persecución. ¡No vas a estar solo!
Nuevamente les dice que cualquiera que recibe en su Nombre a un “niño” a Él lo recibe. Pero a cualquiera que haga tropezar a uno de estos “pequeños” que creen en Mi, mejor le fuera que se le ate al cuello una piedra de molino de asno y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!. (Mateo 18-6). Algo parecido dijo de Judas: “Mejor le fuera no haber nacido”. Y así terminó. Puedes leer “El entregador.”
Jesús es nuestro Hermano Mayor y cuida de nosotros. En Hebreos 2-11 y 11-16 dice que Él no se “avergüenza” de llamarnos Hermanos y que Dios no se avergüenza de llamarse Dios de los que anhelan una nueva Patria, que la buscan y que se CONFIESAN extranjeros y peregrinos sobre la tierra, por lo que Dios les ha preparado una “Ciudad”.


Así se va ampliando el término “discípulo” de Jesús: niño, pequeño, peregrino, extranjero, hermano... ¿Y qué hace este discípulo? Se niega a sí mismo, renuncia a todo, toma su cruz, sigue a Jesús, forma parte de la Familia Celestial perseguida hasta partir hacia su Patria Celestial, donde Jesús tiene preparada una morada para él.
Recuerda Génesis 11, hoy la tierra está intentando con sus líderes mundiales de paz tener una sola lengua y unas mismas palabras: amor, buenas obras, paz... Quieren edificar nuevamente una “ciudad” y la “torre de Babel” que llegue al cielo. Pero Dios se lo impidió esa vez y ahora hará lo mismo.



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El nacimiento de Jesús dividió a la Historia en Antes de Cristo y D.C. 
En el Juicio de las Naciones las ovejas irán a la Vida Eterna y las cabras al infierno. ¿Y qué tiene en cuenta el Rey Jesús para hacer esta división? Veamos qué le preguntan las cabras:
-Señor: ¿Cuándo te vimos hambriento, sediento, desnudo, forastero, enfermo o en la cárcel y no te servimos?
-Por cuanto no lo hicieron a uno de estos pequeños a Mí me lo hicieron. (Mateo 25:31).
Si eres discípulo de Jesús estás presente en la Oración que Él hizo al Padre por los discípulos y por los que iban a creer por su Palabra. (Juan 17: 1-26).

No sólo oró y ora por tí, sino que te da su “Autoridad y Poder”. No temas. No te ocultes. Declara públicamente que eres un “pequeño” de Jesús. Él es tu Hermano Mayor y te cuida. Tiene una Familia Celestial para tí. El Espíritu Santo mora en tí. Levanta bien alto la Cruz vacía del Señor Jesucristo. No te avergüences. Oro por tí, hermano/a: Anímate a ser parte del PUEBLO DE LA CRUZ.  

     







(Elena Sanfilippo Ceraso
    sábado 03/10/2015)

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